Capítulo 1: Tahir Gujic

La primera vez que vi su cara supe que estaba en problemas. Incluso en una foto de baja resolución, sus ojos oscuros parecían arder. Por irracional que sea, sentí como si esos ojos estuvieran mirando dentro de mi alma. Su cálida piel castaña y su cabello negro alborotado por el viento no saldrían de mi mente. Me estaba volviendo loco.

Mi editor me había pedido que escribiera un breve artículo sobre el nuevo soltero elegible de la ciudad. Llevaba cuatro años trabajando en The Bell City Journal y me sentía frustrado por seguir estancado en artículos de interés humano. No es que hubiera mucho más sobre qué escribir en un pueblo pequeño. Sabía que si realmente quería trabajar en noticias impactantes, tendría que dejar mi casa y mudarme a una gran ciudad, pero eso no estaba en mis planes.

Aún así, pensé que tenía que haber algo más importante sobre lo que escribir que un multimillonario extranjero mudándose a la ciudad. Es decir, hasta que comencé a investigar sobre Tahir Gujic. No pude concretar nada sobre el hombre. Lo había estado investigando durante casi dos semanas y todavía no sabía cuántos años tenía, de dónde era ni a qué negocio se dedicaba.

¿Cómo se suponía que iba a escribir algo sobre ese hombre si no sabía nada sobre él? Todo lo que encontré fue esa maldita foto. Esa fue la razón por la que no podía dejar de pensar en ello. Al menos, me dije a mí mismo, esa era la razón. Una parte de mí sabía que había más que eso.

Mencionarle la situación a Kimberly fue un error. No había hablado con nadie más sobre eso, así que mencionarlo con ella simplemente lo solidificó en mi mente. Estaba obsesionado con Tahir Gujic y ni siquiera lo conocía.

Kim me llamó durante mi hora de almuerzo el viernes. Debería saber, después de casi quince años de amistad, que Kim sólo me irritaría más.

"Thea", dijo emocionada. "¿Qué haces este fin de semana?"

"Trabajando", respondí con un gemido. “Raine quiere un artículo sobre un tipo rico que se muda a la ciudad. Quieren el informe antes del lunes, pero es como un fantasma. Lo único que sé es que viene de algún lugar del extranjero y aparentemente tiene una cantidad increíble de dinero”.

"Un multimillonario misterioso", murmuró. "¡Eso es emocionante!"

Puse los ojos en blanco y suspiré. "No es emocionante, es extraño", dije. “¿Por qué viene aquí? ¿Cómo consiguió todo este dinero? ¿Y si es algún narcotraficante o un sicario de la mafia o algo así?

Kim se rió tan fuerte que tuve que alejar el teléfono de mi oreja. Fruncí el ceño ante su reacción. Estaba perdiendo el sueño tratando de descubrir algo sobre este tipo y ella pensó que era gracioso.

Había agotado todos mis recursos habituales y todavía no tenía nada. Quería arrancarme el pelo. Hoy en día, que alguien no tuviera presencia en línea era algo inaudito. No pude encontrar ni siquiera una página de blog desaparecida.

"Él no es un asesino a sueldo, Thea", se burló Kim.

"¿Cómo sabrías?" exigí. “Ni siquiera puedo encontrar el año de nacimiento del chico. Es un misterio total”.

"¿Es este el tipo del que me enviaste la foto?" ella preguntó.

"Sí." Suspiré con frustración. “Eso es todo lo que he podido encontrar. Sólo una vieja foto de paparazzi de hace diez años. Tendría más suerte buscando información sobre Bigfoot en este momento”.

"Bigfoot no es un soltero elegible que se muda al centro de Tennessee de la nada", respondió. “Conseguirás más lectores con esta historia. Raine nunca se equivoca, lo sabes”.

