"Amo Mason, ¿a qué se refiere con toda esta gente?". Cuando el Jefe del Pabellón Windfall llegó a la plaza, su rostro se ensombreció de inmediato. No esperaba que el Amo de la familia filial de los Woods, Mason Woods, trajera a los ancianos y expertos del nivel de gran maestro. Él sabía de memoria que la gente de la familia filial de los Woods no se había atrevido a luchar contra ellos durante todo este tiempo. A menos que los Woods tuvieran cierto grado de confianza y certeza de que ganarían la pelea. Además, él sabía muy bien que a la familia principal de los Woods nunca pareció importarle este asunto, por lo que no se atrevían a actuar de forma imprudente y lanzar ataques contra ellos. Además, lo que más asustaba a la otra parte era que una vez que lucharan contra el Pabellón Windfall; su pérdida sería tan grande que afectaría a toda la familia filial de los Woods. No valía la pena hacerlo. Lo único que el Jefe del Pabellón Windfall no anticipó fue que Mason trajera a alguie
“¡Santo cielo! ¿Una fuerza de la etapa intermedia del nivel de dios verdadero? Eso es muy…”. Los rostros de varios grandes luchadores del Pabellón Windfall se volvieron lentamente desagradables después de escuchar las palabras del Jefe. En realidad, el Jefe del Pabellón Windfall siempre les había recordado que, dado que la familia filial de los Woods estaba cerca de ellos, sería aceptable que les arrebataran algunos de sus recursos, pero no debían cruzar los límites y matar a ninguno de ellos. Si realmente llegaran a enojar a la otra parte y la otra parte decidiera luchar contra ellos, ellos no serían sus oponentes. El Jefe creía que si se trataba simplemente de pequeños robos, Mason y su gente lo soportarían. Por el contrario, para otras familias, si salían a buscar recursos y materiales, la gente del Pabellón Windfall podría actuar de manera más ruda e imprudente con ellos. Una vez que los hombres del Pabellón Windfall descubrieran que la otra parte estaba sola o era un grupo
“Mierd*. ¿Qué haremos frente a un combatiente que está en el nivel de dios verdadero?”.Alguien estaba tan sorprendido que se puso pálido. Para un gran maestro o alguien del nivel de semidiós, no había manera de vencer a alguien del nivel de dios verdadero. Solo su aura tenía tanto poder, y era difícil para ellos acercarse a él.Un anciano giró la palma de su mano y sacó un objeto que se parecía a un pequeño caparazón de tortuga. Lo imbuyó con su Chi, y el caparazón de tortuga emanó un destello de luz antes de crecer en tamaño. Esa cosa era en realidad un escudo.El anciano levantó el escudo ante él y exhaló un suspiro interno de alivio."¡De verdad tenías un tesoro así!".Munro se quedó sin palabras cuando vio el tesoro. Lógicamente hablando, él debería haber obtenido un tesoro como ese. Nunca pensó que el anciano lo guardaría para sí mismo. Si no fuera por el peligro en el que se encontraban, el anciano probablemente nunca lo habría sacado, y Munro nunca habría sabido de la ex
"¡Tengo que aguantar!". Munro se repetía la misma frase por dentro, sin embargo, ni siquiera un segundo antes de repetir la frase, todo se derrumbó. Tan pronto como la idea de aguantar estuvo dentro de su mente, la pitón gigantesca de Chi colapsó y desapareció en el aire por completo. Aunque su pitón había neutralizado con éxito la mayor parte del ataque de Fane, el ataque restante seguía siendo aterradoramente poderoso y fuerte. Aterrizó directamente sobre la burbuja protectora de Chi de Munro. ¡Zas! El sonido del golpe fue más ligero que antes, pero el escudo de Chi de Munro solo pudo resistir el ataque de Fane durante dos o tres segundos antes de desmoronarse por completo y romperse en pedazos. Incluso después de anular el ataque de Fane con la burbuja de Chi, al ataque aún le quedaba casi una décima parte de fuerza, y estalló con fuerza sobre el cuerpo de Munro. Una bocanada de sangre brotó de la boca de Munro, y él salió volando, como una bala de cañón, hacia el te
