Share

Capítulo 12

Penulis: Helena Flores
Diana sonrió con desinterés y volvió a dirigirse a él: —Sí, porque no me conoces.

Después, se burló de Aurelia con cara divertida: —Señorita Donato, ¿está segura de que no quiere hacer fotos? Me iré si no lo hace.

Aurelia estaba tan enojada, ¡porque en realidad tenía muchas ganas de hacer fotos!

Pero Diana estaba en el coche y de ninguna manera se lo rogaría.

—No, gracias —dijo Aurelia con el labio superior rígido.

—¡De acuerdo, adiós! —Diana les saludó y pisó a fondo el acelerador mientras el coche despegaba envuelto en una nube de polvo.

El Bentley azul desapareció de la vista de los dos.

Aurelia resopló: —Chuck, ¿qué ves en una mujer tan vanidosa?

Chuck se frotó la frente: —No era tan vanidosa, no sé qué le pasa últimamente, con tanto obligarme a casarme con ella y ahora hasta alquiló un carro para presumir.

Aurelia dijo: —Será porque siente que estoy amezando su lugar a tu lada, y lo del carro será para encajar en nuestro círculo.

Aurelia cruzó los brazos y suspiró, sacudiendo la c
Lanjutkan membaca buku ini secara gratis
Pindai kode untuk mengunduh Aplikasi
Bab Terkunci

Bab terkait

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 13

    La noche antes del juicio.Diana estaba en el baño duchándose cuando oyó el ruido de algo que se rompía en el dormitorio.Se apresuró a enjuagarse la espuma del cuerpo y salió en pijama para comprobarlo.El dormitorio estaba vacío, solo había un montón de restos de cerámica en el suelo.Diana vio enseguida que lo que se había roto era la muñeca de cerámica que le había dejado su madre.La tiñó con su madre en una tienda de bricolaje el día de su duodécimo cumpleaños, era un canino Gululu azul claro con su nombre y el de su madre grabados en la espalda.En cuanto vio los escombros esparcidos por el suelo, Diana sintió que la sangre le subía por el cuerpo y la ira la invadió por un momento.—¿Quién ha sido? —rugió, saliendo furiosa por la puerta del dormitorio.—Diana se acercó a la puerta de la habitación en la que dormía Chuck y golpeó enérgicamente la puerta con la mano.—¡Chuck! ¡Aurelia! ¿Quién de ustedes entró en mi habitación?La puerta de la habitación de Chuck se abrió y los ojo

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 14

    El día que Yolanda recibió el alta, la nieve se había despejado, los árboles bordeaban las carreteras y el cielo estaba azul y despejado.Santiago condujo hasta el hospital para recoger a Yolanda, y la pareja estuvo callada todo el camino, el ambiente un poco deprimente y sombrío.La pequeña Diana se sentó en el asiento trasero, exhaló en la ventanilla y dibujó en ella con el dedo, llena de alegría.Su mamá por fin había salido del hospital.La pequeña Diana dibujó una familia de tres en la ventanilla del coche, sonriendo.Yolanda vio el dibujo en la ventanilla y se le encogió el corazón y de repente le entró ganas de llorar.Torció la cabeza y se secó disimuladamente las lágrimas, ajustó sus emociones y exprimió una sonrisa. —Dentro de unos días es el cumpleaños de Didi, ¿qué regalo quieres, Didi?La pequeña Diana, que seguía dibujando en la ventana, respondió secamente a la pregunta de su madre: —Mamá, quiero un canino Gululu.—¿Canino Gululu? —dijo Yolanda con voz suave: —¿Es el can

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 15

    Al colgar el celular, Diana pensó largo y tendido sobre los acontecimientos de la noche.¿Por qué se colaría Aurelia en su habitación mientras estaba en la ducha? Seguro que no podía haber sido solo para dar una vuelta por su habitación, como Aurelia había dicho.Aurelia debía estar tramando algo.Diana echó un vistazo a la habitación, escudriñando el mobiliario, y aparte de la muñeca de porcelana rota, parecía que todo estaba igual que antes, nada era diferente.De repente, sus ojos se posaron en el vaso de leche que había encima de la mesilla de noche.Diana tenía la costumbre de beber un vaso de leche caliente antes de acostarse.La leche se lo había calentado la criada y puesto allí antes de tomar su baño, para que la tomara cuando terminara.Y la muñeca de porcelana estaba en esta misma mesita de noche antes de romperse.Como Aurelia había roto la muñeca de porcelana, eso significaba que Aurelia debía de haberse quedado cerca de la mesilla de noche en cuanto llegó a su habitación.

