Capítulo 9: Rechazar o no

Punto de vista de Vika

"¿Qué?"

Henry gritó. "En serio, ¿eres la compañera del Príncipe Regente Asher, no la Princesa Devi?"

"Shh..." Asentí.

Henry y yo estábamos lavando la ropa. Me alegré mucho de que no pasara nadie.

Henry me miró boquiabierto, con los ojos tan abiertos como su boca.

"Como un infarto", le dije. Henry puso los ojos en blanco.

"Eso ni siquiera tiene gracia", me reprendió.

"Vamos, Henry, sé que es un gran problema. Necesito tu perspectiva. ¡Ni siquiera sé qué voy a hacer!" Sacudí la cabeza y me rasqué el pelo al azar.

Me pasó las esquinas de una sábana y las alineamos doblándolas.

"Bueno, ¿vas a verlo otra vez?" Preguntó Henry, su tono extraño y preocupado.

"Sí, planeamos encontrarnos esta noche", dije. Enrique negó con la cabeza.

"Esa es una mala idea y usted lo sabe", dijo. Me encogí de hombros.

Sí, una parte de mí sabía que era una mala idea, pero cada vez que pensaba en Asher, sonreía y mi estómago se revolvía.

"¿Por qué es una mala idea?" Yo pregunté.

"Bueno, por ejemplo, está comprometido", señaló Henry. "Sin mencionar la obvia diferencia en clase social. Piénsalo, Vik. Su obligación es con la manada. Si es necesario , te rechazará. Probablemente deberías mantener la distancia y evitar apegarte más a él".

Tragué con dificultad, ya me dolía el corazón ante la mera perspectiva de que Asher me rechazara. Él era tan amable y dulce. Después de lo de anoche, no estaba segura de si podría, pero también sabía que Henry tenía razón.

Asher era el Príncipe Regente y probablemente el futuro Alfa. Eso significaba que nunca podría aceptarme realmente como su pareja. Yo era un sirviente.

Me quejé para mis adentros, tirando la sábana doblada a un lado y tomando algunas camisas para doblar.

"Tal vez deberías rechazarlo primero y terminar con esto de una vez", ofreció Henry. Lo miré fijamente, mi camisa resbalándose de mis manos.

"¿Qué?" Yo pregunté. "No puedo…." Me detuve.

Ni siquiera lo había considerado. No había absolutamente ninguna manera de que fuera a rechazar a Asher. Al menos eso era lo que me decía a mí mismo.

"Vamos, Vik, ya puedo decir que estás enamorado", dijo Henry. Me reí y asentí, incapaz de ocultarlo.

"Si sigues viéndolo, te enamorarás perdidamente. Lo sabes. Pero de ahí solo queda el dolor y el rechazo".

"Y antes de darme cuenta, me sorprendió aún más descubrir que mi hermano pequeño se había vuelto visionario".

Henry me levantó una ceja. "Oye, lo digo en serio, Vic".

"Sí, podría ser una posibilidad". Asenti.

"Es una posibilidad muy real. Si lo rechazan primero, será doloroso pero será una ruptura limpia", afirmó. "Te liberarás de más dolor más adelante y le permitirás a él concentrarse en sus responsabilidades".

"No lo sé, Henry", murmuré.

Nos quedamos un rato en silencio, doblando la ropa. Henry seguía mirándome y negando con la cabeza. Me di cuenta de que estaba preocupado.

"En serio, Vik, incluso si pasas tiempo con él, no es como si él pudiera convertirte en su pareja", dijo Henry bruscamente. "No tienes idea si él realmente está planeando algo contigo o si simplemente quiere saber qué tipo de mujer es su pareja antes de rechazarte. Puede que ya lo haya decidido, sin importar qué".

La gente decía: "El forastero vio lo mejor del juego". Henry lo verificó ahora, pero mi corazón seguía diciéndome que no tomara una decisión precipitada.

"Está bien, lo pensaré", dije.

"Te amo, hermana, pero somos Omegas. Realmente apesta cuando tu pareja no lo es, pero así son las cosas", dijo Henry. Sus ojos eran comprensivos.

No quería su compasión. Me burlé y puse los ojos en blanco.

"¿Podemos hablar de algo mas?" Yo pregunté.

"Sí, pero déjame decir una cosa más..." Henry se calló y yo asentí. "La princesa Devi está comprometida con Asher. Ella nunca lo dejará ir, incluso si tú eres su pareja. Además, piensa en lo que te haría si se enterara".

Todavía me pica la espalda por los cortes del látigo que me curaron. Hice una mueca y aparté la mirada de Henry.

Continuamos doblando nuestra ropa. Henry llevó la conversación, actualizándome sobre los escándalos y rumores que circulaban por el castillo y cosas con mamá y papá.

Incluso mientras intentaba concentrarme en lo que estaba diciendo y ser parte de la conversación, no podía dejar de pensar en Asher.

Todo me hizo pensar en él. La luz que brillaba en el detergente para ropa mientras lo vertía en la lavadora con una carga nueva me hizo pensar en sus ojos.

Vaya, sí, claramente ya estaba demasiado metido.

