**IsaHacía mucho tiempo que no estaba tan nervioso. Me dolían las manos al intentar escurrirlas de mis ansiedades. Mi pecho estaba tan apretado que ni siquiera estaba seguro de si estaba respirando a menos que hiciera el sonido audible. Y me dolía el estómago y me zumbaban con recordatorios de que
—Ya ves —dijo—. Solo necesito ayuda y tú eres el único que puede ayudarme.Mi cuerpo temblaba de miedo y de ira. ¿Cómo se atreve a hacerme sentir así otra vez? ¿Cómo se atreve a venir aquí en busca de ayuda?No debería haber venido, pensé para mis adentros.Apreté mi bolso con fuerza y valientemente
**IsaNegué con la cabeza. —No voy a huir más, lo prometo.Callan me miró dubitativo. —Lamento decir esto, pero me cuesta creerlo, ya que tiendes a cambiar de opinión mucho.Caminé alrededor de la silla del comedor y me acomodé en su regazo. Apoyó su mano despacio sobre mi muslo y me miró.—Lo dig
—Espero que eso no te asuste.Negué con la cabeza. —N-no. me sorprendiste —logré escupir. —Pero... eh... no. Quiero decir, prometí que no iba a huir. Así que no lo haré.Callan sonrió ampliamente y me miró con asombro. —Me alegro —dijo—. Y puedes tomarte tu tiempo. Lo último que quiero es que te
**Isa—Estoy poniendo todo esto en tus manos —le dije a Callan.Él sonrió y me entregó mi bolso mientras comenzamos a salir por la puerta. —Oh, he estado planeando esto durante mucho tiempo —dijo con una pequeña sonrisa—. Y primero, como todavía es temprano y no trajiste ropa extra, me da una buena
Cuando regresamos a su casa, estaba exhausto y al final había recuperado la sobriedad después de estar un poco borracho durante el viaje en yate.—¿Te divertiste esta noche? —preguntó Callan, arrodillándose a los pies de la cama frente a mí.Tomó mi pie y comenzó a desabrocharme los tacones nuevos.
**IsaColgué el teléfono y me dirigí a la impresora para tomar los nuevos documentos que me acababan de enviar para otro cliente que SoulMode había recogido.Esa misma mañana, Callan y yo habíamos completado la documentación de Recursos Humanos, lo que significaba que estábamos comenzando una relaci
Myalin me sonrió. —¿Puedo al menos tener tu permiso para no dejar que las cosas se salgan de control? Ya que trabajo aquí con todos los demás mientras tú estás escondido en tu oficina, es natural que tenga más oportunidades de defenderte si alguien comienza a hablar de manera inapropiada.Suspiré y