Melanie era una chica afortunada. Por lo general, ella obtenía todo lo que quería de la vida, mientras que yo normalmente obtenía la peor parte. Nunca quise compararme ni envidiarla con nada. Ella no se merecía eso. Era la persona más amable y amable que había conocido en mi vida y, fuera cual fuese
"Ha hablado de ti".Eso me llamó la atención. "¿Él tiene?"Ella asintió. "Sí, muy alto, de hecho".No pude evitar sonreír ante eso. Que Rashid hablara de mí con cualquiera me hacía sentir mareado por dentro, y mucho menos con alguien como ella, una princesa real que no era una de sus hermanas."Oh.
RashidAl dirigirme al otro lado del palacio, mi estado de ánimo ya estaba decayendo.Mi vida estaba lentamente degenerando en estar atrapada entre la espada y la pared, los cuales estaban decididos a exprimirme la independencia. Mi padre probablemente llamaría al rey de Abu Dhabi y comprobaría si r
Sin tocar, abrí la puerta de la habitación de Lyla cuando llegué, deteniéndome en la puerta cuando la vi. Estaba en pleno cambio, con la mitad de su cuerpo descubierto. Agarrando el mango, vi esas perfectas tetas suyas visibles y sin sostén.Se golpeó el pecho con los brazos. “¡R-Rashid!”Sonriendo
lylaRashid abrió una habitación al final del pasillo de un pasillo oscuro. Cada una de las puertas a cada lado del pasillo estaba hecha de acero y tenía lo que parecían pesados cerrojos soldados en el marco de metal.Me volví cuando la puerta frente a nosotros se abrió.Rashid entró primero y las l
Incliné la cabeza. Supongo que eso tenía sentido ya que no tenía idea en lo que estaba a punto de meterme. Incluso si la idea de que Rashid tuviera control total sobre mí me excitaba muchísimo, me hacía sentir bien que él quisiera que yo pudiera decirle que parara.“¿Por qué no puedo decir 'para'?”
Se dio la vuelta para pararse frente a mí y detuvo sus cuidados para estirar la mano y tirar de las ataduras presionadas contra mi pecho. Me reajustó para que quedara completamente plano y no inclinado hacia el suelo. Llegué a la altura de los ojos de su polla.Saltó cuando me lamí los labios.“Por
Me muevo contra las correas. "Sí.""¿Uno con un vibrador?" Hizo clic en él.Oh... eso sonó fuerte..."N-no..."Su mano agarró mi nalga, sacándola de la otra y frotando la parte vibradora del consolador a lo largo de mi clítoris y entre mis labios. Gemí, queriendo volver a empujarlo para mantener el