Progresión

Pasaron unos días en paz en la mansión de Hayden. Hayden salió a trabajar como lo hace normalmente. Sin embargo, mis días están mucho más ocupados de lo que solían estar. Después de reunir el valor para ser lo suficientemente audaz, envié el correo electrónico a los clientes con la cotización de precio recomendada de Hayden. Mi mano temblaba mientras flotaba sobre el teclado. Cerré los ojos y contuve la respiración antes de abrirlos de par en par con renovada determinación antes de golpear mis dedos en el botón entrar para presionar 'enviar'.

Después de que los correos electrónicos salieran de mi bandeja de salida, recé para que los clientes no pensaran que mi cotización de precio fuera loca. Con suerte, al menos uno de los clientes seguiría adelante con su petición de comisión. El pequeño Hayden se sentó en mi talón mientras me miraba. Era como si pudiera sentir mi nerviosismo y quisiera consolarme. Sin dudarlo, me agaché y lo recogí y lo puse en mi regazo. Sus ojos miraron la panta