Los cinco años de matrimonio de Nieves Acosta y Francisco de la Cruz pudo sobrevivir todo a cambio de que Nieves se dejaba pisotear toda su dignidad física y mental. Al principio aceptaba que el hombre no sintiera amor de pareja hacia ella, pues con el tiempo, habría al menos amor como familia. Hasta que un día le llegaron dos noticias bombas al mismo tiempo: la notificación de que a su única hija le quedaban pocos días de vida y el titular de que su marido derrochó un pastón para su primer amor. Desde entonces, no tuvo que fingir más ser la señora de la Cruz. Y cuando el hombre desalmado se arrepintió, se gastó millones en los medios de comunicación y se arrodilló en la nieve con los ojos enrojecidos rogándole su perdón, pero en ese momento, Nieves apareció de la mano de otro hombre, declarando al mundo que tenía nueva pareja.
ดูเพิ่มเติม—Me arrepiento de haberme ido en ese entonces, ahora solo quiero estar a tu lado. Nieves, tienes derecho a no contestarme ahora, pero déjame acompañarte.En aquel entonces había perdido a la chica que le gustaba porque no se atrevía a confesar. Y ahora que habían pasado unos cuantos años, ella seguía siendo la única que tenía en mente, así que estaba decidido a no volver a perderla.Tal vez fuera por la seriedad de lo que decía, o tal vez por los sentimientos juveniles que se habían despertado, el corazón de Nieves volvió a calentarse por un momento.Había pensado que en su vida jamás recibirá más calidez de nadie, no esperaba que encontrarse de nuevo con la persona a la que había amado de joven.—Nieves, ¿tu hija ha muerto y tú estás ligando con un hombre?La voz de Francisco salió con rabia reprimida.Se quedó en la puerta con los brazos cruzados y observando a los dos con frialdad.Cualquiera que no fuera tonto podía percibir el afecto mutuo de estos dos.Esta voz fría y mezquina in
Nieves sentía un dolor tremendo, pero no era nada comparado con el dolor de su corazón.Fue entonces cuando Julio sacó un celular del bolsillo del pantalón y se lo entregó a Nieves: —Tu celular ha estado vibrando.Mirando el nombre en el identificador de llamadas, Nieves se tiró de la comisura de los labios con desdén.Simplemente colgó el celular y lo tiró a un lado.¿Qué sentido tenía aparecer ahora si no apareció cuando tenía que estar?Francisco miró su llamada colgada con un rostro horriblemente sombrío.Esta mujer no sabía cómo comportarse.En ese momento entró Karl, su asistente.Miró a Francisco con cierta vacilación, pero al final puso los resultados de su investigación sobre la mesa.—Señor de la Cruz, lo he mirado detenidamente, el certificado de defunción, el de incineración y el historial médico están todo aquí, la señorita Sonia está efectivamente muerta.Karl dio inmediatamente un paso atrás tras decir esas palabras.Francisco se quedó inmóvil un instante, luego tomó inm
Pero en cuanto surgió el pensamiento fue aplastado por Nieves.Porque sabía que no tenía derecho, ¿quién era ella para abrazarlo y llorar en sus hombros?Julio la colocó con cuidado en el lado del copiloto y suspiró al verla llorar tristemente: —Deja de llorar, te llevaré al hospital.—¿Tengo una pinta desastrosa? —preguntó Nieves a sabiendas. Se rio en voz baja, era una burla hacia sí misma.Pero Julio dio en el clavo: —No finjas delante de mí, puedes llorar si quieres.En cuanto las palabras salieron de su boca, Julio encendió el equipo de música, con el sonido al máximo.—¡Buaaa! —Nieves se acurrucó en su asiento y se echó a llorar.Los ojos de Julio estaban llenos de pena, pero no dijo nada, solo condujo hacia el hospital.Aunque la música estaba alta, Julio aún podía oír los gritos desesperados y desgarradores de la mujer.Su corazón estaba lleno de culpa, apretando los dientes, pensó que si hubiera sabido esto, debería haber vuelto antes, si hubiera podido volver antes, ella no h