Por lo tanto, el salvador obviamente no era de la familia Cabello. "¿No me digas que es otro grupo de bandidos que puso los ojos en ellos?". Al instante, el corazón de la Tercera Señorita Cabello palpitó ante esa posibilidad. Después de todo, no importaba si los bandidos eran del Pabellón Windfall o de cualquier otra pandilla, todos eran personas malas. El fenómeno de un pez grande que se traga a un pez pequeño, donde el fuerte intimida al débil, era común entre los grupos de bandidos. Parecía que esta vez debía haber otro grupo de bandidos de la montaña que venían a robarle al Pabellón Windfall. Los pensamientos de la Tercera Señorita Cabello se volvieron locos en esos pocos minutos; su corazón estaba inquieto y su miedo aumentó. Después de todo, ella tenía la cara más bonita entre las tres hijas de la familia Cabello, aunque sus hermanas también eran hermosas. Además, varios otros Jóvenes Amos de las familias independientes estaban encariñados con ella y querían conquistarl
Fane no se molestó en prestarle atención a la Tercera Señorita Cabello, quien simplemente cayó pesadamente al suelo, en cambio, continuó caminando hacia ella y le apuntó con la espada que tenía en la mano. "¡No, no lo hagas!". La Tercera Señorita Cabello pensó que ese sería su último día. Frunció el ceño, cerró los ojos y gritó con todas sus fuerzas. ¡Zas! Por desgracia, la Tercera Señorita Cabello había adivinado mal. Fane agitó la espada que tenía en la mano y, al momento siguiente, la cuerda en la que estaba atada se rompió. La Tercera Señorita Cabello pronto sintió que la cuerda parecía haberse aflojado, solo entonces abrió uno de sus ojos para mirar. Fane había cortado la cuerda. "¿Tú... no me vas a matar?". La Tercera Señorita Cabello exhaló un gran suspiro de alivio, pero pronto su rostro se ensombreció de nuevo: "Espera, ¡debes haber sabido que tomé la Píldora Dispersora de Chi y sabías que no podía controlar la energía Chi en mi cuerpo para defenderme! Por eso co
“Je. ¡No pensé mucho en eso porque no soy ese tipo de persona!”.Fane sonrió débilmente y se dio la vuelta, alejándose.El asombro cruzó por los ojos de Daniella mientras miraba su silueta.Muchos hombres adulaban la apariencia de ella. Los genios de la familia Cabello y de otras familias clamaban por verla.Ese hombre no era un bandido, pero lógicamente hablando, al menos debería haberle preguntado por su nombre o mostrar algún atisbo de atracción hacia ella. Sin embargo, él solo se dio la vuelta y se marchó. La insatisfacción se apoderó de ella.Ella rápidamente lo persiguió. "Oye, ¿no tienes curiosidad por saber cuál es mi nombre?", le dijo a Fane.Fane giró la cabeza para mirarla. "¿Por qué la tendría?", respondió impasible.“Yo…”.Daniella estaba furiosa, ya que el hombre no le mostraba ningún interés. ¿Acaso no consideraba la posibilidad de mostrar algún interés por una belleza como ella?Ella le puso los ojos en blanco. "Soy Daniella", dijo. "¿Y tú?".“Oh. ¡Mi nombre e
Cuando Mason escuchó eso, le sonrió a Fane. "Joven Amo Fane, ella misma lo dijo: usted realmente no sabe cómo reconocer una rosa", dijo. “Ya que la salvó de una manera tan elegante, por supuesto, ella tiene interés en usted ahora. ¡Qué cruel de su parte rechazar su petición tan rotundamente!”.Otro anciano de otra familia filial también intervino: “Así es. Ustedes dos parecen como si fueran una pareja hecha en el cielo. Solo acepte su solicitud. La tercera hija de la familia Cabello es famosa por su belleza. ¿Cómo puede rechazarla así?”.Daniella se sonrojó cuando los dos hablaron de esa manera. Miró a Mason con los ojos en blanco. "¿De qué estás hablando? No tengo otra opción, ¿de acuerdo? No tendré acceso a mi Chi durante estos días, ya que me comí esas Píldoras Dispersoras de Chi. Si me encuentro con algún peligro mientras estoy sola, no podré defenderme”.En ese momento, Daniella hizo una pausa antes de continuar: “Por eso debo quedarme en tu casa por dos o tres días. ¡Me iré un
Ellos eran la élite del mundo de las Maravillas, los verdaderos favoritos del destino. Contaban con los mejores recursos y un talento que la mayoría solo podía soñar con tener. Ese tipo de personas eran extremadamente raras. De los millones de guerreros que habían ingresado al mundo de las Maravillas, apenas unas decenas podían considerarse guerreros de élite.Encontrarse con alguien así ya era prácticamente imposible, mucho menos tener la suerte de conocerlos y que te ayudaran en algo. Ni hablar de los guerreros de élite: el simple hecho de que Léster tuviera amistad con un guerrero de alto rango ya era una hazaña impresionante.Por lo general, cuanto más fuerte y talentoso era un guerrero, más desdeñaban a los guerreros comunes. Normalmente ni siquiera se molestaban en prestarles atención, y en muchos casos ni un vistazo les regalaban.Fane no prestó atención al cambio de actitud de los demás. Sus ojos permanecían fijos en Teobaldo, quien estaba paralizado por completo, como si algui
