Olvidé cómo gemir, ¡Guau! ¡Guau!

~POV de Maya~

Sus brazos me sostuvieron contra la pared, sus labios cerca de mi oído. “¿Te gusta meterte en problemas?”

"No sé a qué te refieres".

“Sabes muy bien a lo que me refiero. Me llamaste gatita, conejita. —Siseó—. El miedo se arrastró al instante. Este Zion frente a mí es peligroso. Luego me soltó.

“Podría haberte castigado, pero estás embarazada”, dice mientras me pone sobre su regazo. Su gran mano se conecta con mi trasero desnudo. Podía sentir el bulto debajo de mis costillas creciendo con cada golpe que me daba.

"¿Qué demonios te pasa?" de pie. Me pica el culo y seguro que está rojo como un tomate.

Miré a mi marido. Estaba enojado porque me estaba azotando. Quería mostrarle que estaba molesto con los azotes, pero joder, el hombre parece recién salido de una revista con su espeso cabello negro que cae sobre sus ojos, abdominales que me dan ganas de pasar mis dedos hacia abajo, y esos Músculos en V que conducen a algo que desesperadamente quiero sentir dentro de mí. Solo mi