**Isa—¿Estás nervioso? —preguntó Callan, inclinándose sobre mí para apretar el arnés.Mi corazón latía con fuerza, pero como estaba con él y sabía que no haría nada para lastimarme, asentí. —Confío en ti —dije entrecortadamente.Callan sonrió y me besó juguetonamente en los labios. En lugar de ali
Con entusiasmo lo puso sobre mí, masajeándolo en mi piel con manos firmes y seguras. Cuando llegó mi turno de devolver el favor, descubrí que en realidad estaba más nervioso que cualquier otra cosa. Pero me encantaba cómo se sentía su piel bajo mis palmas.Dejé que mis dedos permanecieran allí un po
**IsaCallan me besó profundamente, avivando las llamas entre nosotros antes de soltarme con un pequeño mordisco en mi labio inferior.Ansiaba más y lo alcancé.Él se rio y capturó mi mano, besando mis dedos. —Creo que deberíamos pasar al dormitorio.Asentí, y Callan tomó mi mano con un agarre firm
Myalin negó con la cabeza. —No. Nada de eso, pero... Rosie fue despedida... junto con Jonas.Mi estómago dio un vuelco. —¿Por qué?David se acercaba a nosotros ahora con una sonrisa perezosa. —¿No sabes a estas alturas que ellos son el motivo de todos los chismes y rumores por aquí? Y escuché que
Sonreí levemente. Aunque todavía estaba un poco indeciso en volver a nuestras reuniones secretas, no podía negar que estaba emocionado por cualquier momento que pudiera tener a solas con él. Varias horas más tarde, me sentí como un ladrón por la forma en que entré sigilosamente en la sala de descans
**DavidCon las manos en la masa.Era sólo cuestión de tiempo, pero mis sospechas se confirmaron oficialmente cuando entré y los encontré abrazándose, a centímetros de besarse.—David... ¿qué-qué estás haciendo aquí? —Isa tartamudeó.No era propio de ella tartamudear. Ella de verdad debe haberse sor
—No olviden que tienen una reunión a las cuatro —dijo Callan mientras salía por la puerta—. Te veré allá.Miré a David. —¿Estás loco? —Le pregunté.Dejó su taza de café junto al fregadero y se reclinó en el mostrador. —Ojalá hubieras sido honesto conmigo al principio —dijo.Con Callan fuera de la
**Callan—No tienes que venir, papá —le dije, mirando con desdén.Mi padre estaba enojado por llevar a la abuela de regreso al asilo de ancianos. No es que él no pensara que ella pertenecía allí; Ambos sabíamos, por la forma en que su mente se desvanecía, que estaría mejor bajo el cuidado de profesi