—¿¿¿¿Castigo????—¡Jajajaja!Ramón soltó una gran carcajada ensordecedora mientras miraba a su madre con desprecio.—Madre, eres demasiado precavida. Podríamos ser los seres más poderosos de este tiempo y espacio, pero ¿por qué seguimos escondidos en este oscuro de este subsuelo? Es simple: porque eres demasiado débil, demasiado cobarde.—¡Basta, hijo! No sabes lo suficiente. Nuestra misión aquí es clara: debemos cumplir con nuestro propósito sin interferir en el curso del mundo humano, — respondió la mujer con decisión.—¡No me importa!Ramón, con los ojos llenos de furia, miró fijamente a Simón y pronuncio:—Madre, no importa lo que digas. Hoy, voy a matarlo.—¡Prepárate para morir!El líquido negro que formaba a Ramón se concentró en su mano, transformándose asi en una espada alargada. Con un grito muy furioso, lanzó un ataque directo hacia Simón, quien logró esquivar el golpe de energía de la espada con un movimiento muy rápido.El líquido negro comenzó a moverse rápidamente, forma
Al regresar a su habitación del hotel, Simón tomó su celular y marcó el número de Elena.—Señor Simón, un gusto y un placer escucharlo. ¿En qué puedo ayudarle? — respondió Elena con cortesía y amabilidad.—Elena, estoy enfrentando un problema bastante inusual. Necesito saber si existe alguna criatura líquida de color negro, que viva en cuevas y que no haya sido documentada públicamente. Además, quisiera saber si tienen información sobre sus características o comportamientos.—Entendido, señor Simón. Por favor, espere un momento. Voy a solicitar información de inmediato.Hubo una pausa repentina de aproximadamente medio minuto, hasta que Elena volvió a hablar:—Señor Simón, según los registros actuales de la Oficina Nacional de Investigación y Defensa de Poderes Sobrenaturales, no tenemos evidencia ni documentación de ninguna criatura líquida negra que habite en las cuevas. Por lo tanto, parece que esta criatura no pertenece a la fauna terrestre conocida.—Ya veo. Muchas gracias por tu
¡Espera!¡Esa voz!Simón abrió los ojos de par en par, completamente sorprendido.—¿Qué pasa? ¿Por fin empiezas a recordarlo? — dijo el hombre de mediana edad mientras fijaba su mirada en Simón con una intensidad indescriptible. En ese mismo instante, el hombre lanzó un fuerte puñetazo directo al pecho de Simón, haciéndolo retroceder varios metros. Con una calma inquietante, el hombre entró en la habitación y cerró la puerta detrás de él.Simón, todavía recuperándose del golpe, se llevó una mano al pecho mientras observaba al hombre. Este, ahora se encontraba sentado tranquilamente en el sofá, parecía completamente relajado. Simón finalmente rompió el silencio:—¿Eres Ramón?—Exacto.El hombre cruzó una pierna sobre la otra y, con una sonrisa decidida, continuó:—Soy Ramón. Deberías sentirte honrado; has ganado el reconocimiento de mi madre. Pero si esperas ganarte el mío, no será tan fácil de lograrlo.Simón, aliviado de que el dolor en su pecho comenzara a desaparecer, respondió con
—¿Árbol Maldito?Simón cayó en completo silencio. Nunca antes había escuchado hablar del Árbol Maldito, ni tenía idea de qué tipo de criatura podría ser.Ramón, impaciente, regresó al sofá y se sentó con un gesto preocupante. —Dime, ¿aceptarás o no ser mi discípulo? Antes de que respondas, te advierto: solo tienes una oportunidad. Si la dejas pasar, no volverá jamás.—Lo siento, pero no aceptaré ser tu discípulo.—¡Mmm!Una sonrisa irónica se dibujó en los labios de Ramón mientras respondió:—¿Por qué no? ¿Acaso crees que mi poder no está a la altura del de Delfín?Simón, con firmeza, respondió:—Ni siquiera eres un rival digno para mí. Alguien como tú jamás podría compararse con el señor Delfín.—¡Maldito insolente!Ramón dejó escapar una risa llena de furia y sarcasmo.—De acuerdo, si así lo quieres, no insistiré más al respecto. Pero déjame decirte algo: si hubieras aceptado ser mi discípulo, habría considerado perdonar a los habitantes del pueblo de Cielo Verde. Sin embargo, ya que
