Semua Bab La venganza del ex-marido: Bab 1241 - Bab 1250

—No, por favor —Valentín se quedó horrorizado al ver que Christian se dirigía hacia él.No solo él, sino también Eusebio y los otros dos se pusieron pálidos de terror.A pesar de que los tres tenían un rango más alto en términos de habilidades que Christian, ahora estaban gravemente heridos y llevaban consigo a Valentín y Victoria, lo que ralentizaba significativamente su velocidad de escape.En cuestión de segundos, Christian se acercaba rápidamente por detrás.—Victoria, no me culpes —Viendo lo desesperada de la situación, Valentín tomó una decisión difícil y soltó la muñeca de Victoria antes de que ella pudiera reaccionar.Ahora, para salvar sus propias vidas, no le quedaba más remedio que abandonar a Victoria.—Mi amor —Victoria se quedó atónita. Permaneció allí, mirando fijamente la espalda de Valentín mientras escapaba, con una expresión de incredulidad en sus ojos.Debido a su belleza excepcional, Valentín siempre la había tratado con gran cariño, y su relación había sido sólida

Después de anular las habilidades de Valentín, Christian miró hacia la dirección del señor Márquez y los expertos de la familia Márquez, pero se dieron cuenta de que ya estaban demasiado lejos como para alcanzarlos. Aunque se sintió un poco insatisfecho, no tenía más remedio que rendirse. Mientras tanto, el señor Márquez y los cuatro expertos de la familia Márquez respiraron aliviados al ver que Christian no los perseguía más. Sentían una sensación de alivio después de escapar de su destino potencialmente fatal.Sin embargo, antes de que pudieran disfrutar de su victoria, ocurrió un giro inesperado. Una voz anciana y majestuosa resonó desde todas direcciones, llevando consigo una energía verdadera poderosa y una imponente presencia que atacaron a el señor Márquez y los expertos de la familia Márquez.Los cuatro expertos de la familia Márquez fueron sacudidos por la voz, y cada uno de ellos escupió sangre antes de caer al suelo junto a el señor Márquez, quien ya estaba gravemente herid

Una vez que se resolvieron los asuntos relacionados con la familia Ortiz, Christian dejó al señor Castro, Daniel y otros a cargo de las tareas de recuperación, mientras él, acompañado de Carmen y Lucía, partió en coche antes que los demás. Andrea, sin previo aviso, se unió a ellos de manera voluntaria.—Lucía, ¿cómo van los preparativos de los ingredientes auxiliares para la elaboración de la píldora de verdadera esencia? —Christian preguntó.—Todo está listo —respondió Lucía con un asentimiento.—Bien, entonces vamos a la mansión de la familia Castro para elaborar la píldora de verdadera esencia —dijo Christian con impaciencia. Desde que había alcanzado el nivel de fundación en su alquimia, podía fabricar píldoras de verdadera esencia de nivel intermedio. Estas píldoras eran capaces de ayudar a los luchadores de Semi-Rey de Batalla a alcanzar el nivel de Rey de Batalla con un cien por ciento de éxito. Además, cuanto más avanzado fuera su propio nivel, mejor sería la calidad de las pí

El rostro del señor Castro mostraba un matiz de indecisión mientras caminaba de un lado a otro en la sala principal. No podía tomar una decisión. Sus pensamientos coincidían con los de los demás miembros de la familia Castro: desde la perspectiva del honor de la familia y como padre, nunca podría aceptar que Lucía estuviera involucrada con Christian sin ninguna claridad. Sin embargo, sabía que los sentimientos de Lucía por Christian eran profundos y que ella estaba prácticamente atrapada en ellos. Además, Christian había salvado a la familia Castro en esta ocasión, lo que hacía que forzar una separación entre Lucía y él fuera cruel.Se encontraba atrapado en una difícil encrucijada y no sabía qué decisión tomar. —¿Qué tal si hacemos esto? La familia Castro puede devolver Vitalis Farmacéutica a Christian como muestra de agradecimiento por su ayuda en esta ocasión —propuso. —Pero en cuanto a la relación entre Lucía y él, no lo permitiré —añadió Marcos con firmeza. Como padre de Lucía

Mientras varios de los ancianos de la familia Castro mostraban signos de vacilación y el señor Castro aún no había dado su opinión, Anselmo, a su lado, golpeó la mesa y se levantó.—¿Qué hay para discutir? —preguntó.—¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestra dignidad como familia Castro por unas pocas píldoras de esencia verdadera de nivel medio? —Anselmo exclamó con indignación.Dada la posición de Lucía, la señorita de la familia Castro, si se mezclara con Christian y Carmen y se prestara a ser subordinada de Christian, una vez que esto se hiciera público, la familia Castro quedaría en una posición humillante.Ni siquiera el señor Castro, ni Marcos padre e hijo, podrían aceptar una desgracia así.—El tío tiene razón —dijo Marcos.—No hay margen para la negociación en este asunto —agregó, con una determinación sin reservas.—Marcos, Anselmo, no solo tengo píldoras de esencia verdadera de nivel medio, sino que también tengo un manual de técnicas de nivel medio de la Tierra —explicó Ch