Share

¡Sorpresa, soy multimillonaria!
¡Sorpresa, soy multimillonaria!
Author: Helena Flores

Capítulo 1

Author: Helena Flores
Diana Infante se fue a recoger a Chuck Leyva al local de cóctel y oyó la conversación que se desarrollaba en el interior:

—Chuck, con Aurelia de vuelta, ¿qué harás con Diana?

La voz de Chuck era ligera: —¿Hacer qué?

—¿No han estado juntos durante tres años? Ahora que Aurelia está de vuelta, ¿a quién vas a elegir?

A través de la puerta, Diana vio a Chuck encender un cigarrillo.

En el humo blanco, guardó silencio un momento y habló con voz baja: —No sé, no quiero hacer daño a Diana, pero tampoco puedo dejar a Aurelia.

Su amigo suspiró: —Aurelia es tu primera novia y tuvieron una relación que marcó mucho, es normal que no la puedas olvidar.

Otro amigo intervino: —Pero Diana lleva contigo tres años por lo menos, y es tan hermosa, ¿cómo es que aún sientes algo por Aurelia?

Chuck se frotó las sienes, con la voz teñida de un poco de cansancio. —Sí, Diana es preciosa, pero salí con ella solo por su parecido con Aurelia, y en todos estos años he estado buscando el rastro de Aurelia en ella.

—¿Es una sustituta para ti? —Su amigo suspiró: —Me da un poco de pena Diana.

Otro amigo volvió a preguntar: —¿Cuándo vas a romper con ella?

Chuck sacudió la ceniza de su cigarrillo. —Ya veremos, Diana es tan obediente y comprensiva que me da un poco de pena separarme de ella.

El amigo que estaba a su lado palmeó a Chuck en el hombro: —Chuck, no puedes tener a las dos al mismo tiempo, así que piénsatelo bien.

—¿Qué más da? Puedes tener dos novias si quieres. —Otro amigo dijo con desgana: —Si te da pena Diana, cómprale regalos para complacerla, las mujeres son fáciles de alegrar.

Chuck resopló: —¿Crees que todo el mundo tiene tres o cuatro novias a la vez como tú? No soy un mujeriego.

Al otro lado de la puerta, Diana frunció los labios en señal de autodesprecio y se dio la vuelta para marcharse.

Tras salir de allí, Diana siguió caminando junto al río, recordando los últimos años con Chuck.

Eran tres años de relación, ella creía que estaban enamorados.

Pero resultaba que solo era una sustituta del primer amor de Chuck.

Diana estaba de pie junto al río, con la calle llena de tráfico a su izquierda y el caudaloso río a su derecha.

Una lágrima cruzó el rabillo de su ojo.

El fuerte viento del río agitaba su pelo.

Diana tomó una decisión.

Sacó su celular y marcó un número.

—¿Hola? Papá, acepto ese matrimonio arreglado que me dijiste.

La oscuridad de la noche encendía las farolas tenuemente iluminadas, bajo las cuales correteaban pequeños insectos.

Diana estaba de pie bajo la farola, mirando la noche infinita, su voz era superficial: —Nada, es que ya me he divertido bastante y quiero casarme y sentar la cabeza. Me equivoqué, no sabía lo que hacía, no debería haberme peleado contigo y haberme ido de casa, pero ahora caigo en razón. Cuando termine con las cosas de por aquí, volveré a Kenster.

...

Diana había dado un largo paseo sola y eran más de las diez de la noche cuando regresó a la villa de Hourston.

La criada, María, al ver que Diana había vuelto, le entregó la sopa caliente que tenía en la mano.

—Señorita Infante, ya ha vuelto, esta es la sopa que le hizo al señor, ¿no? Es que vi que se estaba enfriando y la volví a calentar, y estaba a punto de subirla cuando usted regresó, así que por qué no se la sube.

Diana no dijo nada, tomó la sopa y subió a su dormitorio.

Al empujar la puerta de la habitación, no había nadie, pero la pantalla de la computadora estaba encendida, ¿dónde estaba Chuck?

Se oía el ruido del agua del cuarto de baño y la luz estaba encendida.

¿Se había duchado hoy tan temprano?

Diana dejó la sopa.