Al amanecer del día siguiente, Simón estaba sentado en la cama con las piernas cruzadas, regulando asi su respiración en un estado de meditación. Unos golpes en la puerta lo sacaron de su trance. Se levantó y abrió la puerta, encontrándose asi con el viejo policía, cuyo rostro reflejaba una profunda preocupación.—Señor Simón,— dijo el policía, con un tono de voz temblorosa, —anoche ocurrió otra desaparición. Tres niños del pueblo han desaparecido.—¿Qué?Simón quedó impactado.—¿Tres niños desaparecieron en una sola noche?—Así es,— intervino un joven policía que estaba junto al viejo. —Hemos buscado por todo el pueblo y las áreas más cercanas, pero no hemos encontrado ni un solo rastro de ellos.—¿Y qué planean hacer ahora?— preguntó Simón, tratando de mantener la calma.—Señor Simón,— dijo el viejo policía con un tono de voz decidida, —creemos que los niños no pudieron ir muy lejos. Queríamos pedirle que nos ayude a entrar a la mina de bronce el Fénix para buscar en ese lugar.—¿Est
En un palacio subterráneo bellamente decorado, la mujer miró fijamente a Ramón, su expresión reflejaba tanto frustración como tristeza.—Ramón,— dijo con un tono decidido: —has sido demasiado impulsivo. A partir de ahora, te quedarás en este palacio y no volverás a salir. Al menos, no mientras ese practicante de artes marciales mixtas siga en este lugar.—¿Por qué?— respondió Ramón, con los ojos llenos de furia: —Solo maté a unos cuantos humanos insignificantes. Para mí, no son diferentes a los animales. Madre, ¿por qué no estás de mi lado?La mujer lo miró fijamente durante varios segundos antes de responder:—Ramón, ya has crecido. Ya no eres un niño, y hay cosas que necesitas entender. El universo tiene sus reglas, y nuestro planeta, la Tierra, no es más que un espacio de tiempo inferior.—Aunque somos los seres más poderosos en este planeta, si cometemos errores, las leyes del universo nos castigarán con todo el peso de la ley.—¡No lo acepto!— gritó Ramón con indignación.—¿Por qu
Simón salió de manera apresurada del túnel, pero justo cuando llegó a la entrada de la mina, un sonido desgarrador lo detuvo de inmediato. Al mirar hacia afuera, quedó asombrado ante la escena que se ocurría frente a él. Una multitud de Hombres Líquidos negros, armados con cuchillos y espadas, estaban persiguiendo y atacando sin piedad a los aterrorizados habitantes de Cielo Verde.Los gritos desesperados y los llantos llenaban el aire mientras los habitantes corrían tratando de salvar sus vidas.—¿Qué es lo que ocurre...?Los ojos de Simón se abrieron de par en par. La imagen que tenía ante él era el vivo retrato de un infierno en la Tierra. No podía creer que tal masacre estuviera ocurriendo justo en frente de él.Sin dudarlo dos veces, Simón liberó su dragón Qi, que rápidamente tomó la forma de un majestuoso dragón. Sin perder más tiempo, el dragón voló directo hacia el pueblo, rugiendo con un estruendo ensordecedor.—¡ROARRRR!El rugido del dragón resonó con tal fuerza que los Ho
Simón giró rápidamente sobre sus talones y se encontró cara a cara con Samuel, cuyo cuerpo parecía estar envuelto en una brisa negra y dominante. La mirada fría de Samuel atravesaba el aire por completo, mientras su mano derecha concentrada con una larga espada negra que resplandecía con una energía oscura.—¡Simón, prepárate para morir!— pronuncio Samuel con un tono de voz lleno de amenaza.Samuel levantó su espada y lanzó un corte muy determinante con una fuerza aterradora. Una indescriptible energía de la espada, de más de diez metros de longitud, se precipitó desde las alturas directo hacia Simón. En ese preciso instante, Simón alzó ambas manos, y los guantes de luz que llevaba comenzaron a emitir un resplandor deslumbrante y brillante, deteniendo asi el ataque.La energía oscura fue rápidamente absorbida por los guantes de Simón, pero este sintió cómo su cuerpo se inquietaba al máximo. La energía luminosa en su interior estaba llegando a su límite. Miró a Samuel, quien permanecía
—Tu fuerza me ha mostrado que ya no puedo permitir que sigas haciéndote más fuerte. ¿Verdad? Ahora, tu energía y tu esencia deben pertenecerme. Te devoraré y heredaré tu poder para regresar al mundo de la Luz. ¡Voy a envolver todo el plano intermedio en la niebla de la oscuridad! —dijo entusiasmado el mensajero de la oscuridad, mientras una espesa atmósfera de destrucción negra lo rodeaba.Simón, tras un breve momento de confusión, reaccionó con rapidez. Miró fijamente al mensajero de la oscuridad y preguntó con cierta curiosidad:—¿Tú eres el soberano de la oscuridad? ¿Eres su avatar?El mensajero de la oscuridad soltó una risa escalofriante, diciendo:—Así es, me has descubierto. Parece que de verdad posees una gran percepción. Ahora mismo, ante mis ojos, eres como una presa irresistible. Ya no puedo esperar para devorarte.Con esas palabras, el mensajero de la oscuridad desapareció de repente, y en un abrir y cerrar de ojos, apareció frente a Simón, sujetándolo por el cuello con una
