Capítulo 1

"Cien mil al mes por dormir conmigo, ¿qué más quieres"?

En una noche silenciosa, el hombre habló con voz suave. Su cuerpo, desplomado en el sofá, exudaba indiferencia, mostrando su desdén por la mujer parada al lado del sofá.

De repente, el cerebro de Sofía rugió y todos los agravios en su pecho se han congelado.

"¿Cien mil, por dormir contigo?"

Las lágrimas calientes rodaron por sus mejillas al encontrarse con la fría mirada del hombre: "Hugo, soy tu esposa, no prostituta..."

¿Tener dinero para gastar y dormir con un hombre, eso se llama matrimonio?

¿Cuál es la diferencia entre esto y vender directamente? La única diferencia es tener un documento más. ¿Es esto una transacción legal?

¿Así es el matrimonio para él?

¡No, la verdad es que a los ojos de Hugo, ella solo merece un matrimonio así!

Tres horas antes, Sofía recibió un vídeo de vigilancia.

A altas horas de la noche, una mujer sexy llamó a la puerta de la suite presidencial de Hugo en el hotel.

Hugo abrió la puerta, dio la bienvenida a la mujer y ¡no salieron durante tres horas completas!

Esto es bastante coherente con la de Hugo. Al principio, ella pensó que esa mujer era solo una herramienta que usaba para satisfacer sus deseos sexuales durante un viaje de negocios.

Después de todo, él tenía una gran necesidad en ese sentido. En los dos años de matrimonio, salvo los días en que ella tenía la menstruación, hacían el amor cada noche.

Ella buscó razones para calmarse después de esto. ¡Debe haber una razón!

Como hoy es el cumpleaños de Hugo, no quería hacerlo infeliz, así que pensó en preguntarle mañana.

Ella misma hizo un pastel de tigre y preparó una sorpresa de cumpleaños para él como siempre.

En los dos años desde que se casaron, ella fue quien organizó sus cumpleaños y aniversarios de boda.

Ella pensó que Hugo era un hombre poco romántico, hasta que vio la noticia de que había reservado el hotel más grande de la ciudad para celebrar el cumpleaños de la vicepresidenta de la compañía, Sara.

Regaló sobre rojo a cientos de miles de empleados de toda la empresa solo para hacer sonreír a Sara.

También le dio joyas millonarias como regalo delante de cámaras de los medios de comunicación.

La corbata negra de edición limitada que él llevaba en ese momento era la que Sara le había puesto una hora antes.

Un cumpleaños o un vídeo de vigilancia no significan nada, pero ¿qué pasa si son la misma persona?

¡Sofía reconoció en primer vistazo que Sara, la mujer con una hermosa sonrisa en la fiesta de cumpleaños y que miraba a Hugo a los ojos con cariño, era la mujer que entró en su habitación!

Ella ya no podía más, pero aún se aferraba a un rayo de esperanza, tal vez... ¿todo era un malentendido?

Entonces ella simplemente preguntó con cautela: "Hugo, ¿por qué nunca me has dicho que la vicepresidenta de la empresa que a menudo viaja contigo es una mujer?"

“No tienes que saber nada sobre mi trabajo.” La respuesta de Hugo fue fría.

Bebió la sopa para la resaca que ella había preparado y vio la noticia sobre el cumpleaños de Sara en su móvil, sin ninguna explicación.

Sofía frunció los labios y reunió el coraje, continúa preguntando: "¿Celebrar el cumpleaños de tu subordinada también es parte de tu trabajo?"

Hugo frunció el ceño un poco y la miró con ojos profundos.

Sus ojos eran muy profundos, tan vastos como el cielo estrellado, reflejando su delgada figura, haciéndola parecer tan débil y pequeña.El descontento que emanaba podía abrumarla.

"¡No te metas en mis asuntos! Ves a hacer dos maletas. Tengo que irme de viaje de negocios."

Él tiene una actitud dura. No solo se negó a hablar sobre el hecho de que había convertido a otras mujeres en las noticias más calientes de esa noche, sino que tampoco permitió que Sofía hiciera más preguntas.

