Sin embargo, en el fondo de los ojos de Baelor siempre había una calma casi inquebrantable, una seguridad que apenas variaba.Pelayo observó con detenimiento la actitud de Baelor y no pudo evitar sentir un fuerte rechazo. Reprimiendo su enojo, comentó: —La última vez que nos vimos, también me mirabas de la misma forma. Han pasado casi cinco años, y parece que aún sigues sin cambiar.Baelor, con una sonrisa ladeada, señaló primero a Pelayo y luego a sí mismo. —Señor Pelayo, un soldado que no aspira a ser general no es un buen soldado. En el fondo, tú y yo somos iguales. Tú también fuiste un simple asesino antes de que alguien viera tu potencial y te colocara en el puesto que ocupas ahora.—Si tú lo lograste, ¿por qué yo, Baelor, no podría hacerlo?Una fugaz sonrisa se dibujó en el rostro de Baelor mientras continuaba: —Tarde o temprano, estaré en tu lugar. Y entonces, quizás sea yo quien te dé órdenes, señor Pelayo.Pelayo soltó una risa burlona, sin intención alguna de continuar la dis
Last Updated : 2024-10-17 Read more