En el mundo de los cultivadores, cuando un cultivador común sacrificaba su alma a Dios Oscuro, obtenía el apoyo de su poder. Sin embargo, los cultivadores más poderosos, tras realizar este sacrificio, podían convertirse en marionetas del Dios Oscuro en este mundo, conectándose de esta forma a su voluntad mediante una extraña energía de Dios Oscuro que fluía ininterrumpidamente, otorgándoles poder.Simón, quien había cortado anteriormente la conexión con la energía del Dios Oscuro del Dios de la Sangre y del Dios de la Destrucción, no se sorprendió para nada cuando percibió la presencia de la energía de Dios Oscuro proveniente de Zethar. De hecho, notó que esta energía era mucho más débil en comparación con la del Dios de la Sangre y el Dios de la Destrucción.Esto demostraba que Zethar, el Dios Oscuro de forma serpentina, era significativamente más débil que otros Dioses Oscuros. Simón giró la mano y la hoja del dragón maldito apareció de repente en su palma. Luego, observó la energía
Esa energía opresiva suprimió la energía espiritual y rápidamente creó una sensación de asfixia total en Simón y Zolan, quienes comenzaron a sentir una presión abrumadora. La atmósfera se tornó tan densa que ambos casi se arrodillaron debido al peso de esa fuerza.En ese instante, Zolan experimentó una fuerte sacudida en el ojo, visiblemente horrorizado, y exclamó asustado:—¡Ivanna! ¡Esa maldita mujer, ella… ella ha sacrificado su alma al Dios Oscuro!—¡Eso no puede ser! —dijo Zolan, con los dientes fruncidos y los ojos llenos de furia:— ¡Esa mujer maldita no permitirá que el Dios Oscuro descienda, pero antes de que ella reciba su protección, debo destruirla definitivamente!Con un gesto feroz, Zolan levantó su bastón y gritó:—¡Gigante de luz, usa toda tu fuerza, destruye a Ivanna!Un viento furioso se desató mientras Zolan casi rugía con rabia. En el mismo momento en que dio la orden, el gigante de luz comenzó a correr hacia Ivanna a gran velocidad, levantó su puño y lo golpeó contr
Por lo tanto, tanto Zolan como Ivanna deseaban con ansias obtener el casco de la Luz. Sin embargo, Simón, quien ya había visto a través de las intenciones de ambos, respondió con firmeza:—Por supuesto que no he olvidado el propósito de esta colaboración. Señorita Ivanna, por favor recuerde que no tengo interés alguno en competir contigo por el casco de la Luz. Ahora, es tuyo.Simón lanzó el casco de la Luz hacia Ivanna. En el instante en que Ivanna lo tomó, su rostro mostró una expresión de emoción, y dijo entusiasta:—Si es así, no seré grosera. Señor Simón, espero que en el futuro tengamos otra oportunidad de colaborar juntos.—Claro —respondió Simón despidiéndose, y añadió:— Me refiero que si la Sagrada Iglesia de la Luz está dispuesta a ofrecerme una compensación adecuada, entonces estaré dispuesto a colaborar nuevamente con ustedes.En realidad, Simón no quería prolongar por más tiempo la conversación con Ivanna, pero había notado la mirada llena de hostilidad de Zolan, quien cla
En el cielo aparecieron cinco orbes de luz deslumbrantes, tan brillantes como el sol. Luego, figuras comenzaron a volar hacia los cinco orbes, abandonando este mundo.—¡Gracias a todos, gracias por salvar la Tierra!—¡Gracias a ustedes!Simón observaba atento cómo las figuras se dirigían al cielo, y en su mente resurgieron aquellos momentos felices que había experimentado desde muy pequeño: la cálida luz del sol, la tranquilidad de la vida. No pudo evitar dirigirles un agradecimiento sincero y profundo a esas figuras.En ese instante, una figura se detuvo frente a Simón.—Garon.—Señor Simón, gracias a ti.—Señor Garon, en realidad quien debería dar las gracias soy yo.Garon le sonrió a Simón y dijo:—El círculo mágico de planos espaciales desaparecerá en tres días. Dentro de esos tres días, debes transformar todas las energías oscuras dentro de él en energía luminosa. Durante los próximos tres meses, también debes asegurar que la bahía de los Susurros recupere por completo su paz. Sol
