—Hola, cariño, —saludó William con una cálida sonrisa que fácilmente podría hacerle ganar el premio al mejor marido del año, si tal premio existiera. Kate no dudaba de que todos los demás estarían de acuerdo, pero ella no era uno de ellos. Aunque su sonrisa irradiaba calidez, los ojos esmeralda que la miraban eran gélidos. A pesar de todo lo que había sucedido, ella sabía que él seguía odiándola o, al menos, no la quería. Sin embargo, aquí estaba ella, pensando y recordando aquel beso que habían compartido hacía unas horas en el auto. —Estúpido, —se reprendió en voz baja. William se acercó a ella y la rodeó con el brazo. —¿Qué fue eso, cariño? —Ah, nada, Calabacita, —respondió Kate con una pequeña sonrisa y trató de no estallar en carcajadas cuando sintió que el cuerpo de William se congelaba junto a ella debido a la simpatía que acababa de darle—. Es que todas estas historias sobre ti me resultan bastante divertidas. —O romántico como el infierno, —d
Last Updated : 2022-02-26 Read more