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Ignorando a los curiosos y las sordas súplicas de Cole Andrew, Lucas siguió rápidamente al gran jefe y abrió la puerta del coche. Shawn acomodó a Mia en el asiento trasero y luego se subió junto a ella.

Lucas cerró la puerta del coche y se volvió hacia Jasper, que permanecía de pie a un lado, esperando su siguiente orden. "Nos vamos a casa", dijo.

Jasper asintió y entró en el coche que conducía a la residencia de la familia Andrew.

Lucas lanzó un suspiro y se sentó en el asiento del conductor. Encendió el motor del coche y arrancó a toda velocidad.

El viaje de vuelta a la mansión fue, como de costumbre, frío y silencioso. Las lágrimas de Mia se habían secado por completo, pero aún parecía débil y enclenque, con las mejillas todavía enrojecidas.

Shawn la miró rápidamente y apretó los dientes, conteniendo las ganas de regañarla. Se preguntó por qué no le había llamado. ¿Por qué había dejado la escuela? ¿Por qué seguía metiéndose en líos? ¿Quería acabar con él?

Sabía que gritar no ayuda