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Capítulo 1289
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¿Cómo soy tan rico? Capítulo 1290
Después de todo, era importante que una persona se conociera a sí misma. Como Gerald todavía estaba hablando de más en un momento como este, esto solo hizo que otros lo despreciaran aún más. “¡Empieza a pelear! ¡Dale una lección!”. Alguien gritó con insatisfacción entre la audiencia. “¡Jovencito, estás deseando tu muerte!”, gritó Yuno enojado antes de correr directamente hacia Gerald. Las habilidades de Yuno eran de hecho muy agudas en comparación con una persona común. Independientemente de si era una patada voladora o una patada lateral, todos sus movimientos eran muy simples pero poderosos. Si golpeara a una persona directamente en la cabeza, esa persona fácilmente podría caer en coma. La multitud se escondió rápidamente y los evitó, por temor a que Yuno también los lastimara. Sin embargo, Gerald simplemente puso sus manos en sus bolsillos con calma mientras evitaba muchas de las patadas voladoras y patadas laterales de Yuno varias veces seguidas. Cuando Gerald vio que Y
¿Cómo soy tan rico? Capítulo 1291
“¡Tú...! ¡Hagamos esto entonces! ¡Te dejaré que me golpees diez veces primero!”, declaró Fernando mientras miraba a Gerald antes de sacudir la cabeza, con una sonrisa irónica en el rostro. Después de eso, Fernando apoyó los brazos detrás de la espalda e incluso cerró los ojos antes de girarse para mirar a Gerald. El modo en que se comportaba casi sugería que estaba en una especie de entorno extraño. Que todo lo demás en el mundo entero carecía de sentido para él. “...¿Fernando no planea atacar...? ¡Su burla sin palabras es tan despiadada! ¡Fernando siendo Fernando, supongo!”. “¡Lo hace por una razón! ¿Sabías que los Dawson dominan una habilidad secreta de arte marcial llamada el Arte de la Contra Herida?”. “¿El Arte de qué? ¿Qué hace?”. “Por lo que he escuchado, los practicantes de ese arte marcial te permitirán golpearlos como quieras. Sin embargo, cuanto más vigorosos sean los golpes del atacante, ¡más pesadas empezarán a sentirse sus manos!”. “¡Santo cielo! ¡No puedo c
¿Cómo soy tan rico? Capítulo 1292
Al salir del gran salón, unas cuantas mujeres empezaron a rodear a Gerald con bastante entusiasmo. Al encontrarlo cada vez más estable y atractivo, varias de ellas estaban deseosas de preguntarle algunas cosas para conocerlo mejor. “¡Así que eras así de poderoso, Gerald!”. “¡Así es! Por cierto, Gerald, ¿eres realmente el legendario señor Crawford de Mayberry…? ¡Aiden nunca nos dijo una palabra sobre esto!”. “¿Y qué si lo soy? ¿Es eso importante?”, preguntó Gerald con indiferencia. Al escuchar eso, las mujeres fruncieron inmediatamente los labios con decepción. Era obvio que Gerald no estaba para nada interesado en ellas. De todos modos, Fernando estaba medio lisiado debido a esa única patada. En otras palabras, en cuanto se despertó, descubrió que ya no podía usar la fuerza de sus brazos. Como los Dawson y los Sime habían mantenido una buena relación durante generaciones, el incidente definitivamente causó un gran revuelo entre los Sime. Después de todo, Fernando no solo er
¿Cómo soy tan rico? Capítulo 1293
Al escuchar eso, Gerald se giró para mirar la mesa. Al ver que lo que había dicho Chester era cierto, se acercó a recoger la nota. En ella, había una línea de palabras que decía: “¡Encontrémonos en el Puente del Cielo de Ciudad Querton a la medianoche de hoy!”. Aparte de ese sencillo mensaje, no había nada más en la nota. Ni siquiera había una firma para indicar quién la había dejado. “...¿Podría el remitente haber sido Matilda...? Después de todo, ella no pudo encontrarnos al principio... Aunque al final consiguió invitarnos, no creo que sea descabellado pensar que fue ella quien dejó esa nota aquí”, dedujo Chester. Sacudiendo la cabeza, Gerald replicó: “Conociéndola, lo más probable es que siguiera buscando a lo loco hasta que lograra encontrarnos. ¡Dejar una nota es demasiado fuera de orden para una persona como ella!”. Aún así, qué extraño incidente... ‘Ni siquiera conozco a nadie en la Ciudad Antigua... ¿Quién podría ser el que me invitara a reunirnos...?’, pensó Gerald.
