En cuanto Gerald entró en el patio trasero, inmediatamente escuchó a alguien gritar, “¡M*ldita sea! ¡¿Cuánto tiempo más necesitas para preparar la medicina para el Amo, Chuck?!”.Levantando levemente una ceja, Gerald pronto vio a un mayordomo azotando sin piedad al hombre que se hacía llamar Chuck.“¡Y-Ya casi está lista, Señor Shyu…!”, gimoteó Chuck mientras se inclinaba temeroso.“¡Hazlo rápido! ¡Holgazán inútil…!”, gruñó el Señor Shyu, que jugueteó con un vello que sobresalía de un lunar, en la esquina de su rostro, antes de marcharse enojado.Ya solo de nuevo, Chuck continuó rápidamente con la preparación de la medicina… ¡Sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando sintió que alguien estaba detrás de él! Cuando se volteó, se sorprendió al ver a un joven, con las manos en la espalda, ¡parado justo detrás de él!“¿Q-Quién eres…? Creo que nunca te he visto por aquí…”, murmuró el sorprendido Chuck.“¿Quién soy? ¿Por qué no observas detenidamente mi rostro?”, respondió Gerald con una
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