La notificación de WhatsApp sonó incesantemente en su computadora, llamando su atención.

Movió el ratón para hacer clic en WhatsApp.

Era un mensaje de Aurelia Donato.

[Chuck, he vuelto, llegaré al aeropuerto de Marseah a las 11:30 esta noche, ¿me recoges?].

Era un mensaje de hace diez minutos.

Así que se duchaba para ir a recoger a su exnovia del aeropuerto.

[Chuck, he estado pensando mucho en todo este tiempo que hemos estado separados, y no puedo sacarte de mi mente, y me arrepiento de haber roto contigo cuando me fui al extranjero por mi carrera].

[Ambos somos demasiado orgullosos para agachar la cabeza baja, y sé que en realidad todavía me tienes en tu corazón ¿verdad?].

[Chuck, he tenido unos cuantos novios en los últimos años, pero rompí con todos al poco tiempo. Siempre sentí que me faltaba algo cuando salía con ellos, y luego me di cuenta de que siempre fuiste tú a quien amé].

[Antes tenía miedo de volver a Marseah porque temía que siguieras odiándome, que no quisieras verme, que viera a otra mujer a tu alrededor, y que ya no me quisieras].

[Me equivoqué, Chuck, ¿puedes perdonarme?].

Diana observaba en silencio, hosca.

Estaba a punto de cerrar el chat y darse la vuelta cuando vio que Chuck le respondía el mensaje.

[Aurelia, solo quiero saber una cosa, ¿todavía me amas?].

Tenía WhatsApp conectado a la computadora y celular al mimos tiempo. Se notaba que le importaba, pues le contestaba hasta en la ducha.

El corazón de Diana palpitó ligeramente.

Chuck a menudo no tenía tiempo de contestarle los mensajes cuando tenía líos en el trabajo.

Se había acostumbrado tanto a ello que ahora apenas le enviaba mensajes para no molestarle en el trabajo.

Pero con Aurelia incluso tenía tiempo hasta en la ducha.

Era realmente obvio a quién quería de verdad.

Al otro lado, Aurelia contestó al segundo.

[Sí, te amo solo a ti].

[De acuerdo, iré a recogerte].

En ese momento, sintió que su relación de tres años era un chiste.

Diana cerró silenciosamente el chat y puso el ratón en su sitio, como si no hubiera pasado nada.

Bajó a la cocina y se sirvió un tazón de sopa, sorbiéndola a cucharadas.

Chuck tenía el estómago débil, y esta sopa calentita era algo que ella aprendió especialmente para él, cociendo a fuego lento los ingredientes sanos previamente remojados y añadiendo ñame fresco cortado en trozos pequeños cuando estaba casi hecha.

La sopa requería mucho tiempo y trabajo, pero como él decía que le gustaba, ella se la hizo durante dos años.

Se terminó el cuenco de sopa y Chuck bajó las escaleras.

Ya se había duchado y secado el pelo y se había puesto ropa limpia y fresca.

—¿Dónde has estado? Acabo de volver y no te he visto.

Diana respondió con voz apagada: —Salí a dar un pequeño paseo.

Chuck se dirigió a la puerta: —Tengo que salir un rato, así que vete a la cama si tienes sueño, no hace falta que me esperes.

Diana bajó los ojos y pronunció un suave «bien».

—¿Volverás esta noche? —preguntó ella.

El movimiento de Chuck para ponerse los zapatos dio un respingo, y se quedó en silencio unos segundos antes de decir: —Hay una emergencia en la empresa, así que si me retraso no volveré.

—Ah, de acuerdo. —La chica no discutió ni montó una escena.

Diana siempre había sido muy comprensiva.

Chuck no le dio mucha importancia, se cambió de zapatos y salió por la puerta sin mirar atrás.

Diana subió las escaleras y entró a empujones en el dormitorio de Chuck, donde el cuenco de sopa que había junto al computadora estaba intacto.

En WhatsApp, Brayan, su prometido de ese matrimonio arreglado, envió un mensaje.

Brayan: [Didi, ¿cuándo piensas volver a Kenster?].

Para Diana, Brayan era un hermano mayor que vivía al lado de su casa, y cuando la llamó «Didi», Diana no pensó que fuera desmasiado cariñoso, sino algo normal entre gente que se conocía hace mucho.