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 16

    Tal vez Brayan notó que con él aquí Diana estaba un poco nerviosa, y dijo: —Avísame te falta algo, voy arriba a tomar una ducha.—Espera.Brayan se detuvo y ladeó la cabeza: —¿Qué pasa?Diana abrió su bandolera, sacó de ella una botella de leche y se la entregó: —Brayan, por favor, ponte en contacto por mí con la agencia de análisis, puede que haya algo malo en esta leche.Los ojos de Brayan se pusieron serios: —¿Alguien intenta hacerte daño?Diana asintió con expresión grave: —Creo que sí, pero no estoy segura, es mejor comprobarlo.—De acuerdo, me ocuparé de esto.Brayan sacó su celular e hizo una llamada.—Ven aquí, necesito que hagas algo. —Brayan tecleó y se alejó, su figura desapareció por la esquina del edificio.Diana exhaló y su cuerpo se relajó.Justo ahora, cuando le entregaba la leche a Brayan, se topó inesperadamente con sus ojos oscuros y profundos y, por un momento, Diana sintió que se le paraba el corazón.Tenía ojos muy bonitos.No, no eran solo los ojos, su rostro era

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 17

    Tras la comida, Brayan bajó con Diana al garaje subterráneo.Diana se acercó al Bentley azul.Brayan preguntó de repente: —¿Te parece cómodo este carro?Diana frunció los labios y colocó un mechón de pelo detrás de la oreja: —Lo probé anoche, estuvo bien, gracias, Brayan.—Bueno, me voy. —Diana levantó las llaves en su mano y de pronto recordó algo: —Por cierto, yo también tengo un regalo para ti, se supone que te lo iba a dar anoche y se me olvidó.—¿Hmm? ¿Qué regalo?—Está en mi maleta en el hotel, te lo doy cuando vuelva.Brayan abrió la puerta del lado del conductor: —Iré contigo, yo conduciré.Diana se quedó desconcertada un momento, luego respondió rápidamente: —Está bien que vengas, pero yo conduciré, tú descansa un rato.Brayan había volado desde Kenster para verla, y había conducido veinte kilómetros ida y vuelta para llevarle el desayuno por la mañana temprano; ya debería estar cansado, y ella no quería que se agotara.—Está bien. —Brayan tenía una sonrisa en los ojos, su Did

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 18

    Brayan estaba en los asientos de espectadores, observando a la animosa muchacha en el campo con orgullo, admiración y amor surgiendo bajo sus ojos.Su Didi, realmente era una chica excelente.Tras el juicio, Brayan le entregó una botella de agua: —Bebe un poco de agua.—Gracias. —Diana bebió un par de sorbos. —La sentencia está prevista para más adelante, y hay muchas posibilidades de ganar el caso.—Didi, tenías tanto brillo en los ojos durante el debate de hace un momento, y tu mirada era tan decidida y fuerte, que me sentí inconscientemente atraído por ti.Al oír esto, Diana sonrió un poco avergonzada: —¿De verdad? Yo también sentí que era una persona diferente durante el juicio.—Has hecho un gran trabajo. —Brayan le felicitó efusivamente: —Vas a ser conocida como una de las mejores abogadas del sector.Diana sonrió alegremente: —Esperemos que sea así.De repente recordó a Chuck.En los tres años de relación, él nunca se preocupó por el trabajo de ella y mucho menos por acudir al j

