El comienzo de nuestros días finales

Mi abuela se quedó dormida poco después de terminar nuestra conversación. Me di cuenta de que estaba cansada. Sin darme cuenta al principio, estaba empezando a darme cuenta de que ella había empezado a dormirse antes cada vez que la visitaba. Era como si estuviera constantemente cansada y tuviera dificultades para mantenerse despierta y activa durante largos períodos de tiempo. Estaba preocupado; sin embargo, confié en que los médicos me dijeran si algo estaba mal.

Sabía que mi abuela era vieja y según los médicos, algún tratamiento puede ser demasiado duro para su cuerpo. Eso significaba que ya era genial que estuviera en condiciones bastante estables. Durante mi viaje de regreso al ático, me pregunté si Hayden iba a estar allí. Luego empecé a preguntarme si quería que estuviera allí.

Aunque dudaba, la respuesta final que obtuve fue que quería que estuviera allí. Quería ver a Hayden. No estaba seguro de cómo enfrentarlo o de qué haríamos o hablaríamos, pero... todavía quería verlo.