En el momento en que la espada rota espiritual se adentró en el tornado, innumerables cuchillas de viento se lanzaron hacia ella con la intención de destrozarla. Gerardo esperaba ver cómo la espada rota se convertía en pedazos de energía, pero en un instante, sus expectativas se vinieron abajo. Antes de que las cuchillas de viento pudieran siquiera tocarla, la espada rota liberó una energía grisácea que con rapidez llenó todo el tornado. El sonido de ¨crack, crack¨ resonó dentro del tornado, y en menos de medio respiro, las cuchillas de viento fueron corroídas y devoradas por esa energía sombría. En el siguiente instante, la espada rota atravesó el tornado y se dirigió hacia Gerardo con una fuerza imparable. Solo entonces, Gerardo se dio cuenta de que su técnica no solo no había logrado destruir la del oponente, sino que ni siquiera había podido detenerla. En el choque entre ambas técnicas, la suya había quedado aplastada por completo.Gerardo abrió la boca sorprendido, pero no t
Fane asintió con la cabeza, memorizando el nombre en silencio. Teobaldo hizo un gesto con la mano, cansado de perder el tiempo: —Mira, mocoso, ya te hemos dicho lo que querías saber. Ahora, ríndete y te ahorrarás un montón de sufrimiento. Claro, también puedes resistirte, pero te lo digo con toda seguridad: si lo haces, te irá muy mal.Esas amenazas entraron por un oído y salieron por el otro. Fane actuó como si no las hubiera escuchado. En realidad, quería seguir haciéndoles preguntas, pero viendo la actitud de los dos, era obvio que no tendrían paciencia para responderle.Dado que no tenía sentido seguir perdiendo el tiempo, los dos hombres se miraron. Gerardo levantó la barbilla hacia Teobaldo y le dijo: —Bueno, déjame encargarme de este joven. Le daré una lección que nunca olvidará, para que sepa bien de qué está hecho.Después de decir eso, comenzó a mover sus manos con rapidez, formando una serie de sellos mágicos. Innumerables sellos que desprendían un brillo azul claro volaba
Teobaldo, con el ceño fruncido, le dijo a Gerardo: —¡Basta ya! No perdamos más tiempo con estos mocosos. ¿Para qué contárselo? ¿Quién se creen que son?Fane soltó un suspiro suave y de repente se rio con desprecio, mirándolos con una expresión llena de sarcasmo. Eso hizo que Gerardo perdiera la compostura al instante. Teobaldo intentó detenerlo, pero ya era demasiado tarde.Gerardo refunfuñó y dijo: —¡Qué más da decirte! Los dos somos del continente Estrella Fantástica, discípulos de la secta Llama Ardiente. Dalmacio es nuestro hermano mayor. Si hablamos de jerarquías, somos sus subordinados.Era la primera vez que Fane escuchaba el nombre de Dalmacio, pero el continente Estrella Fantástica le resultaba muy familiar. Si hablaban de enemistades, él tenía una historia bastante complicada con ese lugar. Fane asintió levemente y le dijo: —Entonces, su hermano mayor, Dalmacio, debe ser un guerrero de élite.Al mencionar al hermano mayor Dalmacio, el tono de ambos se llenó de un respeto
Fane no le prestó atención a la tensión que se respiraba en el ambiente y siguió preguntando como si nada: —Así que en realidad estaban fanfarroneando. En el fondo, tienen miedo de que los derrotemos y divulguemos esta información, lo que arruinaría sus planes.Al escuchar eso, Gerardo y el otro se quedaron paralizados por un momento, con una expresión de asombro en sus rostros. Pero Fane no cambió su expresión en absoluto; no parecía estar bromeando.Gerardo soltó una risa sarcástica: —¡Mocoso! ¿Estás desafiándonos? ¿Sabes cuán terrible será el resultado si nos provocas?Fane negó con la cabeza y respondió con total calma: —No sé cuán terrible será, pero lo que sí sé es que ustedes dos evitan responder porque se sienten culpables. Incluso si nos matan ahora, no podrán cambiar el hecho de que están sintiendo culpa en este momento.Con esas palabras, Fane les puso la etiqueta de culpables de una manera que no podían negar. Ahora, ni siquiera podían soltar la sonrisa. ¡Ese mocoso esta
