Si bien no sospechaba que ella tuviera aventuras lascivas a mis espaldas (después de todo, era una mujer virtuosa), eso no significaba que no estuviera en medio de conspiraciones con el resto de su familia.Habían estado más que dispuestos a arrinconarme y forzarme cuando era lo mejor para ellos, en
lyla"Lo siento mucho. Ojalá pudiera estar allí”.Sonreí suavemente ante la tensión en la voz de Melanie. “Está bien, en serio. No te preocupes por eso”.Hubo un suspiro de respuesta al otro lado de la línea, uno que sabía muy bien que estaba acompañado por el infame ceño de Melanie que arrugó el es
"¿Estás bien?"Dejando de lado lo que sea en lo que se había estado concentrando, se enderezó en su asiento. "¿Sí, por qué?"Me encogí de hombros. "Pareces molesto. No tienes que venir conmigo a esto. No quiero obligarte a hacer algo con lo que no te sientes cómodo”."¿Qué? No no." Me miró. “Estoy b
lylaEl papel debajo de mí se arrugó cuando me moví sobre él.Hacía frío en la pequeña habitación a la que me habían llevado. Con sólo una bata de hospital para cubrirme y mis pies calcetines colgando del borde de la mesa, todo lo que me quedaba por hacer mientras me retorcía los dedos era esperar.
“Puedo pedirle que le ordene un análisis de sangre. Es un pequeño truco que podemos hacer hoy en día antes de que podamos verlo en la ecografía”.Parpadeé. "¿En realidad? ¿Cómo haces eso?"“Básicamente analizamos las hormonas en el torrente sanguíneo. Es un proceso un poco complicado, pero ninguna p
lyla"Hm, qué extraño", murmuró Melanie en su taza."Lo sé."Mi dedo se enganchó alrededor del hilo de la bolsita de té, usándolo para girarla y sumergirla más en el agua caliente dentro de mi taza. La cerámica estaba caliente en mi mano, tranquilizándome mejor que la ducha caliente de la que acabab
Si bien a veces ese pensamiento me aterrorizaba por completo, había una parte extraña y enferma de mí que estaba un poco entusiasmada con ello. Nunca había sido alguien que dejara que mi vida se dictara por sí sola; por lo general, esa necesidad en mí de planificar todo me mantenía a salvo de cualqu
RashidUnos meses después…Enrollé con fuerza la última de mis camisas, la metí en mi maleta y metí la solapa lateral para cerrarla. Por alguna razón, había empacado liviano, no quería atascarme con cosas innecesarias para viajar. Algo inusual para mí, considerando que la mayor parte del tiempo tend