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 19

    Después de hacer la foto, Brayan le pasó el celular a Diana, con ojos tranquilos y tono desagradable: —Parece que tu amigo te ha mandado un mensaje.—¿Hmm? Vamos a ver.Diana abrió el mensaje y se tensó al verlo.Sabía que su celular mostraba automáticamente el contenido cuando recibía un mensaje de texto y Brayan debía de haberlo visto.Ella le miró un poco avergonzada y le explicó: —Es mi ex, ya rompimos.—Bien. —La expresión de Brayan era ligera, había poca emoción en sus ojos.—Lo bloqué de todas las redes sociales, pero se me olvidó bloquear su número de celular.Diana estaba un poco nerviosa, no sabía de qué se sentía culpable, tenía veinticinco años, era normal tener un ex novio, ¿no?Y esa relación fue antes de que aceptara el compromiso, no le hizo nada malo a Brayan, así que, en realidad, no tenía motivo de sentirse culpable.Pensándolo bien, Diana se tranquilizó: —Voy a bloquearlo ahora.Luego, delante de Brayan, bloqueó el contacto de Chuck.Al final, añadió: —No te preocup

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 20

    Diana no habría conseguido salir de la tristeza sin Josefina.En el corazón de Diana, Josefina también era como su familia.No tuvo contacto con Santiago durante esos tres años, pero llamaba para saber cómo estaba Josefina durante las vacaciones.Pensando en algo, Diana sacó una caja de regalos y se la entregó a Josefina: —Esta es la especialidad más famosa de Marseah, tómala y cómetela.Josefina sonrió y lo tomó: —Esta noche se lo guisaré.—No. —Diana negó con la cabeza: —Lo compré especialmente para ti, lo he probado muchas veces y lo traje para que lo probaras.—No puedo hacer eso... —Josefina agitó rápidamente la mano en señal de negativa.Diana empujó el regalo a los brazos de Josefina: —Acéptalo, has hecho mucho por mí durante estos años, esta es una pequeña muestra de mi agradecimiento.A Josefina se le saltaron las lágrimas: —Señorita... —¡Diana! Diana, ¡has vuelto! —Sonó una voz brillante y tierna, y nada más pronunciar las palabras, una niña se abalanzó sobre Diana y la abra

Bab terbaru

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 30

    Eso no era muy hiriente, era extremadamente insultante.El rubio levantó la otra mano para luchar de nuevo, y se encontró con un duro golpe por encima del hombro de Diana que lo dejó en el suelo.Su tacón aplastó la cara del rubio como si estuviera aplastando hormigas: —Practica un poco antes de volver.—¡Ayuda, ayuda! —El hombre de los tatuajes se cubrió la entrepierna de dolor y siseó pidiendo ayuda.Diana giró la cabeza y vio que le salía sangre de la entrepierna.«Tsk, no controlé bien la fuerza, no vaya a ser que le reviente los huevos».Pronto, el personal del bar vino por el jaleo, vio esta escena y se congeló un buen rato, sin saber cómo reaccionar.El hombre de tatuajes, tendido en el suelo, con la frente rezumando sudor frío, dijo enérgicamente: —Me duele mucho, joder, ¿a qué esperas? Llama rápido al 120, voy a morir de dolor.Había tanto alboroto en este lado que rápidamente se llenó de gente.Cristina y Nieves, al notar que Diana no había vuelto después de tanto tiempo, fue

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 29

    Diana preguntó: —¿Que la familia Iglesias adopte a Sofía?Nieves sacudió la cabeza y se inclinó más cerca, susurrando: —Más que eso, le pidió a la señora Iglesias de casar a Brayan con Sofía en el futuro.Los ojos de Diana se abrieron de golpe.—Joder —Cristina alzó la voz: —¡Cómo se atrevió a pedir tanto!Nieves dijo: —Entonces no sé qué le dijo la señora Iglesias, y la criada aceptó que la adoptaran como forma de devolverle el favor.Cristina dijo en tono desdeñoso: —Además, la señora Iglesias solo tiene un hijo, ¿cómo se le va a permitir casarse con la hija de una criada?Nieves: —Sí, Brayan es el único heredero de la familia Iglesias, de ninguna manera se casaría con la hija de una criada.Diana tomó un sorbo de su vino de frutas, pensativa.Las chicas charlaban sobre los cotilleos, sin darse cuenta de que no muy lejos, detrás de ellas, había una mujer que les miraba con crueldad.Diana tomó un par de copas de vino de frutas, pero no emborrachaban, no eran muy fuertes.Tras charlar

