All Chapters of Enamorándome del Sr. Cary: Chapter 21 - Chapter 30

*David*Al regresar a casa después de un largo día de escuela, me caí en la cama antes de que pudiera siquiera pensar en refrescarme. En la escuela presentamos nuestro trabajo de psicología y al profesor le encantó. Puedo decir que esto fue lo único bueno del día después de que mi novia me envió un mensaje para decirme que teníamos que hablar y que debía avisarle cuando estuviera en casa.Desde que recibí su mensaje, la tensión se había apretujado en mi pecho. No podía dejar de preguntarme qué quería decirme. Me alegré de no haber visto su mensaje antes de la presentación.Sacando mi teléfono del bolsillo, me senté en la cama y marqué su número. No sabía por qué, pero estaba muy nerviosa. Hacía semanas que no nos llevábamos bien y tenía miedo de que ella me golpeara con algo muy malo.Esperando pacientemente a que contestara el teléfono, cada timbre me provocaba escalofríos. Esto no va a terminar bien. Puedo sentirlo.Finalmente, c

*Della*La vibración de mi teléfono llenó el aire a mi alrededor, obligándome a perder el sueño profundo. ¿Quién diablos es él? Con un suave gemido, intento forzar la apertura de mis ojos, parpadeando bruscamente bajo el brillante sol de la mañana que entra por la ventana.Con los ojos ligeramente abiertos, tomé mi teléfono que estaba en la mesita de noche al lado de mi cama. Mi mirada entrecerrada se encontró con el número de teléfono de Dave.Respondí apresuradamente el teléfono.“¿David? Buen día. ¿Cómo te sientes esta mañana?" Pregunté con gran preocupación.“No soy tan bueno, Della. ¡Mi resaca es una locura! ¡He vomitado todo lo que había en mí! Ni siquiera tengo fuerzas para subir las escaleras hasta mi habitación”.Su voz sonaba cansada y tuve que aguzar el oído para oír cada palabra que pronunciaba."Oh Dios... lo siento, Dave".“Está bien, Dells. Tuve que llamarte y agradecerte por lo de an

*Della*Saqué mi maleta de debajo de la cama, tropecé y caí al suelo, golpeándome fuerte el trasero contra las baldosas. Gemí, cerrando los ojos con fuerza. Sintiendo mis ojos calentarse con lágrimas nuevamente, eché la cabeza hacia atrás, tratando de evitar que más lágrimas fluyeran. Estaba cansada de ser débil y sólo quería sentir nada. No me quedaban más lágrimas para llorar.Comencé a empacar toda mi ropa de mi armario y la tiré sobre la cama para poder doblarla en la maleta grande. Mientras doblaba la ropa y la ordenaba, mis ojos se posaron nuevamente en mi teléfono. Todavía no había nada del señor Cary y comencé a creer que, después de todo, Evelyn tenía razón. Él simplemente me usó.Sacudiendo la cabeza para deshacerme de pensamientos sobre el señor Cary, me concentré en preparar mis maletas para Nueva Orleans. Entonces, de repente, mi teléfono vibró. Corrí hacia mi teléfono y rápidamente revisé la pantalla para ver si era un mensaje del Sr. Cary

*Della*Mi padre y yo empacamos nuestras maletas en su auto antes de entrar, listos para partir. Al echar un último vistazo a nuestra casa, las lágrimas volvieron a rodar por mis mejillas. La mansión guardaba tantos recuerdos, y lo estaba dejando todo atrás… así como así.Para facilitarme las cosas, cosas como superar mi fantasía de estar con el Sr. Cary y enfrentar la realidad, cambié mi teléfono, asegurándome de no tener forma de llamarlo o enviarle mensajes de texto. Me dolía pero sentí que era mejor mantenerme alejada de él, especialmente con Evelyn en la foto. No podía permitir que ella manchara su imagen. Es un conocido hombre de negocios y necesita mantener un perfil limpio.Durante nuestro viaje al aeropuerto, me negué a decirle una palabra a mi papá. En cambio, me quedé callado mientras escuchaba música, con la esperanza de ahogar todos los pensamientos que pasaban por mi mente. Conecté mis auriculares y me aseguré de que fueran tan fuertes que

*Della*Mientras intentaba escribir algo, cualquier cosa, para mi libro, apareció un mensaje de Donald en mi teléfono. Levantando el dispositivo, lo desbloqueé y leí su mensaje.Hola, Della. ¡Buen día! Es una hermosa mañana porque cada vez que me despierto, recuerdo que estás en mi vida de una forma u otra. Aunque todavía no hemos existido, aprecio el tiempo que pasamos juntos.Leí su mensaje con la cara en blanco porque nada parecía interesarme al respecto. Estaba acostumbrada a despertarme con el mensaje de texto del Sr. Cary, y él era el único al que quería que me enviara mensajes de texto por la mañana. Después de leer, dejé caer mi teléfono y no me molesté en responder su mensaje. Me quedé mirando la pantalla en blanco de mi computadora portátil, reanudando la lucha por continuar con mi libro.Había pasado más de un mes y todavía me resultaba muy difícil escribir. Sabía que el Sr. Cary era mi fuerza impulsora en ese entonces, pero pensé