Capítulo 5

~Xander~

Estaba solo en mi salón de clases, mirando publicaciones estúpidas mientras desplazaba la pantalla de mi teléfono. El día parecía estar bien, ya que todos mis compañeros estaban fuera y yo estaba esperando a Matt. Escuché un golpe y no me molesté en mirarlo. Quiero decir, ¿quién tocará antes de entrar a la clase?

Una vez más, mis molestos oídos escucharon el mismo sonido, y esta vez sacudí mi cuello para reprender a la persona. Fuera de mi expectativa, la vi. No era otro que mi nuevo pajarito, allí en frente mirándome como una inocente criatura. Metí el teléfono en mi bolsillo delantero y caminé hacia ella. Avergonzada, miro hacia abajo.

—¿Qué estás haciendo aquí? —dije, mientras escaneaba su belleza. Se remetió los mechones y mis ojos captaron su tatuaje de nuevo.

—¿Podemos hablar un momento? —respondió con igual vergüenza.

Me pregunto, ¿qué está haciendo ella aquí? ¿No sabía que otros la insultarían más que nunca por entrar al salón de clases del último año? ¿Y por qué me hablaba así?

Sus mejillas se pusieron rojas, y la respiración tranquila captó mi atención. Su voz era seductora, y no podría decir que no, aunque quisiera.

Impaciente, hermoso nuevo pajarito me miró intensamente.

—¿Qué quieres? —inquirí, tratando de recordarle que ella era solo una chica que necesitaba seguir las reglas. Pero ella dio un paso más cerca de mí, mordiéndose el labio inferior y sus ojos sonriendo para controlarse.

La inocencia mezclada con la sensualidad me empujó a saltarme los límites, acostarla y rasgar cada tela que cubría su seductor cuerpo, pero sus palabras me llamaron la atención.

—¿Fuiste tú quien quería darme una lección? —Ella frunció el ceño y tocó mi pecho.

—¿Qué estás haciendo? —advertí antes que siguiera cometiendo errores, pero ella se inclinó y rozó sus labios contra mis lóbulos.

—¿No querías rasgarme la ropa, arrojarme contra esta mesa y hacerme gritar tu nombre? —Esas cálidas palabras viajaron por dentro, e instantáneamente sentí una dura sensación. Agarré su cuello cuando nuestros labios sintieron el toque.

—No me provoques, pajarito. Debes saber quien es el que manda aquí.

Ella sonrió a través de sus ojos y parpadeó a los Zafiros controladores. Su mente diabólica usó su toque cuando sus palabras fallaron en controlarme.

Su fragancia en mis fosas nasales me golpeó mientras ella estaba ocupada devorando sus labios en mis lóbulos.

—¿Está seguro? Porque tu amiguito está hablando de una forma que tu boca no hace coherencia. 

Con un chasquido en la lengua, miró hacia abajo para comprobar el miembro de elevación. Acarició su mano hacia el sur mientras me daba besos húmedos en el cuello.

»Sé que quieres esto —murmura, había una necesidad en sus ojos que me mostraba a una niña traviesa jugando conmigo.

Perdida en sus caricias y besos. M*****a sea, por mucho que quisiera detenerla, mi yo interior la deseaba con desesperación.

Tenía un poder extraño que no pude precisar.

—Pa... ra... aaa, —No pude terminar mi palabra cuando ella tocó mi polla dura como una piedra.

Sus ojos nunca dejaron mi rostro mientras disfrutaba mis gemidos.

Me estaba volviendo loco, y me encantaba. Mientras ella se dirigía al sur, levanté la cabeza con placer. Me estaba provocando mientras abría el cinturón.

Una vez que supo que mi miembro gruñón estaba esperando su toque, lo recibió con movimientos lentos de arriba abajo, moviendo la lengua para frotar la parte inferior mientras masajeaba y jugaba con mis orbes.

—¿Quieres que pare? —susurró con amenazas de peligro, estoy al borde de la locura.

Y todo lo que hice fue tirar de su cabello hacia atrás para poder verla trabajar. Con una mano, sostuve firmemente sus rizos mientras mis ojos observaban sus pestañas y su boca llegar a la base de mi miembro.

Envolvió sus dedos alrededor del eje tanto como pudo y apretó y retorció, dando un inmenso placer a cada parte de mi cuerpo.