Sintió un escalofrío por la espalda, Nieves no podía preocuparse de nada más, y forcejeó desesperadamente, presa del pánico, pateó los huevos de Santiago, pues ese era el lugar más vulnerable de un hombre. Nieves consiguió un momento de libertad, se subió a la mesa, queriendo abrir la puerta para escapar, y en el momento en que la puerta se abrió, Nieves vio la esperanza de escapar, pero la bofetada de Santiago le llegó enseguida: —¡Puta, te estás buscando la muerte!—¡Socorro!—¡Suéltame, suéltame, suéltame, no me toques!Nieves había visto la esperanza, ¿cómo iba a estar dispuesta a dejarse arrastrar hacia atrás? Sus manos se aferraron al marco de la puerta con mucha fuerza, negándose a soltarlo.No podía rendirse, ¡nunca!—¿A quién le pides socorro? Soy el dueño de este lugar, ¿quién puede salvarte?—¡Zorra, si no aceptas por las buenas, no tengo más que hacerlas por las malas!Santiago apretó los dientes y pisó la mano de Nieves, y con fuerza, la tiró del pelo, arrastrándola de vue
—¡Tu tío me debe doscientos mil, y dijo que te usaría para cubrir la deuda!Los ojos de Santiago estaban llenos de codicia y agresividad cuando alargó la mano y le tomó la barbilla.Mirándola más de cerca, sacudió la cabeza: —Eres un poco delgada, pero no tienes mal aspecto, ¡dos cientos mil ha sido poco para ti!—¡No, no me hagas nada! Te puedo dar dinero, yo te pago los doscientos mil! No me hagas nada.A Nieves se le llenaron los ojos de lágrimas y le tembló la voz.Inconscientemente, sacó su celular y pulsó los botones al azar.A pesar del cambio de celular, la configuración del sistema era la misma y Francisco era su contacto de emergencia.La llamada salió, se marcó automáticamente y, pero no recibió respuesta.Santiago pudo ver que Nieves pedía ayuda, pero al oír la voz que salía del celular, soltó una carcajada: —¡Pequeña, parece que nadie viene a rescatarte!Antes de que Nieves pudiera decir nada, Santiago perdió la paciencia y tiró a Nieves por el cuello, golpeándola con fuer
Ya se divorciaron, así que no quería quedarse con el anillo.Inmediatamente se lo quitó y dijo con indiferencia: —Esto es más caro que la casa, así que véndelo y no me molestes más en el futuro.—Nieves, sabía que me ayudarías, después de todo, soy tu única familia en este mundo, no te preocupes, yo te protegeré de ahora en adelante. Has adelgazado mucho, te llevaré a comer algo, ¿te parece?La actitud de Marcos cambió drásticamente cuando vio el anillo de diamantes, y miró a Nieves con una sonrisa como en el pasado.Mirándole así, Nieves recordó de pronto que, cuando era niña, era la más cercana a su tío, y en aquella época, jugaba con él casi todos los días.Al levantar la vista y ver el retrato familiar en la pared, Nieves respiró hondo y asintió, aceptando la propuesta.Al ver esto, Marcos se emocionó, la tomó de la mano y salió por la puerta, sin ver en absoluto los cortes de su mano, y mucho menos que su rodilla también estaba ensangrentada.Solo pensaba en su plan.Ella pensaba
A Mónica se le retorció el corazón, pero no lo demostró, se limitó a suspirar suavemente: —Fran, lo siento, es que no pude controlar mis emociones, al fin y al cabo, todo es culpa mía, si te hubiera querido un poco menos, la señorita Acosta no se habría puesto así.—No digas estupideces.Los ojos de Francisco se ablandaron mientras miraba efusivamente a la mujer que tenía entre sus brazos.Sin embargo, seguía sintiendo muy agudamente que en su corazón nacía un rastro de impaciencia, solo que no sabía a quién se debía esa impaciencia, por lo que solo podía reprimirla por el momento.Sacando su celular, llamó directamente a su asistente especial Lorenzo: —Averigua dónde está Sonia.—Sí, señor.La cara de Mónica cambió, Sonia estaba muerta, pero estaba claro que Francisco no estaba convencido por el momento.Parecía que ella debería hacerle reconocer rápidamente este hecho, mientras ya no existiera esa bastarda, Francisco y Nieves no tendrían ninguna otra conexión entre ellos, y entonces