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 28

    Diana frunció el ceño.—No quiero.El tono de Chuck era un poco incómodo: —No nos peleemos más, ¿de acuerdo? Te he echado de menos los últimos días, y lo de ese día fue mi culpa, no debería haber dicho esas cosas para enfadarte.—Está bien, de todos modos, ya rompimos, ya nada importa. —El tono de Diana estaba lleno de indiferencia.—¿Que ya rompimos? —La voz de Chuck era fría: —No estoy de acuerdo en romper.—Una ruptura de novios no es un divorcio de casados y no requiere tu consentimiento. Diana se mostró fría y decidida: —Chuck, no vuelvas a molestarme.Después, colgó y también borró el número.Diana empezó a pensar en el trabajo.Quería esforzarse por su carrera.Aunque podría abrir su propio bufete, ahora mismo no era muy conocida en el sector, y sería difícil dar a conocer su nombre cuando abriera un bufete.Diana quería pasar algún tiempo en una empresa grande y conocida del sector para asentarse.No era demasiado tarde montar su negocio cuando tuviera cierta fama.Después de c

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 27

    La visitante era una mujer refinada y digna que aparentaba unos treinta años.Brayan presentó: —Didi, esta es la mejor restauradora que te comenté, Dolores de Barriga.La sorpresa brilló en los ojos de Diana, pensaba que sería alguien con edad, pero no esperaba que fuera una mujer tan preciosa.Diana se levantó y se acercó unos pasos para darle la mano, parecía emocionada: —Señorita de Barriga, hola, me llamo Diana y cuento con usted para mi muñeca de porcelana.—Jajaja... —Dolores no pudo contener la risa mientras miraba a Diana con una ceja arqueada: —¿Señorita de Barriga? No me llames así.Diana también reaccionó, y se arrepintió enseguida por hablar sin pensar.Qué mal sonó eso.Era una mujer hermosa, pero la llamó por de Barriga.—Lo siento —se disculpó Diana apresuradamente.—Está bien. —Dolores siguió sonriendo, sus ojos se dirigieron a Brayan: —Eres arrogante, frío y exigente, antes de venir aquí me preguntaba qué clase de chica podría conquistarte, ahora que he visto a Diana,

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 26

    —Diana, por fin estás aquí. —Alex fue el primero en acercarse a saludar: —Hacía tres años que no te veía, te has puesto mucho más guapa.Cristina puso los ojos en blanco: —¿Quieres dejar de dar asco?Alex soltó un «tsk», como contrariado: —¿Acaso no sabes hablar bien? ¿Cómo que doy asco? Esto es tener educación.—Me das pena. —Cristina tiró de Diana hacia dentro: —Didi, vamos, ignóralo.Nieves se acercó a Julio y se sentó amablemente: —Hola, Julio.—Hola —asintió Julio levemente.Diana se sentó junto a Brayan: —Brayan, ¿llegaste hace mucho?La voz de Brayan era suave: —No, acabamos de llegar.Con eso, sus ojos se volvieron hacia la chica de al lado: —¿Por qué no saludas?El tono era ligeramente castigador.La chica nombrada se erizó y habló de mala gana: —Señorita Infante, hola.Los ojos de Brayan la recorrieron fríamente, con el ceño fruncido.—¿Quién es? —Diana ladeó ligeramente la cabeza, con un atisbo de duda flotando en sus ojos.La voz de Brayan era fría: —Mi hermana, Sofía.Así

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 25

    Brayan hizo una mueca y contestó: —Ya rompieron, ahora es su ex novio.—¿No te importa? —Alex preguntó de nuevo.—Todo el mundo tiene su pasado. —Brayan tiró sus cartas con indiferencia, su mirada barrió con frialdad: —¿Acaso nunca has tenido novia?Alex se frotó la nariz: —Yo sí, pero tú no, ella es tu primer amor y tú no eres su primer amor, ¿de verdad no te importa?—No importa. —Las pupilas oscuras de Brayan estaban llenas de ternura: —Mientras pueda estar con ella, ya soy afortunado.—Tsk. —Julio se rio: —Qué grande.Terminada la ronda de cartas, Brayan miró el reloj y se levantó: —Ya es hora, vámonos.Hoy Brayan preparó una fiesta de bienvenida para Diana.Un Bentley azul se detuvo lentamente frente a uno de los hoteles de cinco estrellas más lujosos de Kenster, bajo las brillantes luces de neón.La brisa del atardecer sopló suavemente, trayendo consigo un ligero toque de frescor.Diana abrió la puerta del coche y salió.—¡Didi, por aquí! —Nieves Hidalgo sonrió y saludó a Diana q

