"No, confío en tu gusto". Henry bajó la cabeza y le besó la comisura de la boca. Yvonne no sabía si reír o llorar. Ella le dio una palmada en el hombro. "Ponte serio. Déjame atarte esta corbata". "Puedes hacerlo y yo puedo besar todo lo que quiera, no importa", dijo Henry con desaprobación. Yvonne no sabía qué hacer, así que lo ignoró y dejó que él hiciera lo que quisiera. Como dijo Henry, la corbata le sentaba bien. De hecho, le quedaban mejor los colores oscuros. Yvonne miró la corbata que le ató y aplaudió con satisfacción. "Nada mal". Henry tocó el nudo de la corbata y también sonrió. "No está mal, pero quítamela". "¿Por qué?". Yvonne lo miró. "¿No te gusta?". "No, se está haciendo tarde, así que es hora de ir a la cama". Henry le tomó las manos y se las puso en la corbata. Yvonne puso los ojos en blanco y le quitó la corbata. Esa noche, Henry no le hizo nada porque sabía que ella estaba cansada del vuelo, así que la abrazó hasta que se durmió. Al día siguie
Last Updated : 2021-10-25 Read more