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Capítulo 29: Persígueme

Punto de vista de Dee

"Dee, cariño", la voz de papá se tensa por la llamada por cobrar.

Hay silencio en su extremo de la línea. Desde la entrevista la gente le ha dado espacio. Los reclusos no saben qué hacer con él. ¿Es un hombre tan alejado de la realidad gracias a su psicosis que se cree inocente, o en realidad atraparon al hombre equivocado y ese hijo de puta enfermo sigue ahí afuera? Hay mucho que desempacar aquí.

“Yo, eh… recibí una llamada de un abogado hoy. Uno realmente bueno. Un traje entallado y un Tissot en la muñeca. Creo que sus gemelos podrían haber tenido diamantes reales. Como, fóllame…”

"Oh, bien, vino". Solté un suspiro de alivio, otra promesa de que Wes se cumpliría.

Ya hice que el padre de Gemma investigara al Sr. Morris. Quincy Morris, cuarenta y siete años, cabello canoso y serio y severas patas de gallo alrededor de apasionados ojos gris metalizado. Había ganado diecinueve de los veintidós casos que tuvo a lo largo de su carrera. De los
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