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 24

    Aurelia se acercó y se sentó en el borde de la cama, sacó su celular y se lo enseñó a Chuck.—Chuck, mira aquí hay una guía que leí en internet para viajar a Barry. Podemos ir en carro y llevaremos a dos conductores, Barry es una zona extensa y mucho más fácil de de viajer en carro, después de Boyten podemos ir a...En ese momento, Chuck sintió de repente que Aurelia era muy pesada.Ya le dolía la cabeza, y era realmente molesto que ella siguiera parloteando en su oído.Si fuera Diana, estaría tan preocupada por él en este momento que ella misma cocinaría sopa y se la daría de comer.—De acuerdo. —Chuck interrumpió impaciente: —Hablemos mañana, hoy estoy un poco cansado.Aurelia guardó su celular y miró triste con la cabeza gacha.—Chuck, ¿estás harto de mí? —Su tono estaba lleno de pena.Chuck suspiró, un poco reacio a hablar con ella.—No, es que ahora me duele un poco la cabeza, no hay prisa por lo del viaje, podemos hablarlo cuando haya descansado.—Bien. —Aurelia se inclinó hacia

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 23

    Eran las tres de la madrugada cuando Chuck fue recogido por su chófer y llevado de vuelta a la villa.Llegó hasta su dormitorio a tropiezos y se desplomó en la cama, ahogándose en sueño.Chuck se despertó dolorido.—Diana, me duele el estómago. —Chuck gritó aturdido: —Tráeme pastillas para el estómago.Sin respuesta.Chuck gritó un poco más: —Diana, Diana...De repente, abrió los ojos y se incorporó de la cama.Al recobrar la conciencia, Chuck recordó que Diana se había marchado ya.Tenía sentimientos encontrados, se sentía vacío y congestionado por dentro.Se cubrió el estómago y se levantó de la cama. Buscó por toda la casa y siguió sin encontrar pastillas para el estómago.No pudo soportar más el dolor y sacó su celular y marcó el número de la criada.María se sorprendió cuando recibió la llamada.—¿Dónde guardas las pastillas para el estómago? —La voz de Chuck sonó.María apretó los puños y respiró hondo, mientras se convencía mentalmente:«Está bien, está bien, paga mucho dinero,

  • ¡Sorpresa, soy multimillonaria!   Capítulo 22

    —¿En serio? —Aurelia dijo entusiasmada: —Quiero ir a Barry primero, dicen que Boyten es precioso en esta época del año.Boyten.Los ojos de Chuck brillaban.¿Por qué le sonaba tan familiar este lugar?Oh, ya lo recordaba, había oído a Diana mencionarlo antes.Dijo que quería viajar a Boyten en noviembre.¿Qué dijo entonces?¿Qué tenía de bueno viajar en un puente lleno de gente?Ahora que llegaba el puento del festivo, Chuck inconscientemente quiso rechazar la idea, pero pensar en Diana le hizo cambiar de opinión.—Sí, Barry entonces.Después de ver un rato la tele con Aurelia, la irritación en la mente de Chuck aún no se había disipado.—Acaban de darte el alta, así que descansa un poco en casa, yo tengo que salir a por algo.Aurelia sabía lo suficiente como para no preguntar adónde iba.Ahora que Diana acababa de romper con él, era normal que se sintiera incómodo durante un tiempo y que necesitara aliviar sus humores, y Aurelia no quería presionarle demasiado.Sonrió cálida y generos

Jelajahi dan baca novel bagus secara gratis
Akses gratis ke berbagai novel bagus di aplikasi GoodNovel. Unduh buku yang kamu suka dan baca di mana saja & kapan saja.
Baca buku gratis di Aplikasi
Pindai kode untuk membaca di Aplikasi
DMCA.com Protection Status