[Cuando termine con las cosas de aquí].

Brayan: [De acuerdo, no dudes en decírmelo si necesitas mi ayuda].

[Bueno, gracias, Brayan].

Brayan: [Descansa, buenas noches].

Esa noche, Chuck no regresó a casa.

A la mañana siguiente, Diana se despertó temprano porque sonó el celular.

—¿Hola?

—Diana, pasado mañana es mi cumpleaños, ¡recuerda venir a mi fiesta de cumpleaños!

Diana descolgó el celular y echó un vistazo a quién llamaba.

Joselyn Figueras, amiga de Chuck, se llevaba bastante bien con ella.

—De acuerdo, envíame la ubicación.

Tras colgar el celular, Diana se levantó, se arregló y se dirigió al centro comercial a comprar un regalo para Joselyn.

El nuevo collar de una conocida marca encajaba perfectamente con el estilo de Joselyn.

...

Diana llegó temprano el día del cumpleaños de Joselyn.

—Joselyn, feliz cumpleaños. —Le entregó el regalo.

Joselyn tomó el regalo y se lo agradeció cortésmente.

Mientras charlaban, Chuck llegó con una mujer que ella desconocía del brazo.

En el momento en que sus ojos se encontraron, Chuck se congeló: —Diana, ¿qué haces aquí?
Continue to read this book for free
Scan code to download App

Related chapters

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 2

    Chuck apartó inconscientemente la mano de la mujer que tenía a su lado en el pliegue del brazo, y la mujer se puso rígida.—Yo también soy amiga de Joselyn, ¿es raro que vaya a su fiesta de cumpleaños? Diana le miró con una sonrisa burlona.—No, pensé que no te gustaba ir a estas fiestas, por eso no te lo dije.Diana rio fríamente en su mente, ¿de verdad no me lo dijo porque no me gustaba?¿O quizá no dijo nada a propósito para venir con otra?Chuck terminó su explicación y paseó sus fríos ojos por la habitación.La mirada era como si preguntara: «¿quién la ha invitado?».Joselyn apartó tímidamente la mirada de él, sin atreverse a mirarle a los ojos, fingiendo que no era asunto suyo.—Hola, es la señorita Infanta, ¿verdad? Yo soy Aurelia Donato, seguro que ha oído a Chuck hablar de mí. —La mujer que había venido con Chuck se encargó de acercarse y saludar a Diana.Oh, así que ella era Aurelia Donato, la exnovia de Chuck.Diana seguía pasándolo mal por dentro, tenía el pecho apretado, a

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 3

    Pareció reaccionar simplemente al hecho de que su novia siguiera aquí, retiró aquel brazo que rodeaba la cintura de Aurelia como si acabara de despertarse y retrocedió dos pasos.Los amigos de Chuck siguieron su mirada y se dieron cuenta de que Diana seguía aquí y le ayudaron.—Venga, sigamos jugando, Aurelia, no bebas si tienes el estómago débil, y si pierdes, cambiemos a Verdad o Reto.—Es una buena sugerencia, el castigo será Verdad o Reto.Chuck se calmó y volvió al sofá.Pensó que Diana se pondría celosa y tendría una pequeña rabieta con él.Sin embargo, ella no dijo nada.En cambio, su actitud de calma provocó una inexplicable punzada de pánico en el interior de Chuck.Parecía que había algo diferente en Diana.Se hizo el silencio entre los dos.Chuck, vacilante, intentó explicar algunas cosas, pero se oyó otro alboroto desde allí.—Aurelia, perdiste otra vez... ¿Verdad o Reto?La atención de Chuck volvió a centrarse en Aurelia.Sus ojos estaban pegados a ella.—Pues reto.Aureli