Simón saltó hacia la plataforma de piedra, pero lamentablemente, el hijo de la luz ya había desaparecido sin dejar rastro alguno. No tuvo tiempo para dudar, pues de repente, un fuerte temblor sacudió el suelo, y su cuerpo comenzó a caer a gran velocidad hacia abajo. Un destello de luz blanca pasó ante sus ojos. Cuando Simón volvió a abrir los ojos, se dio cuenta de que todavía estaba en el centro del bosque.Mirando a su alrededor, Simón se sorprendió al descubrir un casco que emitía una tenue luz blanca flotando justo frente a él. Sin duda alguna, ese debía ser el casco de la Luz, una pieza crucial de la armadura luminosa.Simón sujetó con fuerza el casco de la Luz y dijo, con determinación:—Hijo de la luz, no te preocupes. No permitiré que la Tierra se convierta en vasalla de Dios oscuro.En ese preciso momento, la luz blanca que emanaba del casco de la Luz comenzó a desvanecerse, regresando a su estado habitual. Pero justo entonces, un enorme temblor se sintió en la isla.Toda la I
En un impulso de desesperación total, Simón apretó el puño derecho y lo lanzó con toda su fuerza hacia el hijo de la luz. Este extendió la mano y detuvo el puño de Simón, inmediatamente sintió cómo la energía de su cuerpo fluía de manera incesante hacia el cuerpo del hijo de la luz.En menos de medio minuto, Simón sintió cómo más de la mitad de su energía había sido absorbida. En ese momento, el hijo de la luz mostró una sonrisa maliciosa y dijo:—Parece que no eres tan formidable después de todo. Si es así, ¡entonces muere!El hijo de la luz soltó un rugido furioso, y Simón sintió cómo su energía era absorbida a un ritmo muchísimo más rápido. Sabía que si continuaba así, inevitablemente moriría allí. Lleno de furia, Simón convocó en ese momento el dragón Qi, creando una tormenta de dragón Qi.¡Boom!La tormenta de dragón Qi explotó, y tanto Simón como el hijo de la luz fueron lanzados hacia atrás. En el momento en que aterrizó, Simón giró la mano y la hoja del dragón maldito apareció
El puño de Simón se encontró justo con el puño de la figura en las sombras, y una poderosa luz blanca estalló como una ola, envolviendo todo a su alrededor. La fuerza de la figura oscura fue anulada de inmediato, dejándola simplemente de pie y tranquila. Entonces, la figura levantó erguida la cabeza, miró a Simón y dijo:—¿Lo has visto? Si el que luchó contra ti hace un momento no hubiese sido un emisario del mundo de la luz, ahora ya habría desaparecido en polvo.Tras decir esto, la figura en las sombras retiró de inmediato su mano derecha. Simón hizo mala cara y preguntó:—Esto… ¿qué significa todo esto? ¿Qué es un emisario del mundo de la luz? ¿No era lo que usaste recién el poder de la destrucción?La figura en las sombras, visiblemente algo frustrada por la pregunta, soltó un suspiro y respondió:—¡Ya te lo dije antes! La luz y la oscuridad son inseparables. El poder de la luz puede destruir todas las ilusiones creadas por el poder de la destrucción, y lo que en realidad determina
—¡Tch!—¿Una gota de agua? ¿De verdad crees que con eso puedes ponerme a prueba?La figura en las sombras habló con una calma inquietante:—Te recomiendo que no subestimes la situación. De lo contrario, las consecuencias serán solo tuyas.De repente, la gota de agua se lanzó hacia Simón. Este levantó rápidamente la hoja del dragón maldito para bloquearla, pero en ese momento, escuchó un fuerte —¡Crack!— y vio cómo la espada se partía en dos. La gota de agua, sin embargo, continuó avanzando a gran velocidad, y Simón, reaccionando rápidamente, juntó las manos cuidadosamente frente a él para intentar bloquearla.—¡Boom!—¡Boom!—¡Boom!La fuerza de la gota lo lanzó por los aires, y Simón fue proyectado hacia atrás, derribando tres enormes árboles en su camino antes de caer al suelo.—¡Maldito!Simón apretó los dientes mientras miraba furioso a la figura en las sombras. Esta, por su parte, dejó escapar una pequeña sonrisa y comentó enseguida:—Parece que de verdad eres demasiado débil. Con