Todo lo contrario, debido a que todos los demás en el casino habían huido, Simón era la única persona que permanecía allí tranquilo. Esto hizo que Fyros sintiera una profunda mezcla de diversión y desprecio, y dijo:—Parece que eres muy valiente.Simón respondió con firmeza:—Fyros, no tengo intención alguna de perder el tiempo contigo.—Yo tampoco tengo tiempo para perder contigo.En ese preciso momento, Fyros levantó su pistola, apuntó a Simón y, con una mirada fulminante, dijo:—Crees que eres valiente, pero en mi opinión, eres muy tonto. Joven, no seas tan arrogante en tu próxima vida. Adiós.Simón, sin alterarse, le dijo con sagacidad:—Espera, he venido por los robots Raxor.¿Raxor robots?De repente, los ojos de Fyros brillaron con intensidad al mirar a Simón, y le preguntó:—¿También quieres comprar un robot Raxor?—Así es. Las capacidades de los robots Raxor superan lo que imaginaba, por lo que estoy dispuesto a comprarlos. Sin embargo, antes de tomar una decisión, me gustaría
Read more