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Capítulo 1096

Esto se debía a que todos los médicos le advertían claramente a las personas con enfermedades de transmisión sexual que no debían tocar ningún tipo de marisco. Eso no solo agravaría los síntomas, sino que también podría causar una erosión.

¡Hannah temblaba de miedo!

Ella no se había contenido, y acababa de comer mucho marisco. ¿No le daría mala suerte esta noche...?

En ese momento, Wendy cogió un trozo de pepino de mar y lo puso en el tazón de Hannah. Después, dijo: "Mamá, no hace mucho que has sufrido. Deberías comer más pepino de mar para nutrir tu cuerpo".

Hannah sentía que se le ponía la piel de gallina en cuanto vio el pepino de mar.

Después de eso, sentía que su picazón se volvía aún más grave.

Se apresuró a devolverle el pepino de mar a Wendy. Estaba entrando en pánico y se sentía muy incómoda.

En ese momento, el calor de los seis estofados pequeños ya había convertido la sala en una sauna. Hannah sudaba por todas partes y sentía que su picazón era cada vez mayor.

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