Al final, Sofía perdió su control y dice: "Somos marido y mujer, ¿por qué no puedo intervenir?", "Los millones de joyas que le diste son propiedad conjunta. ¡Tengo derecho a interrogarte sobre el dinero que gastaste en ella!"

"¿Cuántos millones me he gastado en ella en total?", "¿Tengo que pedirte permiso?" Cuando tu familia me quitó cientos de millones, ¿por qué no saldaste las cuentas con tanta claridad?"

Hugo se levantó de repente, su rostro huesudo mostraba un dejo de frialdad.

Aunque fue un matrimonio secreto, pero después del matrimonio su familia aprovechó cada oportunidad para obtener los recursos de él, y Sofía lo sabía. Pero ella no podía entenderlo: "Esto es diferente, somos marido y mujer. ¿Cómo puede compararse conmigo?"

"¡Eres tú quien no puedes compararte con ella!" El desprecio en los ojos de Hugo era como un cuchillo, que se clavaba en el corazón de Sofía. "Unos millones son solo una fracción de su desempeño. ¿Cómo puedes compararte?"

En ese momento su corazón se sintió sangriento y podrido.

La mirada en los ojos de Hugo era la más fría que jamás había visto.

Era como si el hombre que perdió el control por ella en la cama y le susurró dulces palabras al oído no fuera él.

"Ella es tan hermosa, ¿por qué no te casas con ella? ¿Por qué te casas conmigo?" Sus ojos ardían y su voz temblaba. "¿No te casaste conmigo porque me quieres?"

La visión de Sofía se fue desdibujando poco a poco y solo pudo ver la silueta del hombre.

El hombre tenía ojos estrechos de color marrón oscuro, un puente nasal alto, labios finos, hombros anchos y cintura estrecha. Iba envuelto en un traje negro de alta costura y lucía extraordinario y noble.

Llevaba mirando esta cara todos los días durante los dos años desde que se casó, pero se conmueve cada vez que la ve.

Es guapo, tiene una buena figura, proviene de una buena familia y tiene capaz. Sofía no puede encontrar ningún defecto en él.

Por eso, cuando lo vio por primera vez y supo que era el hombre con el que había estado comprometida desde la infancia, inevitablemente se enamoró a primera vista.

En cuanto a si a Hugo le gusta o no... Sofía recordó que hace dos años, la inversión de su familia fracasó y su familia estaba en serios apuros. Su padre quería casarla con un hombre mayor por dinero. Fue Hugo quien se presentó y expresó su voluntad de cumplir el contrato matrimonial. Por eso puede estar aquí como su esposa.

¡Entonces ella pensó en ese momento que a él también le gustaba!

¡Pero ahora parece que le gusta otra!

¡La mujer que podía estar con él en el círculo empresarial, la élite empresarial que él sentía que era mejor que ella!

¡Pero antes de que Sofía se casara con él, también era una diseñadora de interiores que se graduó de una prestigiosa universidad!

Renunció a su sueño por él, aceptó el matrimonio secreto y simplemente se hizo a su esposa que giraba a su alrededor.

A Hugo le pareció ridícula la frase "¿No es porque me quieres?". Se bebió la sopa en un trago, se levantó y subió las escaleras.

"¡Si no me quieres en absoluto, divorciémonos!" Sofía cerró los ojos y soltó.

¡Un matrimonio sin amor no es lo que ella quiere!

Ella podía tolerar que él fuera una persona indiferente, ¡pero no podía tolerar que él fuera indiferente solo hacia ella!

A los ojos de Hugo, su histeria era incomprensible.

Hugo le advirtió: "Con cien mil al mes por dormir conmigo, debería estar contenta".

A sus ojos... ¡Esto no es un matrimonio, es una transacción!

Ni siquiera pensó que las palabras "por acostarse" eran excesivas, y la criticó con seguridad: "¿Me he equivocado? Divorciándote de mí, ¿esperas regresar a su familia y convertirte en una princesa? ¡Sofía, no seas ingenua, sé más sensata!"

"Tengo mis manos y mis pies, y puedo vivir bien, incluso no regreso a mi familia". Sofía se obligó a contener las lágrimas, subió las escaleras antes que él, sacó una maleta blanca de la esquina y comenzó a empacar ropa.