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 4

    [Didi, el anillo de compromiso que te hice a medida en Chaumet ha sido entregado en la tienda de Marseah, ve a verlo cuando tengas tiempo].Chaumet era una marca de anillos de diamantes mundialmente conocida.¿Acababa de aceptar la propuesta hace unos días y ya había llegado el anillo personalizado?¿Lo hizo con antelación o qué?Diana no hizo más preguntas, se limitó a responder —De acuerdo.Dentro de la tienda Chaumet.El empleado sacó el anillo con entusiasmo.—Señorita Infante, este es un anillo personalizado por el señor Iglesias.Diana tomó el anillo y lo admiró.Un diamante azul precioso de cinco quilates estaba engastado en el medio de pequeños diamantes rosas y sin color, brillaban a la luz y eran de una belleza deslumbrante.—Este anillo también tiene sus iniciales y las del señor Iglesias grabadas en el interior.Diana tomó el anillo y lo examinó detenidamente, y en su interior estaba efectivamente grabado «D.I. & B.I.».Había dedicado mucho en el anillo.Diana se probó su a

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 5

    Era el amigo de Chuck, Fernando Gómez.El mismo hombre que dijo que sentía un poco de pena por Diana en la fiesta de la otra noche.Tras conocerse desde hace casi tres años, Diana siempre había tenido una buena impresión de Fernando.Le respondió: —Vine a hacer unas compras.Fernando escudriñó la bolsa que ella sostenía: —¿Es un regalo para Chuck?A Diana le daba pereza dar explicaciones, se limitó a asentir en señal de reconocimiento.—Esta marca de relojes es carilla, los modelos más básicos cuestan miles como mínimo, realmente no necesitas hacer un regalo tan caro, Chuck... No se lo merecía.Él mismo había admitido que no podía desprenderse de Aurelia y que solo utilizaba a Diana como sustituta.Anoche incluso dejó a Diana de lado y tomó la mano de Aurelia delante de tanta gente e irse juntos.Luego de que Chuck y Aurelia dejaron la fiesta de cumpleaños, se fueron a un hotel para tener una noche de locos, cosa que Diana no sabía, pero que él lo sabía mejor que nadie.Tenían un grup

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 6

    Diana le miró con cara de perplejidad: —¿Qué?Chuck pensó que tal vez ella aún estaba enojada y no quería darle ese regalo tan pronto, pero no pasaba nada, él podía dar el primer paso.Su tono era un poco suave: —Me pasé un poco ayer, no te enfades, perdóname.Ya era suficiente, ¿no?Diana suspiró y le miró con expresión seria: —No estoy enojada.Chuck no se impresionó: —Claro.—Piensa lo que quieras.Chuck se impacientó al oírlo.—Diana, te he pedido disculpas, ¿qué más quieres?Diana no dejó de empaquetar y dijo en tono imperturbable: —No necesito tus disculpas.Chuck la miró fijamente durante unos segundos.Al cabo de un momento, preguntó, con cara tensa: —¿Dónde está el regalo?Diana giró la cabeza para mirarle: —¿De qué regalo hablas?—Fernando dijo que te vio comprarme un reloj. —Chuck dijo: —¿No lo compraste para disculparte conmigo? ¿He vuelto y no estás dispuesto a sacarlo?Diana estaba a punto de decir que no era para él cuando Chuck continuó, cohibido: —Venga ya, si sigues c

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 7

    Diana se sentó en el sofá individual al costado de Rosa.No mostró ninguna timidez, y miraba a Rosa con ojos tan tranquilos: —No tengo ningún deseo de casarme con tu hijo.Rosa no se lo creía.Analizó a Diana de pies a cabeza.Era la chica con la que su hijo llevaba saliendo tres años.Físicamente era hermosa, y con clase, aunque era una chica de una familia ordinaria, pero no había ningún tipo de inferioridad en ella.Hace un momento, en la puerta, dijo deliberadamente eso para hacerla quedar mal, pero no esperaba que no se inquietara ni en lo más mínimo.Pero, ¿y qué?Solo era una cazafortunas, que finja tener clase no le servirá de nada.El tono de Rosa era con evidente superioridad: —No necesitas fingir delante de mí, yo también soy mujer, sé exactamente lo que pretendes, sé que Chuck gustan a las chicas, supongo que te costó conocer a un joven rico como él, dime, ¿a que se gastó mucho dinero por ti?Diana dijo: —No me importa su dinero.Rosa sonrió despectivamente ante eso, sus oj

