Llegamos a la mansión en tiempo record.
Baje del auto y camine lo más rápido que pude a mi habitación, al estar ahí empecé a destrozar todo y a llorar con fuerza. No podía creer que estaba a punto de tener sexo con el chico más sexy y hermoso de New York y lo arruine todo por ser virgen. «Lo fuera hecho con Adam esa noche en la graduación. No lo hice por estúpida por querer esperar al chico especial, al chico correcto» Adam era un amigo con quién me gradué de la Academia de guardaespaldas.
Mi tristeza y mi pensar me hicieron quedar dormida hasta que escuché tocar mi puerta y me desperté.
—¿Señorita Fox? ¿Señorita Fox...? —era Leticia llamándome, otra vez.
Al segundo llamado me desperté.
Abrí.
—Sí, dígame Leticia—respondí adormecida.
&
Me despierto sintiendo pasar un delicado roce por mi rostro. Era el señor Markle quién mientras me observaba dormir paso suavemente una rosa blanca. Al voltear estaba apoyado en la cama mirándome yo lo mire y una sonrisa broto en mí al verlo ahí feliz. ¡Joder, se ve tan hermoso cuando sonríe! -pensé.—Buenos días—dijo, el señor Markle con una sonrisa apenas abrí los ojos, y entregándome la rosa.—Buenos días, señor Markle—respondí a ver esa hermosa sonrisa, y al oler la rosa.—Sólo dime Dylan o Markle, el señor para ti está de más—Expreso Dylan.—Te prepare el desayuno para hoy—siguió diciendo, mientras se levantaba de la cama desnudo con sólo un bóxer a buscar la bandeja. La cuál contenía dos panes tostados, frutas, café, leche, jugo de naranja
DylanAl ver esas miradas entre Adam y Cristina enloquecí en mi interior. Haber estado con Cristina me confirmo que si es posible amar, ¡Sí! me he enamorado de ella. Aunque suelo ser directo con lo que siento con ella todo era diferente. No le pude decir al instante ¡Todo por el maldito contrato que la hice firmar! y él ¡Maldito de mi hermano!Ella noto completamente mis celos ante eso, me pregunto. Pero no sabía que decir "Oh si Cristina enloquecí al verla sonreír con Adam, muero de amor por usted desde que estuvimos juntos. Y si estoy absolutamente celoso" No. No, podía hacer eso 1. El !Maldito contrato! Otra vez, 2. Él psicópata de mi hermano y 3. La acabo de conocer hace dos días como expresar mis sentimientos hacia ella ¡No me creerá si le digo que estoy enamorado! Es absurdo hasta pensarlo, nadie se enamora de la noche a la mañana.T
Cristina.Aburrida. Leía una revista en la zona de espera mientras Dylan hablaba con Alex.No puedo negar que su amigo Alex es realmente guapo. Color moreno como el chocolate, cabello negro lacio y ojos verdes limón. Y ni hablar de las pecas en su nariz que le daba un perfil angelical. Al irse pude observar perfectamente sus nalgas redondas como un balón. No. No ¿Qué hago pensando en alguien más? Si Dylan es absolutamente más guapo que él.Pensar en Dylan Markle, me lleva a otro mundo y con sólo imaginar esa noche despierta cada fibra de mi piel. La cual moría por ser suya de nuevo.Estaba perdida en mis pensamientos. Cuando Amánda se para.—Señorita Fox. Señorita Fox—Dijo Amánda. Agitando sus dedos en mi cara a no verme reaccionar a la segunda vez en decir mi nombre.Parpadee dos veces y agite mi cabeza—&iques
Cristina.3 Horas después.Abrí los ojos violentamente pero con la misma violencia los cerré por un destello de luz cegadora que invadió mi vista. Los vuelvo abrir delicadamente y una sonrisa se pasea por mi rostro al recordar pequeños fragmentos del sexo con Dylan lleno de besos y acaricias placenteras.Miré alrededor Dylan no estaba. Y yo solo tenía encima una camisa de él.¿Por qué se fue? ¿Qué hice para que cambiara conmigo? Era lo que invadía mi mente. No lo odie. Lo quiero tanto que es imposible para mí hacerlo. No puedo creer que haya desecho el contrato, si él mismo dijo que no había marcha atrás una vez que lo firmara. Esté hombre no lo entiendo. Trato pero no puedo, Es decir, Cada vez que creo que lo entiendo pasa algo que me asegura que jamás lograré hacerlo. "Dios... sé que cuando e
