All Chapters of La venganza del ex-marido: Chapter 91 - Chapter 100

—¡Es una tontería!— Carmen frunció el ceño descontenta hacia Christian. No creía que él tuviera la capacidad de obtener los derechos de colaboración de Grupo Díaz. ¿Qué pasaría si Christian perdiera? ¿Realmente podría echarlo fuera de la empresa?—En resumen, esta vez es urgente. Isabel y Christian son responsables de negociar la colaboración con Grupo Díaz. Si no pueden obtener los derechos en dos días, entonces seguiremos el método de Álvaro.Carmen tomó una decisión firme.Sabía que sería difícil llegar a un acuerdo con Grupo Díaz, no esperaba mucho de Christian y depositó todas sus esperanzas en Isabel.—¡Christian, prepárate para salir de la empresa en dos días!Álvaro sonrió triunfante, como si ya pudiera ver la imagen de él pisoteando a Christian.Los altos ejecutivos sacudieron la cabeza con desprecio hacia Christian. Nadie creía que pudiera ganar.—¡Reunión terminada!Después, todos se fueron de la sala de reuniones.—¡Christian, ven a mi oficina!— Isabel pasó junto a Christia

Los secretarios suelen ser trabajadores generales sin habilidades reales ni mucho futuro de desarrollo.Además, Grupo Artístico es solo una pequeña industria bajo el control de Grupo López y no está al mismo nivel que la empresa matriz de Grupo Díaz.Sergio, como gerente del departamento de relaciones públicas, está a solo un paso del alto mando de la empresa. Por supuesto, no consideraría a Christian, un simple secretario.—Christian, Isabel y yo vamos a discutir sobre una colaboración. No necesitas quedarte aquí ya que no tienes nada que hacer. Mejor espera afuera—, dijo Sergio con indiferencia.—Está bien—, respondió Christian encogiéndose de hombros. Él realmente no tenía nada que discutir en cuanto a colaboraciones y se preparaba para irse cuando fue detenido por Isabel quien le agarró el brazo repentinamente.—Sergio, para ser sincera Carmen nos asignó trabajar juntos en esta negociación y él también es uno de los responsables. Creo que debería quedarse...—, dijo Isabel sonriendo

¡Puma!El sonido de una bofetada clara resonó en el aire. Sergio fue golpeado tan fuerte que sus oídos zumbaban, cayendo hacia adelante y golpeando su frente contra la esquina del escritorio, lo que le hizo sangrar inmediatamente.Sergio gimió de dolor mientras se tocaba la frente llena de sangre.—¡Te mataré!Con los ojos rojos por la ira, Sergio se abalanzó sobre Christian como si estuviera loco.Christian respondió con una patada en el abdomen de Sergio, enviándolo volando varios metros hacia atrás. El cuerpo de Sergio rodó varias veces en el suelo antes de chocar contra la pared detrás con un fuerte estruendo.—Christian, olvídalo, vámonos, rápido—, dijo Isabel después de recuperarse del shock y agarrando rápidamente el brazo de Christian.A este punto las cosas habían llegado demasiado lejos y cualquier colaboración futura estaba destinada a fracasar. Lo único que quería era salir lo más pronto posible para evitar mayores problemas.Christian asintió con la cabeza y salió junto a

David ignoró la sorpresa de todos y se acercó rápidamente a Christian, sonriendo respetuosamente: —Christian, ¿cómo es que viniste a nuestra empresa?—Oh, vine a discutir una colaboración con su Grupo Díaz—, respondió Christian con una sonrisa.—¿Discutir una colaboración?—Sobre la colaboración entre su Grupo Artístico y nuestro Grupo Díaz. Mi abuelo me llamó hace un momento para decirme que ya habían acordado todo contigo y que firmarían el contrato durante la cena esta noche.—Pero ¿cómo viniste aquí tan temprano? Si venías antes, ¿por qué no me avisaste para que pudiera recibirte en la puerta y mostrarte alrededor de nuestro Grupo Díaz?—, preguntó David sorprendido.David era responsable de las ventas en los canales del Grupo Díaz, por lo que Jesús le había llamado especialmente para informarle sobre este asunto.—Es así, ella es Isabel de nuestra empresa. Le dije antes que ya había acordado una colaboración conmigo, pero no me creyó y tuvo que traerme aquí...Christian suspiró imp

El corazón de Isabel también se le subió a la garganta en un instante. Christian finalmente logró conseguir una oportunidad de colaboración con Grupo Díaz para la empresa, y si algo salía mal debido al problema del precio, sería demasiado costoso.—Jesús, si no está satisfecho con el precio, nuestra empresa puede reducir algunos puntos porcentuales más.—Sin embargo, solo podemos bajar hasta cinco puntos porcentuales como máximo. Este es nuestro límite...Isabel habló sinceramente y mostró sus cartas directamente para demostrar su mayor buena fe.—No, me malinterpretaste. No estoy diciendo que el precio sea alto, sino que creo que es un poco bajo.Jesús sonrió y negó con la cabeza.—¿El precio es bajo?Isabel se quedó atónita e incrédula ante lo que escuchaba.Después de tanto tiempo trabajando en este campo y negociando decenas de veces antes, siempre era el cliente quien decía que los precios eran altos e intentaba presionarlos para obtener descuentos. Era la primera vez que encontra