"Raine me está obligando a hacer trabajo de relleno otra vez", me quejé. Mi editor fue genial, pero sabían que yo tenía algo que ver con la alta sociedad de la ciudad debido a mi amistad con Kimberly Ashworth.

Era cierto que podía participar en casi cualquier evento mencionando el nombre de Kim o pidiéndole que me trajera, pero estar encasillado así era más que frustrante. Era excelente en investigación e investigación, ¿por qué no me dejaban hacer eso?

“Oh, boo hoo, volverás a publicar tu nombre en la página de sociedad. Qué horrible para ti”, dijo sarcásticamente.

Gruñí. "Lo sé. Estoy siendo un desagradecido”, dije. “Solo quiero hacer algo que parezca más importante, ¿sabes? Ace estaría encantado con una tarea como ésta. No sé por qué no le dan el trabajo”.

“Porque te lo dieron. Ahora deja de quejarte y pon a trabajar esas habilidades tuyas de investigación, niña. Ella tenía razón. Suspiré y asentí, aunque ella no podía verme. "Te estaba llamando para invitarte a una fiesta que papá dará este fin de semana, pero parece que vas a estar ocupada".

“Sí, no es divertido hasta que pueda descubrir algo sobre este tipo para completar mi recuento de palabras. En este momento, lo único que tengo escrito es su nombre y que se supone que llegará a la ciudad mañana”.

“Almuerza, toma un café, resuélvelo. Llámame mañana por la mañana porque sabes que me aburriré muchísimo si no vienes. Manny estará allí y no quiero tratar con él sin ti”.

Gemí y puse los ojos en blanco. “¿Crees que decirme que mi ex estará allí me convencerá de ir?” Pregunté amargamente.

“Creo que decirte que tu ex me va a coquetear sin piedad si no estás ahí para protegerme te convencerá”, respondió.

"Tienes razón." Suspiré. "Te llamaré por la mañana".

"Maldita sea, lo harás". Colgó y me metí el teléfono en el bolsillo. Tal vez ver a Manny me recordaría por qué los hombres no valían la pena y podría sacar de mi mente el hermoso rostro de Tahir. Era una posibilidad remota, pero podía tener esperanzas.

Pasé el resto del día trabajando en una historia sobre una familia local que había perdido su casa en un incendio eléctrico. Nadie resultó herido, pero no estaban asegurados. La comunidad se uniría a ellos y estaba seguro de que se planearía una recaudación de fondos incluso antes de que se imprimiera esta edición.

Nuestra comunidad puede ser pequeña, pero generosa. Siempre podías contar con un vecino para que te echara una mano y, si todo lo demás fallaba, el padre de Kim se haría cargo de ellos.

La familia de Kim era la más rica de la ciudad y a su padre le gustaba gastar su dinero. En lo que respecta al multimillonario, era bueno. Él mismo había ganado su dinero, en lugar de heredarlo. Quizás por eso sintió que gastarlo antes de morir era un buen objetivo. Compraba localmente, contrataba localmente y donaba regularmente.

Kim y yo éramos amigos desde la escuela primaria. Cuando mi mamá murió, su padre pagó por todo, y cuando mi papá perdió su trabajo porque no regresó a trabajar inmediatamente después, el Sr. Ashworth lo contrató. Mi familia se sentía en deuda con la de ella, pero el señor Ashworth no lo veía así. Estaba ayudando a la mejor amiga de su hija porque tenía los medios para hacerlo. Nunca nos pasó por alto ni nos trató como si estuviéramos por debajo de él.

Le envié a Kim el enlace al artículo sobre el incendio tan pronto como se publicó. Ella siempre quiso saber cuándo había alguien en la comunidad que necesitaba apoyo.

Intenté sacar de mi mente al apuesto fantasma del multimillonario. Tenía otro trabajo que hacer hoy.

Había podido olvidarme de él hasta que terminé el día. Caminé a casa desde el trabajo con los auriculares puestos y la música demasiado alta para ahogar mis pensamientos intrusivos.