DylanEstábamos a punto de terminar.Ella gemía con fuerza mientras yo me movía violento, y estaba a punto de acabar.—Ahh... Ah.. Dylan—Ella gritaba mi nombre mientras llegamos al orgasmo.Me recosté en la cama, mi respiración estaba agitada. Y mi mente me decía; Cobarde.Apenas escuche el trancazo de la puerta despedí a Jessica, fue algo difícil no se quería ir pero logre hacerlo diciéndole que la llamaría luego. Pobre jamás volvería llamarla a pesar que folla rico.No paraba de pensar en Cristina.Quería saber cómo estaba. Si estaba molesta conmigo por haberla dejado en la empresa.En mi mente solo estaba su cara, y pequeños fragmento del sexo con ella.Fui a tocar para ver cómo se encontraba. Abrió. Verla así con esos ojos rojos marco de sufrimiento mi coraz
Dylan.En un sueño profundo quede.Al día
Cristina.Feliz. Me puse al llegar, me sentía como una niña pequeña al ver todos esos colores y sitios de comida. Me traslade a mi infancia cuando mis padres me traían aquí. La feria era increíble. Es decir, puestos de juegos, palomitas, atracciones mecánicas, gente feliz y amor en el aire era lo que se veía.
Dylan.¡No puedo creer que esto esté pasando! Era un momento tan especial, que no me importó confesarle a ella lo que siento. Dylan se puede ir a la mierda. Yo amo a Cristina y por este amor haré lo que sea. Nunca pensé que rompería la promesa que me hice cuando mis padres fallecieron "Juré; Nunca más sentir amor" Y a
Cinco horas después.Entregué mi turno e igual mi carta de renuncia. Al jefe le pareció gracioso y a Amanda todavía más. Estábamos los tres en la oficina de Dylan, y ellos no podían creer que apenas con dos días de empleo ya esté renunciando a un cargo "tan prestigioso como este"
Adam.¡Demonios! Jamás volveré a beber en mi puta vida.Me desperté adolo
Llegamos a la mansión en tiempo récord pero ya era muy tarde y decidimos descansar.Cristina se quedó en mi pecho dormida y sentir su respiración, sentir su calor, sentir como latía su corazón, sentir su cuerpo junto al mío. Me hizo sentir que por fin estaba completo.
Dylan.Gracias a dios llegó sana y salva.Estaba un poco distante conmigo pero no me import&o
Iba rumbo a la mansión, pensando con la mirada regia hacia la ventana.Esa llamada trajo de vuelta a la antigua Cristina, a la Cristina que yo era antes de conocer a Dylan. Trajo de vuelta a es
Cristina.¡Esta moto es genial! No. Pero nunca podrá superar a mi moto.—susurré. Al guardar la moto en el mismo lugar que la conseguí. No quería que Dylan se diera cuenta que la agarre, por eso deje todo como estaba.
Cristina.Me desperté y como cosa rara lo primero que pensé fue en Dylan. Estiré mi mano hacia su lado de la cama, y no estaba.
Mi mente está agotada. Mi cuerpo no puede más, literal siento como voy explotar.Quiero dejar salir toda mi frustración. Ya no aguanto más. Tantos secretos, tantas cosas que no entiendo, creo que estoy a punto de enloquecer de tanto pensar. Ya quiero llegar a casa para poder descansar pero Dylan va a 10 km por hora, sí más lento que una tortuga. Pero eso no es lo peor...
Llegamos a la mansión y todos los empleados estaban formados, apenas nos vieron entrar aplaudieron. Supuse que ya sabían todo. Vergüenza era lo que sentía en ese momento, pero al ver la sonrisa de Dylan, se me fue. Parecía que lo disfrutaba, por lo menos eso decía su cara.Abracé a todos y por último estaba Adam el cual se acercó a mí y co