En el medio, pasó mi agua por sus labios carnosos. Me encogí en la silla cuando la erección se mostró dentro de su garganta profunda.

Aceleró el paso y ahuecó sus mejillas, creando la máxima sensación de viceversa del eje.

—Oh —mi gemido se extinguió en la atmósfera.

Exploté en su boca, disparando directamente a su boca. Ella no derramó una gota. Cuando finalmente me vació, se humedeció los labios y se paró frente a mí.

Tenía muchas ganas de abrazarla. El placer que me dio fue impresionante, y mentiría si dijera que no la quiero.

Ella me miraba con una mirada constante.

—¿Te gustó el show? Impresionante, ¿no te parece? —Presiona sus labios de manera sarcástica—. ¿Fuiste tú quien colocó el balde de salsa sobre mi casillero? —Su tono cambió.

Algo cambió dentro de ella, y esos zafiros traviesos se transformaron en otra cosa, algo que no podía reconocer, es entonces cuando empezaron a mostrar otras emociones hacia mí. En unos segundos, las lágrimas llenaron sus ojos.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta.

—¡Oye, escúchame! —grito exasperado, queriendo que ella escuchara—. Espera, escúchame.

Pero ella no escuchó. Corrí hacia ella y traté de tomar su mano, pero todo lo que capté fue sus expresivos ojos interrogándome.

De repente escuchamos una alarma de incendio, y todos corrían hacia la salida al azar, y ella me miraba constantemente; ella no podía escucharme.

—¿Por qué? —sus palabras retumbaron en mis oídos.

Llamé su nombre a todo pulmón, pero no pude oírme a mí mismo por el ruido estridente e incesante.

Todo lo que podíamos escuchar era una alarma y gente corriendo de aquí para allá.

BIP BIP BIP…

—Aoife… —la llamé por su nombre.

Me desperté cuando me di cuenta de que era un sueño. Un sueño que me hizo empapado en sudor con una erección. M*****a sea, mi mente trabajó duro para mezclar todos los sentimientos y la aventura que tuve ayer.

«¿Qué fue eso?» No podía pensar en lo que acababa de suceder en mis sueños.

Mientras exhalaba el aire cálido, me di cuenta de que todavía estaba duro. Hay algo en esta chica. Su toque se sintió real cuando cerré los ojos. El sueño fue tan absoluto que hizo que mis gemidos salieran involuntariamente.

Tal vez sea hora de algunas noches placenteras.

Escaneé mi teléfono, ya que era hora de ir a la universidad.

Veamos qué haría mi nuevo pajarito, tenía en la mira lo que quería.

Honestamente, me sentí terrible por lo que pasó ayer. Zareena y Víctor planearon esta estupidez, de la que yo no estaba al tanto, negué con la cabeza después del vistazo de ayer y caminé hacia el baño. Con una ducha caliente, despejé mi mente de mi sueño inesperado.

Extraño, nunca me había pasado antes.

******

Salí de mi casa y conduje hacia el dormitorio de Matty. Debe haber trabajado hasta tarde ayer. Abrí su puerta y salté sobre él.

—¡Vamos, Matty. Levántate! —le grité al oído.

—Idiota. Déjame dormir —gruñe entre dormido y despierto.

—Zareena y Víctor le dieron una lección —hable mientras escaneaba su caja de bocadillos.

De repente, se despertó y preguntó.

—¿Qué dijiste? ¿La chica nueva esta vez? —preguntó.

Le conté todo y me dijo que era mi culpa.

—¿Cómo es esto mi culpa? —cuestioné. Él es mi mejor amigo, así que me conoce mejor que nadie para llegar a esa conclusión, luego discutió conmigo y me culpó por su condición.

—Por favor, evita que Víctor y Zareena hagan algo tan estúpido —resuena en su propio aliento. Aunque debo admitir que tiene razón.

—Está bien, lo haré, pero no estoy seguro de cuales son sus siguientes movimientos, o si van a parar con esta estupidez.

Nuestra discusión continuó incluso después de llegar a la universidad. Matt es un buen tipo que creía en 'Deja vivir y deja vivir a los demás'.

Pero mi mente de alguna manera sacó los destellos de mis sueños esa mañana.