All Chapters of El General Todopoderoso de Dragón: Chapter 791 - Chapter 800

“Ah, ya veo”. Thea no pensó mucho en ello. Aunque sabía que James tuvo relaciones sexuales con una mujer, no sabía su nombre. Además, fue un malentendido, después de todo. Por lo tanto, Thea no ató cabos. James tenía un gran nudo en la garganta. Pensó que Tiara buscaría sembrar la discordia entre él y Thea. No esperaba que ella fuera tan considerada. En el fondo, suspiró para sus adentros. Aunque era una buena mujer, él le debía mucho. Se preguntó cuántos corazones seguiría rompiendo en el futuro. James creía que el destino era cruel con Tiara. Sin embargo, pensándolo mejor, de hecho era él quien estaba siendo cruel. Si hubiera sido un hombre más responsable y confiable, Tiara no habría tenido que pasar por tales dificultades. Al recordar estos temas complejos, James le dolió la cabeza. Con una expresión de dolor, gruñó. Como Quincy le había contado a Tiara sobre la condición de James, sabía que tenía dolor de cabeza. Se apresuró a decir: “James, Quincy te dijo que no pen

“Espera…”. James impidió que Tiara se fuera. Tiara se dio la vuelta y preguntó: “¿Necesita algo más?”. James miró a Thea a los ojos y dijo: “La contraté para que me cuidara. No es una sirvienta de los Callahan. Si necesitas que alguien lave tu ropa, búscate una sirvienta”. “¿Qué quieres decir con eso?”. El rostro de Thea se tornó sombrío y rugió: “Dado que ella vive aquí, es nuestra sirvienta. ¿Qué hay de malo en pedirle que haga algunas tareas? Además, ¿de verdad la contrataste? No creas que no sé que ustedes dos han estado intercambiando miradas y cuchicheando todo este tiempo. ¿Me tomas por tonta, James?”. “Ella tendrá que escucharme si quiere quedarse en esta villa. De lo contrario, es libre de irse en cualquier momento”. James se puso de pie y dijo: “Tiara, trae mi silla de ruedas. Nos vamos”. Con lágrimas en los ojos, Thea agarró el brazo de James y suplicó: “Es mi culpa, James. Por favor, no te vayas. James suspiró y tomó asiento. No dispuesta a ver a James y T

James preguntó: “¿Qué quieres preguntar?”. “Yo…”. Tiara se sonrojó. Afortunadamente, James no podía ver su rostro mientras ella empujaba su silla de ruedas.Últimamente, ella había estado escuchando muchos rumores. Escuchó que aunque James y Thea estuvieron casados durante mucho tiempo, aún no habían tenido relaciones sexuales. Triar tenía curiosidad sobre el tema, pero sintió que era vergonzoso mencionarlo. “Thea tiene una linda figura”, dijo ella de manera indirecta, “si yo fuera un hombre, me habría enamorado de ella”. “Ve al grano, Tiara”. James no sabía lo que Tiara estaba tratando de decir. Para él, la mente de una mujer era quizás lo más complejo de todo. Tiara susurró: “Escuché que aún no has tenido relaciones sexuales con ella. ¿Es eso cierto?”. “Sí, es verdad”, admitió James. “Oh”. Después de permanecer en silencio durante un tiempo, continuó: “En realidad, no me molesta”. “¿Eh?”. James se quedó perplejo. ‘¿Qué está tratando de decir?’. Las mejillas d

James asintió y se sentó en la silla de ruedas. Seguidamente, se dirigieron de regreso a la villa. Mirando la unidad USB en su mano, estaba sumido en sus pensamientos. ¿El guerrero no muerto? Su expresión se volvió sombría. Usar virus para cambiar la estructura celular de un cuerpo humano no era imposible. Después de todo, él había usado drogas para fortalecer su cuerpo durante las sesiones de entrenamiento anteriores. Sin embargo, los virus eran mucho más aterradores que las drogas. Eso era porque él lo había experimentado de antemano. No tardaron en llegar a la villa de los Callahan. Gladys estaba jugando al póquer con sus amigas. Al ver a James, ordenó: “James, ve a comprar algunos comestibles y prepara el almuerzo. Mis amigas comerán aquí con nosotros”. “¡Señora Hill, es el antiguo Dragón Negro! ¿Cómo puedes ordenarle que comprara comestibles?”. Una de las damas ricas estaba sorprendida. “Esto no es nada sorprendente”. Gladys sonrió. “Incluso cuando era el Dragón

Scar murmuró. Luego de un momento, preguntó: “¿Hay algo sospechoso en la mujer que empuja la silla de ruedas de James?” El secuaz respondió: “Ella salió por la mañana. Como todos observábamos a James de cerca, no la seguimos, pero estuvo fuera durante aproximadamente tres horas. Cuando regresó, tenía una canasta de verduras. Debió haber salido a comprar víveres”. “¿Tres horas para ir de compras?”, murmuró Scar. Entonces, ordenó: “De ahora en adelante, vigila de cerca a la mujer. Quiero que estés al tanto de su paradero”. “Scar, ¿todavía sospechas de James?”. “Yo no, pero mi jefe sí. Puedes irte”. “Entendido”. … James permaneció en la habitación todo el día. Incluso sus comidas se las llevaba Tiara. Por la noche, Thea regresó. Después de trabajar todo el día, se sentía fatigada, sin mencionar que sus heridas aún no se habían curado del todo. En cuanto llegó a casa, se dirigió al piso superior. Al fijar su mirada en James, quien estaba sentado con las piernas cruzad