Léster levantó una ceja. Claro que él sabía lo que estaba diciendo, simplemente ellos no lo entendían. Quilian abrió la boca como para decir algo, pero luego la cerró, con una expresión de querer hablar pero no atreverse. Fue en ese momento que Fane, quien había permanecido en silencio hasta ahora, habló: —¿De quién son ustedes seguidores?La repentina intervención de Fane logró que las risas de los dos se detuvieran de golpe. Se miraron entre sí, y en sus ojos se podía ver el desprecio. Gerardo soltó una risa sarcástica y le dijo: —¿Qué quieres? ¿Lo preguntas para vengarte?Fane asintió con la cabeza, pero luego la negó, dejando a todos alrededor confundidos por completo. Heriberto y los otros lo miraron con los ojos bien abiertos, examinándolo. Ese desconocido había venido con Léster, así que debía ser cercano a él. De lo contrario, con el temperamento de Léster, nunca habría permitido que un extraño se involucrara en algo así. Si era cercano a Léster, primero que nada, debería s
Sin embargo, no prestaron mucha atención al desconocido. En ese momento, los tres estaban demasiado preocupados y enfadados. Heriberto les gritó con todas sus fuerzas: —¿Se les ha ido la cabeza o qué? ¿Vienen para morir?La fuerza de esos dos ni siquiera se comparaba con la suya. Incluso él, junto con sus dos compañeros, no habían podido vencer a esos dos guerreros de élite. ¿Qué esperaban lograr Léster y el otro? ¡Era una locura total! ¡Estaban jugando con sus vidas como si nada, entregándose en bandeja a esos oponentes! Quilian, con una expresión de miedo, murmuró algo pero sin poder articular palabra. Había crecido siguiendo a sus hermanos mayores y siempre les había tenido respeto, incluso ahora, viéndolos en tal estado de desesperación, no podía evitar sentirse regañado y paralizado por sus palabras.Léster estaba en una situación mucho mejor que Quilian. Después de todo, él tenía un carácter temerario, sin miedo a nada, y ahora contaba con el respaldo de Fane. Al ver a su herma
La comisura de los labios de Heriberto se tensó al recordar lo sucedido en los últimos días. En su interior surgió una tristeza y una rabia indescriptibles. Era realmente ridículo; por intereses, esos guerreros eran capaces de hacer cualquier cosa, sabían perfectamente que eso era un complot para usar a otros como herramientas de asesinato, sabían que era una conspiración de los mejores guerreros, pero por beneficio propio, lo ignoraban por completo. Dejarse manipular así, convertirse en el títere de otros, era algo que Heriberto no estaba dispuesto a aceptar. Con firmeza, él dijo: —Siempre habrá alguien que vea a través de sus planes. No crean que todos son tontos. ¿Cómo podrían estar dispuestos a pagar de su propio bolsillo para intercambiar la sangre del corazón? Sabemos bien que tienen a mucha gente infiltrada en el campo de Támide, pero aun así dicen que les falta personal.»¡Y ahora pretenden concentrar el intercambio de la sangre del corazón por cristales espirituales en el ú
Quilian no reaccionó de inmediato porque nunca se había imaginado que podría encontrarse con Fane. Cuando Léster mencionó su nombre, Quilian ni siquiera asoció ese nombre con el de Fane Woods, el guerrero de élite.Fue solo después de escuchar varias veces el nombre, que Quilian finalmente cayó en cuenta. Abrió la boca de sorpresa, los ojos tan abiertos que parecía que se le iban a salir, y giró la cabeza hacia Léster: —¿Él es... el guerrero de élite Fane?Léster asintió con la cabeza, ya tan desesperado que parecía estar a punto de explotar. No tenía tiempo ni ganas de lidiar con las reacciones de Quilian. Le dio un fuerte golpe en el brazo: —¡Apúrate y guíanos!Quilian, aunque no podía creerlo, vio la seriedad en el rostro de Léster y, a pesar de sus dudas, no se atrevió a perder más tiempo con preguntas. La situación era demasiado urgente; si se apresuraban, aún podían salvar a su hermano.A un kilómetro de distancia, el hermano mayor de Quilian, Heriberto, y otros dos compañeros