paw paw no mi

I never wanted to be his wife. I hated Roman Blackwood because he was untouchable, conceited, and ruthless. However, When my father’s debts threatened to destroy us, I had no choice but to sign the contract that bound me to him. My freedom was just another possession in his universe. His words, his rules, and the gloomy fire in his eyes caused me to doubt my sanity. To withstand his icy indifference and the violent intimacy that left me simultaneously breathless and broken, I tried to be invisible. But, his betrayal was worse than his cruelty. In the fine print of our marriage, I discovered the truth: I wasn't just his wife. I was a pawn in a game I don't understand. And when I challenged him, his cold grin made it clear that I meant nothing to him. So I ran. I believed I could leave the man who broke me and start a new life. But Roman doesn't lose and forgive. He is now chasing me, saying he is a different person and pledging atonement. However, when I discover a secret that he has kept even from himself, I realize that the monster I escaped from may be the only one who can protect me from what lies ahead. Because when Roman Blackwood threatened to destroy anyone who attempted to take me away from him, he wasn't lying. Even if it's me.

Here's a piece of advice—do not catch the eye of those pretty salesgirls who sell supplements. You have no idea the things they'll do to close a deal. I become a yummy slice of cake in their eyes; they all want a bite of me. I'm faced with the seduction and allure of countless beauties, but it doesn't make me happy at all.

"I want to taste you until you beg for me." “You belong to me and me alone “. Lexi Thompson’s life is falling apart. Her family’s once-successful business is ruined, destroyed by her father’s gambling and drinking. With creditors closing in and no way out, she’s given an unbelievable offer by billionaire Julian Blackwood. Julian is no ordinary man. He’s powerful, ruthless, and always gets what he wants. His proposal is shocking: spend one year as his lover, give him a child, and he’ll save her family from ruin. Desperate, Lexi considers the deal. It means stepping into Julian’s world of wealth and control, where everything comes at a price. But his money and power hide dangerous secrets. As Lexi gets drawn deeper into his life, she realizes his obsession isn’t just about desire—he wants to own her completely. Can Lexi break free from Julian’s hold, or will his obsession consume her forever? “I will burn the world down for you just to get you to say my name “

The day the Labarres declared bankruptcy, everyone assumed I would break off my engagement to Zach Labarre. In the middle of a torrential downpour, I abandoned my umbrella and helped the disheveled Zach into the car. "I'll give you ten million dollars. If you succeed, come back and marry me. If you fail, I'll marry you instead." Five years later, Zach returned, leading three publicly listed companies. In front of all the media, he announced, "Leah Chandler and I ended our engagement five years ago."

Cuando la hija de la mujer que invadió mi hogar se encerró a sí misma en su auto para hacer uno de sus shows y después echarme la culpa, mi papá, lleno de furia, me ató y me encerró en el maletero también. Me miró con desprecio y dijo: —¿Cómo te atreves a intentar matar a alguien? Alguien como tú no puede ser mi hija. Rogué a gritos, admití mi culpa y le supliqué que me dejara salir, pero solo recibí ordenes sin compasión: —¡Quédate aquí y reflexiona! ¡No saldrás hasta que te arrodilles y pidas perdón! El auto quedó olvidado estacionado en el garaje, y por más que grité pidiendo ayuda, nadie podía escucharme. Siete días después, mi padre se acordó de que tenía una hija y decidió liberarme. Pero no sabía qué hacía tiempo había muerto dentro de ese maletero...