—¡Nieves, no te pases!Francisco frunció el ceño, la pequeña pizca de culpa que había logrado nacer en su corazón desapareció al instante.Antes solo pensaba que esta mujer tenía un corazón vil, pero la consideraba una persona que hacía bien las cosas, no esperaba que ahora hubiera perdido la cabeza.—Tú no te pases, ya nos hemos divorciado, y sigues dándome la lata así, ¿qué demonios quieres? ¿No será que después de perderme te diste cuenta de que te habías enamorado de mí hace tiempo y ahora estás dispuesto a estar conmigo? Entonces, ¿qué vas a hacer con la señorita Estrada?De repente, Nieves se echó a reír, con los ojos llenos de desprecio, y esa mirada sarcástica atravesó el corazón de Mónica tan fuerte como un cuchillo.—Fran, si de verdad te gusta, puedo irme. Yo... solo estoy contigo porque me gustas, no busco nada más, si ya no te gusto, solo tienes que decirlo —dijo Mónica, con las lágrimas cayéndole por la cara.Se secó rápidamente las lágrimas, temerosa de mostrarse débil d
Ladeó la cabeza, tratando desesperadamente de contener las lágrimas, no quería que cayeran, y finalmente miró a Francisco: —¿No me crees? Ven conmigo, te llevaré allí, quiero que lo veas con tus propios ojos, ¡para que lo creas!—¡Nieves, si intentas mentirme, no les perdonaré ni a ti ni a Marcos!Marcos era el último familiar de Nieves en el mundo y su único punto débil, y Francisco siempre había sido astuto que sabía cómo inquietarla.Era una pena que no viera los cambios de Nieves, pues ya no le importaba su tío, ya no le importa una mierda desde hace tiempo.¡Ojalá Marcos muriera ya!Sin siquiera mirar a Francisco, Nieves le llevó directamente al colegio de Sonia, a su clase de dibujos, e incluso a su tienda de chucherías favorita, y a su parque de atracciones favorito, y finalmente de vuelta al parque del chalet.En ningún lugar había rastro de Sonia, esta era la primera vez que Francisco estaba tan cerca de la vida de Sonia, y sin embargo, en estos lugares donde Sonia solía pasar
—Señorita Acosta, ¿no lo sabía? La enfermedad de su hija es un cáncer óseo hereditario, solo le quedan dos meses de vida como máximo. Si no recuerdo mal, su madre murió de esta enfermedad en su día. Mi sugerencia es que usted también se haga un examen detallado...Nieves Acosta no paraba de temblar y en su mente se repetía una y otra vez lo que le había dicho el médico.—¿Qué te pasa, mami? —La voz linda de Sonia de la Cruz se dirigió a Nieves con preocupación: —¿Hice algo que te molestó?Nieves miró a Sonia en la camilla, esa carita delgada estaba cargada de culpabilidad.—Si es culpa mía, te pido disculpas, ¿me perdonas? —Tras decir aquello, la niña se esforzó por sostener una sonrisa.Nieves tenía el corazón hecho añicos, no podía creer que a su niña solo le quedaran dos meses de vida.Ella había crecido sin familia a su lado y hace cinco años se casó con un hombre que solo le dio una relación nominal, y Sonia era su única esperanza en esta vida.Nieves contuvo las lágrimas: —No, pa...
Bienvenido a Goodnovel mundo de ficción. Si te gusta esta novela, o eres un idealista con la esperanza de explorar un mundo perfecto y convertirte en un autor de novelas originales en online para aumentar los ingresos, puedes unirte a nuestra familia para leer o crear varios tipos de libros, como la novela romántica, la novela épica, la novela de hombres lobo, la novela de fantasía, la novela de historia , etc. Si eres un lector, puedes selecionar las novelas de alta calidad aquí. Si eres un autor, puedes insipirarte para crear obras más brillantes, además, tus obras en nuestra plataforma llamarán más la atención y ganarán más los lectores.
ความคิดเห็น