¿Cómo soy tan rico? Capítulo 1294
Sin embargo, ¡Gerald simplemente agarró los grilletes y tiró de la persona hacia él! Debido al repentino tirón, la persona cayó sobre el puente, ¡luchando todo el tiempo mientras Gerald lo acercaba más y más! Cuando estuvo lo suficientemente cerca, ¡Gerald solo tuvo que colocar su pie antes de darle una patada en la cara! Volando hacia atrás, la patada no solo hizo que la cabeza de la persona explotara como una sandía, ¡sino que la colisión del cuerpo sin cabeza también acabó destruyendo al menos diez de las barandillas del puente! Después de eso, se escucharon gritos tras gritos de dolor mientras Gerald se ocupaba rápidamente de los hombres. Aunque Gerald no estaba en su punto más fuerte en ese momento, su entrenamiento actual seguía superando con creces su fuerza antes de someterse al bautismo del cielo. Sin embargo, lo que Gerald encontró extraño fue el hecho de que todas estas personas eran similares a Tiara en el sentido de que su fuerza interior parecía haber sufrido algunos
¿Cómo soy tan rico? Capítulo 1295
“... ¿Yume?”. ‘... ¡Realmente es ella...! ¡Así que es cierto que en realidad no estaba muerta!’. Ambos se habían conocido en su camino hacia el palacio del rey del océano. Gerald ya la había salvado en múltiples ocasiones antes de su eventual desaparición. En cuanto a su desaparición, Gerald estaba constantemente preocupado y lleno de remordimientos desde el momento en que ella desapareció después de que él se desmayara, debido a un ataque de Annie Muertas, en la entrada del palacio del rey del océano. Al despertarse, recordó cómo se sintió cuando ella desapareció. Fue como si ella hubiera desaparecido de la faz del planeta. Él incluso fue tan lejos como para enviar gente a buscar cuidadosamente a Yume, independientemente de si estaba muerta o todavía viva, en el área que rodea el palacio del rey del océano durante más de un mes, aunque fue en vano. Fue entonces cuando Gerald empezó a preguntarse si Yume había sido salvada por otra persona. Después de todo, él sabía que ella
¿Cómo soy tan rico? Capítulo 1296
Después de una pausa momentánea, Gerald respiró hondo antes de decir: “… Bien. Como ya no tienes ninguna Annie Muertas contigo, al menos puedo estar seguro de que si tienes la intención de hacer algo sospechoso, ¡caerás conmigo!”. Dicho eso, Gerald agarró a Yume por el hombro antes de dar un salto gigante junto a ella. Cuando aterrizaron a salvo en la orilla, Yume le dijo a Gerald dónde estaba el escondite, y Gerald se aseguró de abrazarla con fuerza mientras los dos se dirigían rápidamente hacia allí. Sabiendo que carecía de la fuerza necesaria para luchar contra Queena y el Rey del Portal del Juicio, Gerald no pudo evitar tener la guardia alta ahora que sabía que estaba a punto de enfrentarse a los misteriosos Gunter. Muy pronto, llegaron a una cueva que estaba ubicada en las afueras. Al entrar, ¡Gerald selló inmediatamente algunos vasos sanguíneos importantes en el cuerpo de Yume! “…¿En serio? ¿Todavía no crees que no planeo hacerte daño?”, dijo Yume mientras respiraba hondo
¿Cómo soy tan rico? Capítulo 1297
Una vez aclarado eso, Yume comenzó a compartir lentamente lo que sabía sobre la situación. Al final resultó que ya había un plan contra Gerald desde el principio. Bajo las órdenes de su familia, Yume tenía dos objetivos principales. El primero era localizar a la mujer vestida de blanco en el palacio del rey del océano. En cuanto al otro, era capturar a Gerald en secreto antes de llevarlo de vuelta a los Gunter. Esa era la razón por la que ella había fingido ser más débil de lo que realmente era. Al ‘ser herida’, sabía que con el tiempo podría ganarse la compasión de Gerald. Sin embargo, incluso después de ganarse su compasión, no pudo hacer ningún movimiento sobre él. Después de todo, no esperaba sentirse tan conmovida por las acciones de Gerald. Simplemente no se atrevía a hacerlo. Al final, los dos se embarcaron juntos hacia el palacio del rey del océano. Por supuesto, la anciana que habían conocido no era otra que la abuela de Yume, y también la cabeza de la familia Gunter,
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