All Chapters of La novia no deseada del multimillonario: Chapter 21 - Chapter 30

El punto de vista de AidanEl jet privado aterriza en Nueva York exactamente a las 8:10 pm. Me quito el cinturón de seguridad y salgo del jet. Camino a paso rápido hacia la limusina que me espera. Estoy realmente agotada después de un largo día en Chicago. He estado fuera durante tres días.Fui allí para una reunión de negocios y para el lanzamiento de mis nuevos hoteles en Chicago. Tenía previsto llegar a Nueva York esta mañana, pero tuve que quedarme para cerrar los acuerdos que tenía en Chicago. Conseguí el acuerdo y, tras firmar el contrato, el avión despegó de Chicago exactamente a las 5 de la tarde.El conductor sale y me quita la maleta. Me abre la puerta y me subo. Deja la maleta a su lado mientras sube. Nos vamos.Ahora lo único que quiero hacer es darme un baño caliente, comer y acostarme. Tengo una cita con Alexander mañana a las 10 de la mañana, así que tengo que levantarme temprano para preparar el contrato antes de su llegada.También espero poder hablar con él sobre el

El punto de vista de TessaTrevor se levanta y camina hacia donde estoy sentada. "Bien". Va hacia atrás y pone su rostro junto a mi hombro. Miro su rostro, deseando que sea Aidan.—Tu padre ya no atiende mis llamadas —susurra cerca de mis oídos y se aleja bruscamente.La acción me recuerda lo tensa que estoy cuando Aidan está cerca y cuando siento su aliento en mi piel. Cierro los ojos para ahuyentar los pensamientos."Está enojado", le digo.—Tengo una propuesta para ti: que te cases con Aidan —dice y se dirige al bar, donde hay una gran variedad de vinos. Coge uno y lo sirve en dos copas.Lo observo mientras se mueve hacia atrás para sentarse, coloca la copa de vino frente a mí y bebe el suyo de un trago.—¿Qué ofreces? —Tomo el vaso y bebo un poco de vino, observándolo desde el cristal transparente.—La oferta de hacer tuyo a mi hijo mientras me das lo que quiero —sonríe.Estoy empezando a pensar de otra manera. ¿Por qué dice eso mientras le doy lo que quiero? Frunzo el ceño y dejo

El punto de vista de AidanLucy responde a la llamada de su madre. Han pasado tres días desde que vi a mi madre. Quiero contarle sobre el embarazo y me gustaría poder ver su reacción después de haberle contado, pero no puedo ir a casa. Tengo una agenda muy apretada en el trabajo y es posible que vuelva a llegar tarde a casa. Quiero saber cómo se sentirá ella al aceptar al bebé, con la esperanza de que ya no me presione para que me case."La señora está en el baño", me informa.—Está bien, dile que llamé —le digo."Lo haré, señor", responde. Estoy a punto de colgar cuando escucho su voz."¿Es Aidan?" la escucho preguntar.—Sí, señora —Lucy le da el teléfono."¿Hijo?", llama en voz alta.—¿Mamá? —le respondo con una sonrisa. Escuchar su voz me da alegría y paz—. ¿Cómo estás?-Estoy bien, cariño –responde ella–. ¿Alguna novedad?Me imagino la curiosidad que siente por saber el motivo de mi llamada. "Sí, lo hay"."¿Has encontrado a alguien?", pregunta ella.Me rasco la cabeza nerviosament

El punto de vista de AidanMe pregunto por qué esta mujer sigue empujando a su hija hacia la ira del diablo. Puede que ella sea la ganadora ahora, pero yo no he empezado con ella todavía. La estoy dejando ganar únicamente por mi madre. No soy un hombre de compromisos y no quiero ningún tipo de compromiso. Voy a torturar a su hija hasta que decida irse por su propia voluntad.Este es solo el comienzo de nuestro juego, reflexiono para mí mismo, a punto de comenzar a trabajar cuando la puerta se abre de golpe. Levanto la cabeza para ver quién es la intrusa por segunda vez hoy. Sé que no será la señora Madeline porque ella no es de las que faltan a sus citas y faltar a una cita como esta significa que surgió algo urgente.Chloe también se apresura a entrar, siguiendo al hombre que está detrás. No me sorprende ver la cara del hombre. Lo he estado esperando desde que papá me dijo que había vuelto. Sabía que vendría a mostrarme su arrogancia."Hola, Aidan. Cuánto tiempo sin verte",

El punto de vista de AidanDespués de que Damien se fue, ya no podía concentrarme en mi trabajo. Intenté hacer otra cosa para quitarme las distracciones, pero nada funcionaba.Mi mente seguía pensando en lo que había pasado entre Damien y yo y en nuestra conversación. Intenté llamar a Madeline para preguntarle por qué no había podido asistir a la cita, pero no pude comunicarme. Era una mujer de mediana edad, de 50 años, y no solo era mi socia comercial, sino también mi amiga. Tiene empresas en Grecia y tenemos una sociedad con una de sus empresas automovilísticas.Ya se lo dije a Tristán cuando vino a mi consultorio para ayudarme con la verdad sobre la paternidad del bebé de Anna. Dijo que no iba a ser posible a menos que la señora estuviera presente en el hospital para que le hicieran el diagnóstico prenatal. Quiero estar segura de todo antes de llevársela a mi madre.No quiero ilusionar en vano a mi madre y sé que dejaré ir a Anna una vez que se confirme que el bebé no es mío, ya no