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 8

    Hace un año, Silvia rompió con su novio, este hizo una lista de facturas de transferencias que le hize, y se veía que durante los dos años de relación, el hombre le había transferido un total de cinco mil dólares. Él exigía que se las devolviera.Cuando Silvia se negó a devolver el dinero, su novio la demandó, así que acudió al bufete en busca de ayuda. Justo en ese momento, otros abogados estaban fuera y solo estaba Diana.—No es en absoluto como dice él. —Silvia sollozó y resopló: —Llevo dos años conviviendo con él, ambos acordamos desde el principio que pagaríamos a mitad el alquiler, las facturas de luz y agua y los gastos diarios, y él dijo que me transferiría doscientos dólares cada mes para cubrir esos gastos, y yo ponía doscientos de mi parte también.—En ese momento no lo pensé mucho e hice lo que me dijo, pero no esperaba que después de la ruptura me pidiera que le devolviera el dinero, diciendo que esas transferencias me lo «dio» con motivo de casamiento y que debía devolvér

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 9

    Diana durmió toda la noche tranquila y abrió los ojos a las diez de la mañana.—Ay, qué a gusto... —Ella se estiró: —Simplemente se siente bien no tener que ir al trabajo.Diana se levantó de la cama y bajó a desayunar.María preparó el desayuno para dos.Diana miró hacia el asiento vacío y no dijo nada.María vio bajar a Diana y preguntó: —Señorita Infante, ¿el señor no baja hoy a desayunar?Diana tomó un sorbo de leche y volvió a ella: —Anoche no regresó, así que no creo que llegue para desayunar.—Ah. —María, sabiendo que había hablado fuera de lugar, no hizo más preguntas y volvió a la cocina.Diana terminó de desayunar y recibió un mensaje de Brayan.[Didi, ¿quieres tu vestido de compromiso hecho a medida o quieres ir con algo nuevo de temporada?].¿No era demasiado tarde para hacerlo a medida?De hecho, no sabía qué fecha exacta iba comprometerse.Ella preguntó: [¿Cuál es la fecha del compromiso?].Brayan: [Todavía no está decidido, ¿qué tal si lo vemos cuando vuelvas a Kenster?]

Latest chapter

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 30

    Eso no era muy hiriente, era extremadamente insultante.El rubio levantó la otra mano para luchar de nuevo, y se encontró con un duro golpe por encima del hombro de Diana que lo dejó en el suelo.Su tacón aplastó la cara del rubio como si estuviera aplastando hormigas: —Practica un poco antes de volver.—¡Ayuda, ayuda! —El hombre de los tatuajes se cubrió la entrepierna de dolor y siseó pidiendo ayuda.Diana giró la cabeza y vio que le salía sangre de la entrepierna.«Tsk, no controlé bien la fuerza, no vaya a ser que le reviente los huevos».Pronto, el personal del bar vino por el jaleo, vio esta escena y se congeló un buen rato, sin saber cómo reaccionar.El hombre de tatuajes, tendido en el suelo, con la frente rezumando sudor frío, dijo enérgicamente: —Me duele mucho, joder, ¿a qué esperas? Llama rápido al 120, voy a morir de dolor.Había tanto alboroto en este lado que rápidamente se llenó de gente.Cristina y Nieves, al notar que Diana no había vuelto después de tanto tiempo, fue

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 29

    Diana preguntó: —¿Que la familia Iglesias adopte a Sofía?Nieves sacudió la cabeza y se inclinó más cerca, susurrando: —Más que eso, le pidió a la señora Iglesias de casar a Brayan con Sofía en el futuro.Los ojos de Diana se abrieron de golpe.—Joder —Cristina alzó la voz: —¡Cómo se atrevió a pedir tanto!Nieves dijo: —Entonces no sé qué le dijo la señora Iglesias, y la criada aceptó que la adoptaran como forma de devolverle el favor.Cristina dijo en tono desdeñoso: —Además, la señora Iglesias solo tiene un hijo, ¿cómo se le va a permitir casarse con la hija de una criada?Nieves: —Sí, Brayan es el único heredero de la familia Iglesias, de ninguna manera se casaría con la hija de una criada.Diana tomó un sorbo de su vino de frutas, pensativa.Las chicas charlaban sobre los cotilleos, sin darse cuenta de que no muy lejos, detrás de ellas, había una mujer que les miraba con crueldad.Diana tomó un par de copas de vino de frutas, pero no emborrachaban, no eran muy fuertes.Tras charlar