Tres días después de dar a luz, mi esposo me dijo que se tenía que ir de viaje por trabajo de emergencia y que no podía quedarse conmigo. Me dejó sola cuidando al bebé. Tres días después, apenas llegué del hospital, su "amiga de la infancia" publicó una descarada foto familiar en sus redes sociales con el siguiente texto: —De viaje, una familia unida y feliz. Miré atónita la foto, él sonreía de oreja a oreja. Comenté con un simple: “？” Mi esposo me llamó de inmediato: —¡Qué exagerada eres! Es una madre soltera muy desafortunada, por cierto, nunca ha tenido un hombre que la cuide. Solo la acompañé a tomar una foto sencilla, ¿por qué tienes que ser tan celosa? ¿Ah…? Al atardecer, su querida "amiga" publicó otra imagen, mostrando unas joyas lujosas: —Después de la foto familiar, quería regalarme este set de joyería que vale millones. Sabía perfectamente que mi esposo se las había comprado para que no se enojara por mi comentario. Pero esta vez, ya no pensaba perdonarlo. Decidí que ya no sería más su esposa.

Sasha Wijaya, seorang mahasiswa yang percaya bahwa cinta tidak bisa diatur, terkejut saat diberitahu oleh ayahnya bahwa dia dijodohkan dengan Prof. Aditya, seorang dosen senior yang terkenal akan ketegasannya. Pertemuan pertama mereka di sebuah kegiatan kampus tidak berjalan mulus, dengan keduanya saling tidak menyukai. Namun, seiring berjalannya waktu, Sasha dan Prof. Aditya mulai menemukan kesamaan di antara mereka dan perasaan mereka mulai berubah. Konflik muncul ketika hubungan mereka terungkap, menghadapi penolakan dari pihak universitas dan lingkungan sekitar. Akankah Sasha dan Prof. Aditya mampu melewati semua rintangan dan menjaga cinta mereka tetap bersinar?

My best friend takes me to a beauty salon for a facial. A young and handsome employee there latches onto me. He's tall, good-looking, and is great with women. He knows just the right things to say and is flirtatious without being lecherous. He shows me the pleasures of being a woman… I forget all about my boyfriend and allow him to make me descend into the throes of passion. What I don't know is that there's a price I can't pay behind the gentleness…

Todo comenzó cuando mi esposo Carlos Rivera tomó una decisión que me abrió los ojos. Mientras yo estaba atrapada en un elevador sufriendo un ataque de claustrofobia, él prefirió llevarle medicinas para el resfriado a su asistente. Ese fue el momento en que decidí divorciarme. Cuando le presenté los papeles del divorcio, Carlos los firmó entre risas, comentándole con arrogancia a su amigo: —Solo está haciendo un berrinche. Sus padres ya fallecieron, es imposible que realmente se divorcie de mí. —Además —continuó—, el periodo de reflexión para el divorcio es de treinta días, ¿no? Si se arrepiente y yo, magnánimamente, decido no tenerlo en cuenta, seguro regresará. Al día siguiente, publicó una foto con su asistente como pareja, escribiendo: "Documentando cada uno de tus adorables momentos." Fui contando los días. Tranquilamente empaqué todas mis cosas y realicé una llamada. —Tío, ayúdame a comprar un boleto de avión a Nueva York.

Se iba a celebrar el día de la familia en el Jardín Infantil Estrellitas, al que van mis hijos. Mi esposo, Mateo, nos dijo a mi hija y a mí que le era imposible ir por asuntos de trabajo. Además, también nos dijo que nosotros tampoco fuéramos, por alguna razón. Pude haber cedido, pero cuando vi la cara de completa decepción de mi hija, Lilia, se me rompió el corazón. Aunque él no fuera, decidí llevar a mi hija y acompañarla. Apenas entramos al jardín de niños, vi a Mateo, sosteniendo a un bebé en su hombro, mientras con la otra mano agarraba a su amiga de la infancia, Renata. Parecían una verdadera familia: los tres juntos, charlando y riendo, en completa armonía. Solo cuando nos vio a mí y a Lilia, Mateo soltó la mano de Renata. —Selena, por favor, lo malinterpretes —dijo él. —Renata está criando a su hijo sola, no la tiene fácil. Hoy es el cumpleaños número cinco del niño y quería que sintiera lo que es tener una figura paterna. Solo con mi mirada le dije todo lo que tenía que decir. Me agaché y tomé la pequeña mano de mi hija. —Cariño, dile hola al tío Mateo.