Capítulo 1124

Incluso si ese fuera el caso, sin embargo, todo lo que poseían de todas formas le pertenecía a Gerald ahora.

"Será mejor que firmes el contrato cuando haya obtenido la piedra, ¿entiendes?", dijo Gerald mientras arrojaba a Zelda al suelo ante todos los demás Minshall.

Al irse, el viejo amo inmediatamente se echó a llorar mientras gritaba: “¡Ese… ese b*stardo…! ¡Cómo se atreve a quitarnos todo...!”.

Realmente no sabía cómo seguía vivo después de los eventos de ayer. Y pensar que solían tener una vida tan feliz y maravillosa... Sin embargo, ahora todo se había ido, y la constante burla de Gerald solo empeoraba las cosas.

Si tan solo su ingenua nieta no hubiera provocado a ese hombre, entonces todo habría estado bien. ¿Quién hubiera pensado que este hombre sería tan irracional? ¡Era un ladrón mucho más grande que todos los Minshall juntos! ¡Simplemente robaba todo lo que veía!

Durante muchos años, los Minshall habían sido una familia muy conocida y casi noble dentro de la Ciudad