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 28

    Diana frunció el ceño.—No quiero.El tono de Chuck era un poco incómodo: —No nos peleemos más, ¿de acuerdo? Te he echado de menos los últimos días, y lo de ese día fue mi culpa, no debería haber dicho esas cosas para enfadarte.—Está bien, de todos modos, ya rompimos, ya nada importa. —El tono de Diana estaba lleno de indiferencia.—¿Que ya rompimos? —La voz de Chuck era fría: —No estoy de acuerdo en romper.—Una ruptura de novios no es un divorcio de casados y no requiere tu consentimiento. Diana se mostró fría y decidida: —Chuck, no vuelvas a molestarme.Después, colgó y también borró el número.Diana empezó a pensar en el trabajo.Quería esforzarse por su carrera.Aunque podría abrir su propio bufete, ahora mismo no era muy conocida en el sector, y sería difícil dar a conocer su nombre cuando abriera un bufete.Diana quería pasar algún tiempo en una empresa grande y conocida del sector para asentarse.No era demasiado tarde montar su negocio cuando tuviera cierta fama.Después de c

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 27

    La visitante era una mujer refinada y digna que aparentaba unos treinta años.Brayan presentó: —Didi, esta es la mejor restauradora que te comenté, Dolores de Barriga.La sorpresa brilló en los ojos de Diana, pensaba que sería alguien con edad, pero no esperaba que fuera una mujer tan preciosa.Diana se levantó y se acercó unos pasos para darle la mano, parecía emocionada: —Señorita de Barriga, hola, me llamo Diana y cuento con usted para mi muñeca de porcelana.—Jajaja... —Dolores no pudo contener la risa mientras miraba a Diana con una ceja arqueada: —¿Señorita de Barriga? No me llames así.Diana también reaccionó, y se arrepintió enseguida por hablar sin pensar.Qué mal sonó eso.Era una mujer hermosa, pero la llamó por de Barriga.—Lo siento —se disculpó Diana apresuradamente.—Está bien. —Dolores siguió sonriendo, sus ojos se dirigieron a Brayan: —Eres arrogante, frío y exigente, antes de venir aquí me preguntaba qué clase de chica podría conquistarte, ahora que he visto a Diana,

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 26

    —Diana, por fin estás aquí. —Alex fue el primero en acercarse a saludar: —Hacía tres años que no te veía, te has puesto mucho más guapa.Cristina puso los ojos en blanco: —¿Quieres dejar de dar asco?Alex soltó un «tsk», como contrariado: —¿Acaso no sabes hablar bien? ¿Cómo que doy asco? Esto es tener educación.—Me das pena. —Cristina tiró de Diana hacia dentro: —Didi, vamos, ignóralo.Nieves se acercó a Julio y se sentó amablemente: —Hola, Julio.—Hola —asintió Julio levemente.Diana se sentó junto a Brayan: —Brayan, ¿llegaste hace mucho?La voz de Brayan era suave: —No, acabamos de llegar.Con eso, sus ojos se volvieron hacia la chica de al lado: —¿Por qué no saludas?El tono era ligeramente castigador.La chica nombrada se erizó y habló de mala gana: —Señorita Infante, hola.Los ojos de Brayan la recorrieron fríamente, con el ceño fruncido.—¿Quién es? —Diana ladeó ligeramente la cabeza, con un atisbo de duda flotando en sus ojos.La voz de Brayan era fría: —Mi hermana, Sofía.Así

