ope ope no mi

Todo comenzó cuando mi esposo Carlos Rivera tomó una decisión que me abrió los ojos. Mientras yo estaba atrapada en un elevador sufriendo un ataque de claustrofobia, él prefirió llevarle medicinas para el resfriado a su asistente. Ese fue el momento en que decidí divorciarme. Cuando le presenté los papeles del divorcio, Carlos los firmó entre risas, comentándole con arrogancia a su amigo: —Solo está haciendo un berrinche. Sus padres ya fallecieron, es imposible que realmente se divorcie de mí. —Además —continuó—, el periodo de reflexión para el divorcio es de treinta días, ¿no? Si se arrepiente y yo, magnánimamente, decido no tenerlo en cuenta, seguro regresará. Al día siguiente, publicó una foto con su asistente como pareja, escribiendo: "Documentando cada uno de tus adorables momentos." Fui contando los días. Tranquilamente empaqué todas mis cosas y realicé una llamada. —Tío, ayúdame a comprar un boleto de avión a Nueva York.

Se iba a celebrar el día de la familia en el Jardín Infantil Estrellitas, al que van mis hijos. Mi esposo, Mateo, nos dijo a mi hija y a mí que le era imposible ir por asuntos de trabajo. Además, también nos dijo que nosotros tampoco fuéramos, por alguna razón. Pude haber cedido, pero cuando vi la cara de completa decepción de mi hija, Lilia, se me rompió el corazón. Aunque él no fuera, decidí llevar a mi hija y acompañarla. Apenas entramos al jardín de niños, vi a Mateo, sosteniendo a un bebé en su hombro, mientras con la otra mano agarraba a su amiga de la infancia, Renata. Parecían una verdadera familia: los tres juntos, charlando y riendo, en completa armonía. Solo cuando nos vio a mí y a Lilia, Mateo soltó la mano de Renata. —Selena, por favor, lo malinterpretes —dijo él. —Renata está criando a su hijo sola, no la tiene fácil. Hoy es el cumpleaños número cinco del niño y quería que sintiera lo que es tener una figura paterna. Solo con mi mirada le dije todo lo que tenía que decir. Me agaché y tomé la pequeña mano de mi hija. —Cariño, dile hola al tío Mateo.

My husband forces me to donate my remaining kidney to his true love. He wants to save her from death by uremia. I try to tell him that I have kidney failure—I'll die if I donate my kidney. However, he roars, "Stop playing your jealous games when Shawna is so gravely ill! Don't you have a heart?" Under his forcefulness, I'm taken to the hospital to get my kidney removed. Ultimately, I die in a corner of the hospital.

By year's end, I'd closed a huge deal and snagged a $2.5 million bonus. The company even sent me on early maternity leave—nice perk for being eight months pregnant. Pauline found me lounging on the couch. "Why aren't you at work?" I cracked a joke. "Got fired. Guess I'll be stuck here playing housewife." Her response? A slap across my back. "Then get off and do the laundry! You're having a girl, not a son, and you think you can sit around like some princess?" My husband, Logan, walked in right then. He just pulled her into the nursery. Feeling hurt, I switched on the hidden cameras I'd secretly installed. I thought maybe he'd defend me. Yeah, no. What I uncovered? It was so much worse. Twisted secret after twisted secret.

Ini novel pertama saya di GN, tolong jangan plagiat! Pernikahan antara Arman dan Riana yang awalnya harmonis, kini menjadi retak karena Riana menemukan bukti perselingkuhan suaminya dengan wanita lain. Bagaimana Riana akan menghadapinya? Akankah Riana tetap bersama Arman atau memilih bercerai? Saksikan kisahnya di buku ini.

Angelique travels to Lewiston to live with her father and forget about the terrible year she had in her old home. However, she starts to feel that the town is very mysterious and that its inhabitants are hiding many secrets, especially Damian Brown and his friends. No one seems to be terrified by the countless wolves roaming the forest, except for her father, who also has secrets of his own. Damian discovers that the red-haired girl is his mate, and since he never believed in such things, he begins to hang around her and scare her, hoping she will leave town and never return. But love cannot be commanded, and as much as Angelique and Damian are destined to be together, they both deny it to the death.

Mis padres, reconocidos filántropos y las personas más ricas del país, siempre fueron generosos con todo el mundo, pero conmigo las reglas eran diferentes. Como su hija, cualquier gasto que superara un dólar requería su autorización. El día en que me diagnosticaron cáncer terminal, reuní el valor para pedirles quince dólares. Su respuesta no fue ayudarme, sino un sermón interminable de tres horas. —Eres joven, ¿qué clase de enfermedad podrías tener? Ni siquiera te tomaste la molestia de inventar una excusa mejor para pedir dinero —me dijo mi padre, con el desprecio grabado en cada palabra. —¿Tienes idea de cuánto tiempo podrían sobrevivir los niños de las zonas más pobres con quince dólares? Tu hermana menor tiene más sentido común que tú —agregó mi madre con frialdad. Con el cuerpo agotado y el alma hecha pedazos, salí de aquella casa. Caminé varios kilómetros de regreso al almacén abandonado, sintiendo el peso de cada paso. Al pasar frente a un centro comercial, una pantalla gigante mostraba la última noticia: mis padres alquilaba un parque de diversiones entero por una suma exorbitante, solo para complacer a mi hermana adoptiva. Las lágrimas que había contenido durante tanto tiempo rompieron la barrera del orgullo y comenzaron a brotar sin control. 15 dólares, ni siquiera alcanzaba para una sesión de quimioterapia. Solo quería comprar un vestido nuevo para despedirme de esta vida con dignidad.

Lea's world had crumbled around her. The once-vibrant hues of her life had faded into a monochromatic blur. The divorce had left her feeling adrift, lost in a sea of loneliness and uncertainty. But amidst the wreckage, a flicker of hope ignited. One fateful day, Lea's path crossed with a stranger's. His warmth and kindness were like a beacon in the darkness. As their bond deepened, Lea began to see a future beyond the pain. Could this man be the one to mend her shattered heart?

Mengira dirinya meregang nyawa di tangan pesaing bisnis, Cakra terbangun di jaman kolonial Belanda. Menjadi pria miskin polos yang menikah dengan seorang putri pria Belanda, Cakra berniat memperbaiki kesalahan kepada istrinya di masa depan. Tanpa ia sadari yang Cakra sedang merangkai masa depannya. Menjadi Raja Properti—penguasa properti tersukses di jamannya.

I'm dying, and so is Sean Quinton. He still has hope, though. I don't. Why? Because once I die, my body will become the first to have passed due to a special infection. It'll be dissected and researched to help cure Sean. So, his daily task becomes urging me to die. Unfortunately for him, I'm unwilling to save him another time, so I die not because of the infection but because of carbon monoxide poisoning. It's enough to destroy the symptoms my body shows and ruin their plans to research my corpse.