No fue hasta que llegué a mi departamento y me quité los zapatos que mi mente comenzó a divagar nuevamente. Pensé en encender la radio, pero no quería molestar a la anciana que vivía al lado mío.

Fui a la cocina a buscar algo para comer.

Básicamente, Tahir no existía en Internet. ¿Qué clase de persona es tan cuidadosa en mantener en secreto los detalles de su vida? Tendría que ser intencional. La mayoría de las personas ni siquiera saben cuánta información hay disponible sobre ellos con una simple búsqueda. Tienes que hacer todo lo posible para volverte inescrutable. ¿Por qué lo hizo Tahir?

¿Su dinero provino de algún medio nefasto? Parecía descabellado, pero no imposible. ¿O tal vez tenía enemigos? ¿Quizás se estaba escondiendo por alguna razón? Si ese fuera el caso, no podría publicar una historia sobre él. Ni siquiera un trozo de pelusa. ¿O fue algo completamente distinto? Tal vez el tipo simplemente tenía serios problemas con su privacidad. Si nació con su dinero, entonces podría ver que ese sería el caso. Kim a menudo se quejaba de la personalidad que tenía que mantener debido a lo pública que había sido toda su vida.

¿Por qué Raine quería que escribiera sobre este tipo de todos modos? No era propio de ellos darle mucha importancia a este tipo de historia. Después de todo, no había nada realmente notable o apremiante en ello. El tipo aún no había llegado a la ciudad. ¿Por qué era tan importante que el periódico lo cubriera?

Me sentí obsesivo y eso me enojó conmigo mismo. No había nada especial en este tipo excepto su dinero. ¿Por qué su nombre se había grabado tan firmemente en mi mente y por qué no podía dejar de pensar en él?

Había estado paseando por mi cocina mientras me preparaba una cena rápida. Iba a hacer un agujero en la alfombra si seguía así. Esos ojos profundos de obsidiana me perseguían. Me serví una copa de vino y me senté en el sofá a comer. Tenía que encontrar una distracción.

Como si fuera una señal, mi teléfono empezó a sonar. Lo puse en altavoz y lo senté a mi lado en el sofá. "¿Qué pasa, Kim?"

"¿No tienes suerte de ser mi mejor amiga?" preguntó ella emocionada. “¿Recuerdas que dije que papá dará una fiesta mañana por la noche?”

"Por supuesto que lo recuerdo, me lo dijiste hace unas horas". Tomé un sorbo de mi vino y esperé a que continuara.

"Tu hombre misterioso estará allí".

Me atraganté con mi bebida. "Estás bromeando", dije con incredulidad. No me sorprendería que el señor Ashworth recibiera al recién llegado con una reunión. Estoy seguro de que era su forma de ser amigable.

“Ponte el vestido Jovani color vino y pasa por casa a las 8”, dijo. "Me aseguraré de que conozcas tu historia".

Como es habitual, me colgó antes de que pudiera responder.

Por supuesto que iba a ir. Tuve que hacerlo. Ya ni siquiera me importaba el artículo. Odiaba los misterios y quería saber. Probablemente fue algo aburrido. Probablemente era un bebé anciano de un fondo fiduciario que venía a probar nuestro whisky mundialmente famoso y a tachar a Estados Unidos de su lista de viajes por el mundo. Probablemente estaba dándole demasiada importancia a esto.

No había manera de que todavía pudiera verse como en esa foto después de diez años. Podría mantener la calma cuando estuviera cara a cara con él. Después de todo, yo era un profesional.

Sin embargo, eso no me impidió imaginar su rostro mientras me acostaba esa noche. ¿Por qué sentí como si sus ojos me ardieran incluso desde una fotografía? No podía evitar la sensación de que había algo vital en conocer a este hombre.

Lo único que sabía era que mis sueños esa noche estaban llenos de calor y de sus ojos intensos.