All Chapters of El Yerno Millonario: Chapter 111 - Chapter 120

Graham sonrió antes de volver a hablar respetuosamente: “Sr. Wade, nunca olvidaremos su amabilidad hacia la familia Quinton. Puede que sea un poco apresurado hoy, ya que no tuvimos tiempo para hacer ningún preparativo, sin embargo, me gustaría invitarlo a cenar mañana a la mansión de la familia Quinton. Me gustaría organizar un banquete para agradecerle personalmente su amabilidad, Sr. Wade.”“No es necesario, tengo otro asunto que hacer”. Charlie respondió con indiferencia mientras negaba con la cabeza. “La única razón por la que te ayudé hoy es porque sé que siempre has hecho muchas buenas obras por los demás. De lo contrario, no te habría ayudado en absoluto. ¿Entiendes lo que digo?”Graham se sorprendió por esto. Aun así, se rió antes de asentir. “¡Entiendo! Sr. Wade, no dude en venir a buscarme si necesita ayuda en el futuro. La familia Quinton siempre le dará la bienvenida.”Después de eso, Graham rápidamente sacó una tarjeta de presentación chapada en oro que contenía su info

Charlie escuchó los pasos crujientes que venían detrás de él. ¡Miró sigilosamente la ventana de vidrio con el rabillo del ojo y descubrió que Loreen lo seguía!¡Oh, diablos!¡Si Loreen lo ve aquí, ella podría pensar que era el presidente del Grupo Emgrand!Peor aún, ¡incluso podría conectar los puntos y saber que él era el joven amo de la familia Wade!¡Era realmente muy malo!Cuando Loreen estaba a punto de alcanzarlo, él caminó más rápido, entró en la oficina del presidente y rápidamente cerró la puerta detrás de él.Loreen nunca esperó que el hombre acelerara de repente. Cuando ella quiso perseguirlo, él ya estaba en la oficina.Loreen suspiró decepcionada y murmuró en voz baja: “Es extraño, ¿por qué siento que el presidente se está escapando de mí a propósito...?”Ella se negó a renunciar a esa oportunidad de oro en ese momento. Respiró hondo, fue a tocar la puerta y dijo: “Hola, Señor Presidente, soy Loreen Thomas, la nueva directora administrativa. Me gustaría informarle

Loreen no quería contestar la llamada mientras miraba el nombre de Harold en su teléfono.No tenía una buena impresión de Harold y ella podía ver a través de su motivo superficial para acercarse a ella. Simplemente quería acercarse a ella y atacar su corazón.Estaba muy molesta por la existencia de esta persona e inmediatamente colgó el teléfono.Sin embargo, Harold no podía aceptar un no por respuesta. Lo intentó varias veces hasta que Loreen, de mala gana, respondió la llamada y preguntó fríamente: “¿Qué pasa, Harold?”Harold, al otro lado de la línea, dijo apresuradamente: “Loreen, escuché que te nombraron directora de ventas, ¿es cierto?”Loreen se sorprendió. “¿Cómo recibiste la noticia tan rápido?”Harold se rió entre dientes. “Tengo unos amigos que trabajan en el Grupo Emgrand, me dijeron que recibieron el anuncio oficial del nombramiento, así que llamé para felicitarte.”“Oh”, dijo Loreen, “Sí, me nombraron directora de ventas.”“¡Felicidades!” Harold chilló de alegría.

El joven se sintió aturdido y mareado por el golpe y casi se derrumbó al suelo.Los comensales a su alrededor también se sorprendieron por la repentina conmoción.Harold miró cruelmente al joven cuya cabeza estaba empapada por su propia sangre y se burló, “¡Piérdete o te romperé la pierna!”.El joven sostuvo su cabeza herida y gruñó: “¡Muy bien, chico rudo, espera y verás!”.Luego, salió corriendo del restaurante.Harold sonrió con desdén y dijo: “Maldito perdedor, ¿quién se cree que es para amenazarme? ¡Soy Harold Wilson, maldito!”.Luego, puso una mirada de suficiencia y le dijo a Loreen: “Siempre hay estos molestos bichos donde quiera que vayas, no dejes que arruine nuestra noche. Ven, disfrutemos de nuestra cena”.El humor festivo de Loreen quedó totalmente destruido después del inquietante momento. Ella simplemente asintió sin decir una palabra.Durante la cena, Harold trató de animar el ambiente con conversaciones llamativas, pero Loreen no se entretuvo en absoluto.En

El dolor agudo y agonizante en la pierna se propagó por todo el cuerpo de Loreen. Estaba extremadamente desesperada y consternada, las lágrimas seguían rodando por sus mejillas.El joven sonrió con picardía mientras miraba su lloroso pero hermoso rostro. Se aclaró la garganta y gritó: “¡Métela en el auto!”.La voz de alguien resonó desde el costado, “Sr. Westbrook, ¿cuándo nos dejará probar a la dulce dama?”El joven dijo con frialdad: “Cuando termine con ella, ¡puedes hacer lo que quieras!”.Luego, extendió su brazo y quiso agarrarla dentro del auto cuando hubo un grito abrupto proveniente de detrás de los hombres.“¡Argh!”.De repente, fuertes y dolorosos gritos resonaron violentamente.El joven se volvió enojado y gritó: “¿Qué pasa?”.Pero cuando levantó la cabeza, ¡sintió un viento fuerte y repentino viniendo hacia él! Antes de que pudiera esquivarlo, sintió un dolor agudo en la cara, la sangre se esparció justo frente a sus ojos, el puente de su nariz se partió con un fue