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 25

    Brayan hizo una mueca y contestó: —Ya rompieron, ahora es su ex novio.—¿No te importa? —Alex preguntó de nuevo.—Todo el mundo tiene su pasado. —Brayan tiró sus cartas con indiferencia, su mirada barrió con frialdad: —¿Acaso nunca has tenido novia?Alex se frotó la nariz: —Yo sí, pero tú no, ella es tu primer amor y tú no eres su primer amor, ¿de verdad no te importa?—No importa. —Las pupilas oscuras de Brayan estaban llenas de ternura: —Mientras pueda estar con ella, ya soy afortunado.—Tsk. —Julio se rio: —Qué grande.Terminada la ronda de cartas, Brayan miró el reloj y se levantó: —Ya es hora, vámonos.Hoy Brayan preparó una fiesta de bienvenida para Diana.Un Bentley azul se detuvo lentamente frente a uno de los hoteles de cinco estrellas más lujosos de Kenster, bajo las brillantes luces de neón.La brisa del atardecer sopló suavemente, trayendo consigo un ligero toque de frescor.Diana abrió la puerta del coche y salió.—¡Didi, por aquí! —Nieves Hidalgo sonrió y saludó a Diana q

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 24

    Aurelia se acercó y se sentó en el borde de la cama, sacó su celular y se lo enseñó a Chuck.—Chuck, mira aquí hay una guía que leí en internet para viajar a Barry. Podemos ir en carro y llevaremos a dos conductores, Barry es una zona extensa y mucho más fácil de de viajer en carro, después de Boyten podemos ir a...En ese momento, Chuck sintió de repente que Aurelia era muy pesada.Ya le dolía la cabeza, y era realmente molesto que ella siguiera parloteando en su oído.Si fuera Diana, estaría tan preocupada por él en este momento que ella misma cocinaría sopa y se la daría de comer.—De acuerdo. —Chuck interrumpió impaciente: —Hablemos mañana, hoy estoy un poco cansado.Aurelia guardó su celular y miró triste con la cabeza gacha.—Chuck, ¿estás harto de mí? —Su tono estaba lleno de pena.Chuck suspiró, un poco reacio a hablar con ella.—No, es que ahora me duele un poco la cabeza, no hay prisa por lo del viaje, podemos hablarlo cuando haya descansado.—Bien. —Aurelia se inclinó hacia

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 23

    Eran las tres de la madrugada cuando Chuck fue recogido por su chófer y llevado de vuelta a la villa.Llegó hasta su dormitorio a tropiezos y se desplomó en la cama, ahogándose en sueño.Chuck se despertó dolorido.—Diana, me duele el estómago. —Chuck gritó aturdido: —Tráeme pastillas para el estómago.Sin respuesta.Chuck gritó un poco más: —Diana, Diana...De repente, abrió los ojos y se incorporó de la cama.Al recobrar la conciencia, Chuck recordó que Diana se había marchado ya.Tenía sentimientos encontrados, se sentía vacío y congestionado por dentro.Se cubrió el estómago y se levantó de la cama. Buscó por toda la casa y siguió sin encontrar pastillas para el estómago.No pudo soportar más el dolor y sacó su celular y marcó el número de la criada.María se sorprendió cuando recibió la llamada.—¿Dónde guardas las pastillas para el estómago? —La voz de Chuck sonó.María apretó los puños y respiró hondo, mientras se convencía mentalmente:«Está bien, está bien, paga mucho dinero,

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 22

    —¿En serio? —Aurelia dijo entusiasmada: —Quiero ir a Barry primero, dicen que Boyten es precioso en esta época del año.Boyten.Los ojos de Chuck brillaban.¿Por qué le sonaba tan familiar este lugar?Oh, ya lo recordaba, había oído a Diana mencionarlo antes.Dijo que quería viajar a Boyten en noviembre.¿Qué dijo entonces?¿Qué tenía de bueno viajar en un puente lleno de gente?Ahora que llegaba el puento del festivo, Chuck inconscientemente quiso rechazar la idea, pero pensar en Diana le hizo cambiar de opinión.—Sí, Barry entonces.Después de ver un rato la tele con Aurelia, la irritación en la mente de Chuck aún no se había disipado.—Acaban de darte el alta, así que descansa un poco en casa, yo tengo que salir a por algo.Aurelia sabía lo suficiente como para no preguntar adónde iba.Ahora que Diana acababa de romper con él, era normal que se sintiera incómodo durante un tiempo y que necesitara aliviar sus humores, y Aurelia no quería presionarle demasiado.Sonrió cálida y generos

Explore and read good novels for free
Free access to a vast number of good novels on GoodNovel app. Download the books you like and read anywhere & anytime.
Read books for free on the app
SCAN CODE TO READ ON APP
DMCA.com Protection Status