Capítulo 1179

“… ¿Cómo diablos lo hizo…? Aunque haya conseguido recuperar su fuerza interior, ¡es imposible que me oculte su energía yang...! ¡Alguien debe haberlo ayudado a escapar! ¡¿Por qué... por qué alguien lo ayudaría a dejarme?! Esa persona... ¡La persona que le ha ayudado debe saber que no puedo perderlo! ¡Esa persona definitivamente está tratando de oponerse a mí haciéndome sufrir más! Sin embargo, ¡no dejaré que te escapes de mí, Gerald! ¡Aunque tenga que perseguirte hasta los confines de la Tierra!”, murmuró Queena para sí misma mientras temblaba con una ira casi incontrolable, y sus ojos inyectados en sangre reflejaban su extrema amargura.

Su inmensa intención asesina cambió el ambiente de forma tan drástica que toda la iglesia parecía haber sido congelada.

Cuando Gerald llegó por fin al pie de la montaña, se giró para mirar por última vez la Iglesia Langevern... ¡Solo para descubrir que ahora estaba en llamas! De hecho, el fuego se estaba volviendo tan descontrolado que ya se estaba