Saqué mi teléfono celular un par de veces, con la intención de enviarle un mensaje de texto a Asher y cancelar nuestra sesión de entrenamiento. Henry siguió presionándome para que lo hiciera. Simplemente no me atreví a escribir el mensaje.

Todavía existía el gran problema de que él estuviera comprometido y que nuestro estatus social pendiera pesadamente sobre cualquier cosa que intentáramos construir.

"Vika, terminamos de lavar la ropa. Es hora de tomar un descanso", me dijo Henry, agitando su mano frente a mi cara para llamar mi atención.

Gruñí, saliendo de mi trance. En la cocina nos esperaba el almuerzo.

"¿Ya has tomado una decisión?" —me preguntó Henry. Me encogí de hombros.

"Aún no." Suspiré. "No puedo dejar de pensar en él. Tal vez debería ir esta noche y ver qué pasa".

"Tal vez", dijo Henry. "Sabes, decidas lo que decidas, estaré aquí. Ya sea para felicitarte o para recoger todos los pequeños pedazos de tu corazón destrozado", me dijo.

"Muchas gracias." Al menos tenía un hermano que podía bromear.

Punto de vista de Asher

"¿Qué?"

"No, de ninguna manera, hombre." Malcom, mi mejor amigo, me agarró por los hombros y me dijo: "Malas noticias de esa manera. Tienes que rechazarla".

"¿Disculpe?" Pregunté, levantando una ceja.

"Asher, ella es un Omega", dijo. "Incluso si aún no estuvieras comprometido, hay un problema mayor con esta foto".

Suspiré. Odiaba admitir que Malcom tenía razón.

No amaba a la princesa Devi, pero mi padre había arreglado nuestra unión. Era la mejor combinación para la fuerza de la manada y la continuación del gobierno y el linaje de mi familia.

No quería pensar en lastimar a Vika de esa manera. La noche que pasamos juntas, simplemente hablando, había sido más íntima que cualquier cosa que hubiera compartido con cualquier otra mujer. Ansiaba esa sensación de nuevo, y sólo su rostro me vino a la mente cuando pensé en ello.

"No es gran cosa, ¿verdad?" Yo pregunté. Malcom puso los ojos en blanco.

"Sé que no eres tan tonto", dijo. "Tampoco deberías reunirte con ella esta noche."

"¿Por qué?" Pregunté, irritada.

Malcom se rió entre dientes y se sacudió. Puse los ojos en blanco. A veces, realmente podía ser un fastidio.

"O te apegarás más o ella lo hará. Deberías rechazarla ahora. Es lo mejor que puedes hacer por la manada y por ella", dijo.

"No lo creo", argumenté.

"Hombre, ¿qué podría pasar?" —preguntó Malcolm. "Digamos que ustedes dos pasan tiempo juntos y realmente se llevan bien. Sus sentimientos crecen. Luego, llega el día de su boda y tienen que rechazarla de todos modos. Le dolería menos si lo hiciera ahora. La liberaría y la mantendría". de esa humillación."

Una vez más, Malcom hizo un buen comentario.

Tenía sentimientos encontrados sobre mi compromiso con Devi tal como era, pero no era algo de lo que saldría tan fácilmente. Además, por mucho que no quisiera admitirlo, sabía que nuestras diferentes clases sociales importaban.

"Príncipe Regente Asher". La voz sarcástica de mi hermano menor, Lucien, interrumpió mi conversación con Malcom.

"¿Qué?" Gruñí.

"Estoy aquí para desafiarte a duelo", dijo Lucien, levantando una espada. Casi me reí de él.

"Está bien." Llegó justo a tiempo.

Agarré mi espada y salté de la valla en la que había estado sentado para hablar con Malcom.

"Tengo que irme, pero recuerda lo que dije. Es mejor simplemente arrancarles la curita a los dos", dijo Malcom. Él también saltó de la valla y saludó.

"¿Qué fue eso?" Me preguntó Lucien.

"Nada", dije. Levanté mi espada.

Mientras Lucien y yo nos rodábamos en el ring de entrenamiento, lo único que podía pensar era en Vika y nuestro combate de la noche anterior. Estaba tan perdido en ese pensamiento que casi me perdí el ataque de Lucien.

Volviendo al momento, detuve la espada de Lucien y giré, empujando mi brazo hacia su espalda.

Lucien tropezó hacia adelante, pero se contuvo. Con un gruñido frustrado, se volvió hacia mí y me atacó con ira.

Gran error.

Mientras corría hacia mí, preparé mi espada como si fuera a bloquear otra vez. Fue una farsa. En el último minuto, me hice a un lado y hice tropezar a Lucien. Cayó al suelo y puse mi espada contra su cuello.

"No puedes vencerme", le dije.

Lucien me gruñó, alejando la espada. Una vez más, lo único que podía pensar era en recostarme con Vika en el césped bajo las estrellas.

"¡La próxima vez te derrotaré!" Lucien se levantó de un salto y salió corriendo enojado.

Lo ignoré. Lo único que me importaba ahora era reunirme con Vika esa noche.