Evie Stanton¿Me zambullí del barco otra vez?¿Será por eso que mis extremidades parecían plomo?El dolor revoloteó por mi esternón, apretando y apuñalando como cuchillos en mis costillas. Gemí, tratando de ponerme de lado, pero un dolor terrible volvió a subir por mi costado. Palpitando brutalmente
Llevó vendajes nuevos, antisépticos y antibióticos junto a la cama. Refunfuñé incómodo antes de sentarme derecho.—Voy a empezar a quitármelos. ¿Está bien? Thane preguntó antes de tocarme.—Sí, está bien—. Hice una pausa cuando él comenzó a quitarme las vendas de mi pecho. —No tienes que preguntarme
Parpadeé, me aclaré la garganta y tomé mi turno. —Sabes más sobre ellos que yo.—¿Por qué no tienes hermanos? —ella desvió.Me encogí de hombros. —Mis padres lucharon con la fertilidad. No me tuvieron hasta los cuarenta años.—¿Qué pasa con tu vida hogareña? —continuó mientras íbamos y veníamos. —¿C
Thane DrogosCada vez que miraba a Evelyn era un recordatorio constante de que no podía protegerla. El simple hecho de que Evie saliera lastimada y yo no estuviera allí. Me molestó. Hasta tal punto que evitaría estar en la misma habitación que ella.Tan pronto como le cambiara los vendajes a Evelyn,
—¿Llevar a Evelyn a una colonia pirata? No.Des se encogió de hombros. —La chica está teniendo fiebre de cabaña. Ella no es una prisionera, es miembro de esta tripulación. Y necesita un vestuario adecuado. No puede seguir pidiendo a tu madre que confeccione prendas usadas.Me volví hacia el agua y v
Dios, quería que me tocara de nuevo.Pasamos por un burdel y varias de las trabajadoras nos gritaron, pero Thane las ignoró y presionó una mano en mi espalda para guiarme a una pequeña tienda de al lado.—¿Dónde estamos? —Susurré mientras entraba a la pequeña tienda. No hay mucho en el vestíbulo, só
Thane DrogosVi como las mejillas de Evelyn se oscurecieron, casi tan carmesí como su blusa de seda pegada a sus hombros. El rubor subió hasta sus orejas, visible entre los rizos. Encima de la blusa había un corsé esmeralda. La combinación resaltó la profundidad de sus pecas.Tan jodidamente encanta
Sus pupilas se dilataron y se inclinó hacia adelante, deslizando una mano debajo de la abertura de mi camisa. El calor de su mano me puso la piel de gallina y el fuego brotó dentro de mí. Mis ojos estaban fijos en ella mientras me besaba, deslizando su lengua por mi labio inferior con valentía.Gemí
—Mi marca se deslizó hasta mi mano y buscó contacto con la suya.—Hmm —fue todo lo que dijo Katarina.Eso sólo pareció molestar a Thane. —Odio cuando haces eso.—¿Hacer lo?—La cosa hmm. Como si supieras algo —respondió. —Sólo escúpelo.Katarina levantó las manos en señal de rendición. —Bien. Bien.
Luego abrazamos a Samara y Rio, deseándoles lo mejor para su boda.Thane estrechó la mano de Gunner y le dio un medio abrazo. —Cuida de mi tripulación, Gunner.El artillero sonrió. —Por supuesto, Capitán. Buena suerte ahí fuera.La emoción brotó de mi pecho cuando subí al pequeño barco de pasajeros,
Evie StantonThane pasó la mayor parte de la mañana y la tarde sacando oro a la superficie. Parecía demasiado inquieto para poder dormir bien por la noche. Para ser justos, yo tampoco podía dormir. No sólo habíamos follado toda la noche, sino que me sentí diferente.No pude identificarlo. Me sentí m
Mío.De repente, fui golpeado con cierta claridad, apretando sus caderas en mis manos, listo para sacarla de mí para que no entrara dentro de ella.Ella me apretó aún más fuerte, apretándose con su liberación.Joder, iba a venir.—Evie —gemí impotente, levantando sus caderas para salir antes de que
Bajé mis labios a su oreja, mordisqueando el lóbulo y susurrando:—¿Qué te hizo estar tan mojada, cariño?Ella gimió, apoyando su cabeza contra mi pecho. —El agua.—Oh, solo el agua —bromeé, curvando ligeramente los dedos para rozar el dolorido manojo de nervios. Ella apretó mis dedos, gimiendo prof
Con nuestra conexión, podría murmurar a través de nuestro vínculo:—Sí. Vamos, cariño.Su mano se llevó la mano a los labios. —¡Puedo oírte! Suenas tan diferente.Ella asintió, con emoción presente en sus rasgos mientras pasaba una pierna sobre mi cuello, agarrando mis cuernos con fuerza. Nunca ante
Thane Drogos—¿Alguna vez has querido montar un dragón? —Pregunté, vadeando las aguas profundas. Noté cómo ella me miraba, sus ojos se oscurecieron, el deseo presente en su rostro.—Creo que ya lo he hecho—. Evie enarcó una ceja y se mordió el labio inferior.Me reí. Dios, la amaba. —Entonces, ¿qué
Thane hizo girar su último vaso de whisky, aparentemente no afectado por la gran cantidad de alcohol que ambos bebíamos. Miré al cielo, feliz y borracha, pero la habitación no giraba como debería haber sido.Una sonrisa apareció en sus labios, colocando su vaso sobre un barril junto al inconsciente
Desmond se unió a ellos, con su hijo William sentado en su regazo.Llevé la bebida a mis labios, observando su charla amistosa, actuando como si esta no fuera la última noche que pasarían juntos en un lugar seguro. Disfruté del cálido ardor que cubría mi garganta por el ron. El alcohol me mareaba, n